Maggi
Camino por la orilla de la playa sin saber bien lo que quiero hacer, lo que menos quiero es ver a Erick, miro el mar, tan imponente frente a mí y me siento en la arena donde el agua toca mis pies
— Quieres nadar? — la voz de Joel me sorprende y lo miro, sonrío, está mojado con una tabla de surf en la mano
— Y si te digo que no sé nadar? — él se sienta a mi lado
— te diría que mientes fatal, es imposible que mi sirena no sepa nadar
— no soy tu sirena— miro sus ojos que brillan y me miran con intensidad
— alguien más te llama así?
— no— niego con la cabeza, él pone una mano en mi rostro y se acerca a mi
— Entonces eres mi sirena Maggi— susurra cerca de mis labios y entonces me besa, el beso es lento y pausado, su otra mano va a mi cintura y me atrae a él, poco a poco Joel intensifica su beso el cual parece querer más de lo que yo estoy dispuesta a dar y la mano que estaba en mi mejilla se pasea por mi cuerpo tocando todo a su paso
— Joel espera — murmuro cuando me acuesta en la arena — detente
— Te deseo Maggi — jadea contra mis labios— estamos solos— agrega, ya que estamos en una parte apartada de la playa
— No puedo — pongo mis manos en su pecho— aquí no puedo
— Podemos ir a un lugar más privado sirena, te deseo tanto— él besa mi cuello, pero yo lo empujo
— Dime algo— me levanto bastante rápido y arreglo mi ropa— qué quieres de mí? si lo que quieres es tener sexo entonces desde ahora te digo que no soy esa clase de mujer Joel, apenas te conozco
— No solo quiero eso sirena, pero me encantas ¿para que negarlo? — Joel se levanta y se acerca a mí— y para que esperar más
— No te conozco, apenas ayer tuvimos una primera cita, no soy de las que va acostándose por ahí con cualquiera Joel
— somos adultos Maggi y sé que también me deseas— una vez más se acerca a mí y me besa pero yo lo empujo
— ya basta, si quieres sexo hay miles de mujeres por ahí — camino lo más rápido que puedo alejándome de él mientras escucho mi nombre, mis pensamientos entonces viajan sin yo desearlo al pasado
Flashback:
El beso de Erick se intensifica, ya no es lento ni suave, ahora es apasionado y con mucho deseo, intento seguir su paso, pero me es casi imposible seguirlo, no voy a negarlo, tengo algo de miedo y estoy más que nerviosa, es mi primera vez y tampoco sé si seré lo que él quiere
— Te amo — dice contra mis labios separándose un poco y respiro buscando oxígeno, sus manos siguen en mi cintura de donde no se han movido, quiero estar con él y así se lo dejé claro, por esa razón ahora mismo nos encontramos en una playa privada que alquiló solo para nosotros, cuando llegué aquí hace más de una hora parecía un paraíso, así lo había preparado él, la cabaña estaba llena de velas y rosas, pero bueno, quería nadar para quitarme los nervios y terminé casi desnuda debajo de él.
— Erick también te amo— acaricio su rostro con mis manos— ¿ por qué te detienes? — él sonríe
— Te amo y te deseo, pero Maggi si aún no estás preparada podemos esperar, no estoy contigo solo para hacer esto, yo quiero más de ti, lo quiero todo
— Yo también quiero todo contigo y bueno... estoy nerviosa, no lo voy a negar, pero quiero estar contigo hoy y aquí — deja un beso breve en mis labios
— Solo se sincera siempre conmigo como yo lo soy contigo bonita, si algo te molesta dime, si algo no te gusta dime, si quieres que me detenga lo haré sin importar en que punto estemos, solo quiero que te sientas bien— sonrío y paso mis manos por su pecho
— No te detengas... no quiero que lo hagas...
Fin del flashback:
Me detengo frente a la cabaña, no sé por qué mis pies caminaron hasta aquí, no sé cómo llegué tan rápido a esta, mi respiración está descontrolada por mis pensamientos y quisiera olvidarme de cada uno de ellos, pongo mi frente contra un árbol esperando que mi pulso y respiración se controlen. De repente siento unas manos en mi cintura
— Por qué me seguiste? quiero estar sola Joel — digo sin mirar aún con los ojos cerrados
— Lamento decirte que no soy Joel — mis ojos se abren al instante y volteo bastante rápido para quedar a solo centímetros del rostro de Erick que me mira curioso
—¿ Qué haces aquí? — logro pronunciar mirando sus ojos
— Eso debo preguntar yo señorita de la Vega, ¿qué hace usted aquí? ¿ por qué no está en la empresa discutiendo el proyecto de su vida con sus socios? ¿nos dejó plantados a todos por andar con su noviecito? — sus manos aprietan mi cintura y mi pulso se descontrola aún más
— No tengo que darle explicaciones de mi vida señor Lambert, a usted no le interesa que hago aquí o que dejo de hacer— su sonrisa se amplía y mi mirada va a sus labios, Dios! ¿por qué juegas así conmigo?
— En realidad— él también mira mis labios— si debes explicarme qué haces en este lugar
— Es una playa, caminaba por aquí — me obligo a mirar sus ojos, pero estos siguen fijos en mi boca
— Es una playa privada, todo esto es una propiedad privada, no puede caminar por aquí
— ¿Cómo sabe eso? — él mira mis ojos, los suyos están llenos de ¿deseo? creo que ya me estoy volviendo loca y veo cosas que no son
— Porque soy el dueño— mis ojos se abren como platos — todo esto que ve es mío desde hace años y no quiero a nadie cerca de aquí — da un paso hacia mí que por instinto retrocedo chocando con el árbol, sus ojos van a mis labios una vez más
— Por qué la compró? — pregunto con hilo de voz
— Buenos recuerdos — es su respuesta y sin evitarlo muerdo mi labio inferior, Erick se acerca mucho más a mí y sus dedos liberan mi labio
— No debió hacer eso señorita de la Vega, todo tiene consecuencias — asegura y sin darme tiempo a procesar sus palabras ocurre lo que jamás me imaginé que pasaría.