El precio de tu amor

Capítulo 8: Lejos de mí y lejos de mi hija

 Erick
Miro a la madre de Gaby, es preciosa y tiene los mismos ojos que su hija, ojos que me recuerdan a alguien más, ella parece perdida en mi mirada porque no dice nada, ¿estará bien? ahora me ha hecho sentir hasta incómodo con su silencio 

— Per... perdón — murmura sin dejar de mirar mis ojos y al escucharla siento algo en mi pecho, algo raro y ahora soy yo quien no puede dejar de mirarla

— Su hija me había dicho que era bonita, pero se quedó corta — comento sonriendo sin saber por qué mi corazón se ha acelerado

— Debo irme — ella se pone de pie a la velocidad de la luz y tomo su mano cuando se iba a ir, ese tacto estremece mi cuerpo por completo y me recuerda miles de sensaciones que llevo sin experimentar 

— ¿Por qué? está bien? 

— ¿Me suelta? — pregunta y aflojo el agarre, ella se aleja unos pasos de mi

—¿Disculpame si? pero quedamos en una cita y aquí estoy, ¿sucede algo? — parece dudar unos segundos y no entiendo su reacción 

— Sucede que solo vine a decirle que se aleje de mi hija— expresa mirando mis ojos con furia y ¿dolor? — deje de hablar con ella o lo demandaré por acoso

— ¿demandarme? Gabriela fue quien me habló, quien me llamó y quien quiso buscarle novio a su madre solterona— para este punto he perdido la paciencia con esta mujer

—¿solterona? solterona es su abuela y no vuelva a hablar con mi hija o llamaré a la policía — la chica pasa por mi lado, la veo alejarse, pero no puedo dejar esto así, corro detrás de ella y antes de que suba a su auto sujeto su brazo y la volteo para que quede frente a mi

— Espere 

— Suéltame Erick— me grita sin mirarme, pensaba que Gaby no le había dicho mi nombre, nombre que en su boca me hace sentir algo raro

— Discúlpame! no quería hacerla sentir mal, es que no sé que hice para que huya de mi 

— Suéltame por favor— murmura y la suelto, me alejo unos pasos, ¿acaso está llorando? ella sube a su auto y veo como se aleja de mí dejándome un gran vacío y muchas preguntas. 

***
Maggi
¿Por qué él? por qué el mundo se empeña en hacerme sentir mal? tantos hombres que hay y mi hija tiene que conocer a ese tipo, a hablarle y hasta le cae bien, no pude hacer como si nada y sentarme a cenar, lo intenté, pero mirar sus ojos y ver que en estos años no me ha buscado ni me ha investigado me hizo sentir peor, ni siquiera sabe cómo me veo ahora y bueno.. lo agradezco, no quiero volver a verlo y menos que sepa que Gaby es su hija, lo peor de todo es que sigo sintiendo lo mismo que sentía con 18 años, su tacto, su voz provocan lo mismo que antes y odio ser tan vulnerable a él

— Maggi— se sorprende mi madre al verme entrar a la casa y se acerca a mí—¿ Maggi qué sucede? estás llorando— me abrazo a ella sin poder hablar y continúo llorando

— Debo irme — murmuro y rompo el abrazo corro hacia mi habitación — debo irme lejos

—¿ Margaret qué pasa? — mi madre me detiene cuando saco ropa de mi armario y la miro

— Está aquí mamá, lo vi, él está aquí 

— ¿De quién hablas hija? por qué lloras? 

— Erick mamá — le grito y me siento en la cama— Erick está aquí, en la isla, fue mi cita hoy, conoce a Gabriela, habla con ella

— Él sabe que tú

— No... no me reconoció, normal, cambié mucho físicamente 

— Hija... tranquilízate, si no te conoce no tienes por qué huir

— Conoce a Gaby

— Pero no sabe que es su hija, ese hombre ni siquiera sabe que tiene una hija

— Gaby lo quiere mamá, le cayó bien a mi hija, a su hija, esto es una broma— camino hacia la ventana y la abro

— Haber Maggi, lo viste hoy, no quiere decir que volverás a verle, además, no te conoce hija y seguro se irá pronto de aquí 

— Tienes razón — murmuro con la vista perdida en la oscuridad 

— Duerme, mañana es otro día — mi madre me da la vuelta y hace que la mire — pero dime algo, ¿no le dirás que tiene una hija? 

— Ese hombre no se merece una hija como Gaby mamá

— Pero Gaby quiere conocer a su padre

— No sé que hacer madre, todo es demasiado para mí— me acuesto en la cama aún llorando, mi madre me abraza

— No estás sola hija, estoy contigo, no estás sola— poco a poco me duermo escuchando su voz

Despierto temprano con mucho dolor de cabeza, pero hoy debo ir a la constructora y tener una reunión con los nuevos socios, aún no me saco sus ojos de mi cabeza ni su sonrisa ni su tacto, aún escucho su voz y odio que mi cuerpo reclame al suyo luego de tantos años, ¿puede el amor durar tanto? 

— Buen día, mamá — saluda Gaby que ya está desayunando y me siento frente a ella

— Hola preciosa 

—¿Cómo te fue ayer? Verdad que Erick es lindo? — me quedo observándola

— Hija no quiero que vuelvas a hablar con él— Gaby frunce el ceño

—¿Por qué mamá? ¿qué pasó? 

— Es un desconocido— responde mi madre por mi

— pero no parece malo y me cae muy bien, él es

— Gabriela — llamo su atención y me pongo de pie— no quiero que vuelvas a verle ni a hablarle y tampoco quiero que vuelvas a hablar de él, ahora debo ir a la empresa— me levanto y me dispongo a irme, sé que le debo una explicación a Gaby pero ahora mismo no sé que decirle. 

Llego a la empresa y me dirijo a la sala de juntas, al entrar mi hermano ya está ahí, también está mi cuñada que trabaja con nosotros y me siento, al parecer los nuevos socios no han llegado

— ¿Está todo bien Maggi? — me pregunta Sarah mirándome preocupada

— ¿Tan mal está mi rostro? — hago una mueca y ella y mi hermano ríen

— Pésimo hermanita, tienes ojeras— viro los ojos, en eso la puerta se abre, al parecer han llegado nuestros socios

— Buenos días! — miro al que se sienta frente a mí y parece que la vida quiere seguir jugando conmigo, nuestras miradas se encuentran y Erick sonríe enviando miles de sensaciones a mi cuerpo 

— No pensé volver a verte — comenta sin dejar de mirarme y una vez más mi voz se niega a salir

— ¿Qué haces aquí? — es mi tonta pregunta

— Bueno somos los nuevos accionistas — responde el que está a su lado, debe de ser su hermano, el parecido es enorme— vinimos a hablar del proyecto

— Se cancela el contrato— expreso poniéndome de pie y todos hacen lo mismo

— ¿De qué hablas hermana? — Manuel parece desconcertado

— No habrá ningún contrato, no serán estos nuestros socios, prefiero ir a la quiebra—respondo y salgo de la sala con paso rápido hasta que su voz me detiene en el pasillo

— No puedes hacer esto— me grita y volteo— ¿por qué? por qué sales corriendo de la cita y por qué no quieres ahora hacer negocios con nosotros? Y cuál es tu nombre joder? — Erick parece haber perdido la paciencia, dudo unos segundos en responder

— Usted no me cae bien

— ¿No le caigo bien? — se acerca demasiado a mí dejándome hipnotizada con su perfume — estos son negocios, el contrato ya está firmado y dime tu nombre

— Mi nombre es.... es— me quedo pensativa mientras él, su hermano y él mío nos miran — es Ma... Mar.... Mary — miento al final y puedo ver el desconcierto en la mirada de mi hermano 

— ¿Mary? — interroga Erick, ¿por qué luego de tantos años sigo con ganas de besarlo? 

— Mary de la Vega— suelto, mi hermano me interroga con la mirada, pero sé que no va a contradecirme

— Bien señorita de la Vega ¿podríamos ahora hablar del proyecto y dejarnos de tonterías? 

— No Erick — digo tajante y me alejo unos pasos, su perfume no me deja concentrarme — lo quiero lejos de mi empresa, lejos de mí y lejos de mi hija— agrego, todos me miran estupefactos — no quiero volver a verlo— lo desafío con la mirada y soy firme en mis palabras, pero la respuesta que me da me deja desconcertada.



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En el texto hay: pasado, niños, romance

Editado: 14.04.2023

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