El prometido discapacitado de mi hermana

CAPÍTULO 1 —El contrato

​—Señor, ¿está seguro de la decisión que está tomando? —Serguéi, el asistente de uno de los hombres más poderosos de toda Rusia, preguntó con el tono de quien cuestiona si es buena idea comerse esa empanada que lleva tres días en la nevera. La decisión de su jefe, después de todo, le parecía una locura.

—Sí, estoy seguro. Si mi abuelo quiere la unión de los Vasiliev y los Sokolov, tendrá que ser bajo mis términos. Veremos si la hermosa Olga Sokolov ama lo suficiente a su familia como para casarse con un discapacirado —los ojos de Uriel Vasiliev se oscurecieron al pensar en la que sería su prometida, seguramente saldría corriendo como corderito asustado cuando se entere de su situación.

Por un trato entre sus abuelos, ambas familias debían unirse en matrimonio. Aunque los abuelos de la familia Sokolov ya habían fallecido, el abuelo Alexander Vasiliev se encargaría de que se cumpliera el trato que hizo con su amigo muchos años atrás.

​—Entonces iré a comprar todo lo que necesita, señor, y a difundir el rumor... y de paso, buscaré un psicólogo para mí. —Serguéi salió del despacho con el peso del drama de su jefe sobre sus hombros, listo para añadir más leña al fuego de chismes.

​—Ya estoy aquí, ¿qué es lo que quieres para casarte? —el abuelo Alexander entró sin tocar la puerta, como si la mansión entera fuera el baño de su casa. Su nieto, Uriel, solo tendría el control de todo si se casaba y le daba un bisnieto. Por lo visto, el abuelo disfrutaba de la tortura psicológica.

—¿Quiere casarse? Aquí está el contrato. Si no lo aceptan, no habrá boda, ni bizcocho, ni fiesta... ni bisnieto, abuelo —Uriel le entregó el contrato, con la misma emoción que se le entrega una multa de tránsito.

—Sé lo que estás tramando, pero no lo vas a conseguir. Esa boda se llevará a cabo, como ha estado previsto desde hace años —Alexander tomó el contrato y salió del despacho de su nieto para enviarlo a la familia Sokolov, quienes lo esperaban ansiosos.

Al enviar ese contrato matrimonial, Alexander esperaba que la familia Sokolov lo aceptara y que su nieta mayor no tuviera ningún tipo de prejuicio que la llevara a negarse a casarse con su nieto.
En la mansión Sokolov, la hermosa Nyra corría por el jardín de un lado a otro mientras jugaba con su perro Max, un regalo de su padre, Mijaíl. Él la consentía mucho porque era la alegría de la familia. Siempre reía y corría por todos lados, y muchas veces, él había dudado que supiera lo que era caminar con calma.

—Señor, llegó esto para usted —una empleada le entregó el sobre a Mijaíl, y Nyra se acercó para saber de qué se trataba, como quien ve llegar a la vecina con el chisme y se para la oreja para saber de que se trata.

—¿Se trata de la boda de mi hermana? —Nyra se sentó junto a su padre, ansiosa de saber todos los detalles, ya que su vida carece de emocion.

—Sí, pero me temo que tu hermana va a pegar el grito en el cielo cuando se entere de esto, tapa tus oídos y prepárate para el drama —Mijaíl permitió que su hija leyera el contrato.

​—Pero que esté ciego no tiene que ser un impedimento para que sea un buen esposo, ¿o sí? —la chica observó a su padre con la misma curiosidad que si le hubieran dicho que los unicornios existen. "Papá, el amor es ciego, ¡es el esposo perfecto!", casi se le escapa, pero se contuvo por respeto a su padre.

—No, pero tu hermana no lo verá así. Sabes lo caprichosa que es; no va a querer esta boda. Pero esta vez no podré ayudarla. Esta boda se acordó antes de que ustedes nacieran y se cumplirá —Mijaíl dejó a Nyra sola para subir a hablar con su hija mayor, Olga. Mientras la menor de sus hija espera escucha rlo gritos de su hermana mayor.

Cuando Mijaíl le entregó el contrato a su hija, ella lo abrió emocionada, pero la emoción desapareció de su rostro al leerlo.

—¿Ciego? ¿Por qué nadie nos dijo eso antes?, yo quieto un esposo además de milloranario que p7eda disfrutar la vida conmigo y admirad mi belleza, ¿como va a admirarte si es ciego? —Olga estaba sumamente molesta con la noticia.

—Hija, es algo reciente. Tuvo un accidente y perdió la visión —Mijaíl intentó permanecer tranquilo para no discutir con su hija.

—Pero tiene cura, ¿no? —Olga no quería un esposo que no pudiera valerse por sí mismo, y que viera ño hermosa que es para que la admire todo el tiempo.

—Al parecer no, pero eso no es importante. Está sano y es fuerte, solo necesita una buena esposa que lo acompañe siempre, y esa eres tú —Mijaíl esperaba que su hija entendiera que todo estaría bien, a pesar de las limitaciones de su futuro yerno.

​—No me voy a casar con un ciego, papá —Olga dijo con la misma desesperación de una persona a la que le acaban de decir que la Wi-Fi no funciona. "¡Es una tragedia! ¡Una tragedia sin sentido de la vista!"

—Lo harás, porque de esa boda depende no solo la familia, sino miles de empleados. No tienes otra opción. Él llegará esta noche —Mijaíl salió de la habitación de su hija, mientras esta arrojaba todo lo que tenía sobre el tocador al suelo, molesta.

Nyra, que había escuchado todo, lamentó que su hermana tuviera que casarse sin amor y solo para salvar a la familia. A diferencia de Olga, ella lo haría feliz por su familia, así que decidió que ayudaría a su hermana a sentir algo por su futuro esposo.

​—Papá, ¿puedo ayudar en la preparación de la habitación del prometido de mi hermana? —Nyra tenía una meta clara y un plan de ataque. Haría que el futuro cuñado se enamorara de su hermana y que la ceguera fuera una simple anécdota, como si se tratara de la película 500 Days of Summer, pero con mucho más dinero y drama ruso.

—Los empleados se encargarán de eso, pero sé que de igual forma tú los ayudarás, así que adelante, encárgate —Nyra aplaudió y le dio un beso en la mejilla a su padre.

—Gracias, papá, no te arrepentirás —Nyra corrió y tomó su celular. Buscó cuáles serían las condiciones perfectas para la habitación de un hombre que no puede ver y se puso manos a la obra para dejar la habitación impecable.




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