El precio de tu amor

Capítulo 11: Un amor así, se olvida

Maggi 
—¿Cómo dices mamá? — me alejo de ella al escuchar sus palabras 

— Lo que escuchas — Ella mira mis ojos— cortaron los frenos del auto, por eso tu padre perdió el control, por eso tuvimos ese accidente donde él fue el que se llevó la peor parte

— Es— camino por la sala desconcertada— es imposible madre, ¿quién querría matar a papá? Él era bueno, humilde, trabajador, no tenía enemigos madre, eso es una locura

— También pensaba lo mismo

— ¿Por qué nunca supe esto madre? 

— Tenías 18 Margaret — mi madre se acerca a mí— no quería que pensaras en eso, además, el día del accidente descubriste qué estabas embarazada, luego pasó lo de Erick y bueno, no quería darte más problemas

— Hablamos de mi padre— me alejo de ella— me estás diciendo que alguien quiso, bueno, que alguien lo mató y que ese alguien continua suelto cómo si nada

— Preferí que no hicieran una investigación, no quería más problemas

— Pero mamá — le grito incrédula — mi padre murió y tú no quisiste que el asesino pagara?

— Tenía miedo hija

— Hay que hacer algo— me quedo pensativa — aún se puede investigar, buscaré a alguien y

— No— grita mi madre— no vas a contratar a nadie, dejemos el pasado enterrado Margaret 

— Mamá, voy a encontrar al asesino de papá y lo mandaré a la cárcel — camino hacia mi habitación sintiendo sus pasos tras de mi

— Puede ser peligroso, además han pasado 8 años

— 8 años no es mucho

— Claro, no fueron suficientes para olvidar a Erick— me detengo en seco frente a mi cuarto y la miro

— Aún puedo olvidarlo, puedo amar a alguien más, además, me gusta Joel, me gusta mucho 

— Te gusta, no lo amas 

— el amor llega poco a poco mamá, con el tiempo y

— Y con Erick fue inmediatamente, lo amaste desde el primer momento, un amor así de grande no se olvida hija

— Si se olvida, se olvida cuando la persona que amas juega contigo, te hace creer que te ama para luego decirte las peores palabras de tu vida, un amor así se olvida cuando la persona que creías tu amigo y el amor de tu vida se va sin más, cuando te deja un vacío sin importarle nada

— Maggi

— Olvídalo mamá, le prohibí a Gaby hablar de Erick y ahora te lo prohíbo a ti, para mi Erick ya no existe, ya no es nadie y voy a demostrarle a todos que se puede volver a amar— entro a mi habitación y cierro la puerta sin darle tiempo a mi madre de decir algo más.

Decir que dormí bien sería una gran mentira, no me quito la mirada de Erick cuando besé a Joel, es como si él supiera quien soy y como si estuviera celoso, es una tontería pensar eso pero así parecía 

— Mamá— Gabriela llega hasta donde estoy en el comedor, levanto la vista de mi tasa de café para mirarla— por qué no me llamaste? me cogió tarde

— Es temprano hija— murmuro mientras la veo caminar deprisa arreglándose

— Temprano? ¿Ya estás loca? 

— Cuidado con tus palabras Gaby, sigo siendo tu madre— ella ríe

— Luego discutimos eso, llegaré tarde a la escuela, mejor dicho, ya llego tarde

— No vayas hoy— me encojo de hombros y ella me mira como si hubiese hecho un milagro

— No puedes decirme eso

— Gabriela— me levanto y me acerco a ella— soy tu madre, si te digo que no vayas a la escuela es porque puedo, además, un día que faltes no importa

— No sé cómo es que eres rica— ella sonríe y yo la abrazo

— Te amo enana, vamos que te llevo — cojo las llaves del auto y camino hacia la puerta

— No me digas enana, tengo 9 años

— aún no

— pero casi, pensé que la abuela me llevaría, ¿no debes ir a la empresa? 

— No iré hoy — abro la puerta del auto y ella entra

— Por qué? — pregunta cuando ya he subido al auto

— Porque— pienso mis palabras y arranco el auto— necesito un día sin trabajar, llevo mi vida completa sin dejar de ir un día, la empresa no explotará porque yo falte

— la empresa no, pero el tío sí— ruedo los ojos — has visto a, ya sabes, a él? 

— hablas de tu padre? 

— No es mi padre, solo fue quien hizo el trabajo — yo niego y la miro

— Hija, no hables así, lo que menos quiero es eso

— Pero se lo merece no? — ella se encoge de hombros— vendrás también a recogerme

— Así es Gaby, compórtate— freno frente a la escuela, Gaby besa mi mejilla

— Compórtate tú y ve al trabajo— baja del auto y yo sonrío sin dejar de mirarla, menos mal que no se parece en nada a Erick. 

***
Erick
Comienzo a vestirme sin ánimo alguno de ir a ese lugar, donde estará ella, por qué no dejo de pensarla, es linda si, pero he visto mujeres bellas también 

— Ya te vas? — murmura la chica con la que dormí ayer, no sé de donde mi hermano la sacó, pero luego de ver a Mary con ese sujeto solo quería olvidar esos besos

— Tu deberías haberte ido ya— le digo, recojo la ropa de ella del suelo y se la lanzo— vístete y vete

— Es en serio Erick? — se ofende y no la entiendo, si ni siquiera sé su nombre 

— A que esperas? — le pregunto cuando ya está vestida frente a mí— vete ya, Aa claro— saco unos billetes de mi billetera — aquí tienes

— Crees que soy una prostituta? — me grita, coge el dinero y lo hace pedazos frente a mí— imbécil — camina hacia la puerta, pero mi hermano antes entra por ella

— Ya te vas hermosa? 

— no vuelvas a llamarme Lorenzo — le grita la chica que sale echa una furia

— Qué le hiciste? 

— Solo le dije que se fuera— me encojo de hombros — pensé que era una 

— No, no lo digas — mi hermano niega— eres un imbécil, pero ya vamos, nuestros socios deben estar esperándonos— yo solo asiento y luego de terminar de arreglarme ambos salimos, la verdad, no tengo muchos deseos de verla luego de lo de ayer, la rabia me consume sin saber el por qué y lo único que me hace sentir un poco mejor fuer haber visto como se fue sola, por qué ella me hace sentir estas cosas, nada tiene sentido. 

— Buenos días, chicos — nos saluda Manuel con una gran sonrisa cuando entramos a la sala de juntas, la busco a ella con la mirada pero sin obtener nada

— Hola Manuel hermano, bueno, queremos ver ese proyecto que tienen pensado— mi hermano se sienta sonriendo

— El proyecto es tuyo Manuel? — pregunto desde donde estoy 

— Es de Mag... Mary, yo no soy el arquitecto, yo solo me dedico a

— ¿Y dónde está ella? 

— bueno, al parecer no pudo venir, ella

— Acostumbra a faltar?, si bien sé, en el contrato está escrito que cuando haya reuniones debemos estar todos juntos, romper una de esas reglas trae consecuencias Manuel

— Ella no acostumbra a faltar, no entiendo que pudo pasar, quizás está 

— Nos iremos, dile a tu socia que mañana volvemos y que si falta tendrá graves consecuencias, es más, llamaré a mi abogado ahora mismo, recuerda Manuel, esta empresa es de ustedes y nosotros la estamos salvando — lo señalo con el dedo y salgo de esa sala, si Mary quiere jugar entonces jugaremos.



#1693 en Novela romántica
#583 en Chick lit

En el texto hay: pasado, niños, romance

Editado: 14.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.