—Señor, ¿está seguro de la decisión que está tomando? —Serguéi, el asistente de uno de los hombres más poderosos de toda Rusia, se atrevió a cuestionar la decisión de su jefe porque le parecía una locura.
—Sí, estoy seguro. Si mi abuelo quiere la unión de los Vasiliev y los Sokolov, tendrá que ser bajo mis términos. Veremos si la hermosa Olga Sokolov ama lo suficiente a su familia como para casarse con un paralítico —los ojos de Uriel Vasiliev se oscurecieron al pensar en la que sería su prometida.
Por un trato entre sus abuelos, ambas familias debían unirse en matrimonio. Aunque los abuelos de la familia Sokolov ya habían fallecido, el abuelo Alexander Vasiliev se encargaría de que se honrara el trato que hizo con su amigo muchos años atrás.
—Entonces iré a comprar todo lo que necesita, señor, y a difundir el rumor —Serguéi salió del despacho de su jefe y se puso manos a la obra.
—Ya estoy aquí, ¿qué es lo que quieres para casarte? —el abuelo Alexander entró sin tocar la puerta. Después de todo, esa mansión seguía siendo suya; su nieto solo tendría el control de todo cuando se casara y le diera un bisnieto.
—Este es el contrato para la boda. Si no lo aceptan, no habrá ninguna boda —Uriel le entregó el contrato a su abuelo, quien lo leyó con determinación, conociendo las intenciones de su nieto.
—Sé lo que estás tramando, pero no lo vas a conseguir. Esa boda se llevará a cabo, como ha estado previsto desde hace años —Alexander tomó el contrato y salió del despacho de su nieto para enviarlo a la familia Sokolov, quienes lo esperaban ansiosos.
Al enviar ese contrato matrimonial, Alexander esperaba que la familia Sokolov lo aceptara y que su nieta mayor no tuviera ningún tipo de prejuicio que la llevara a negarse a casarse con su nieto.
En la mansión Sokolov, la hermosa Nyra corría por el jardín de un lado a otro mientras jugaba con su perro Max, un regalo de su padre, Mijaíl. Él la consentía mucho porque era la alegría de la familia. Siempre reía y corría por todos lados, y muchas veces, él había dudado que supiera lo que era caminar con calma.
—Señor, llegó esto para usted —una empleada le entregó el sobre a Mijaíl, y Nyra se acercó para saber de qué se trataba.
—¿Se trata de la boda de mi hermana? —Nyra se sentó junto a su padre, ansiosa.
—Sí, pero me temo que tu hermana va a pegar el grito en el cielo cuando se entere de esto —Mijaíl permitió que su hija leyera el contrato.
—Pero que esté ciego no tiene que ser un impedimento para que sea un buen esposo, ¿o sí? —la chica observó a su padre con curiosidad.
—No, pero tu hermana no lo verá así. Sabes lo caprichosa que es; no va a querer esta boda. Pero esta vez no podré ayudarla. Esta boda se acordó antes de que ustedes nacieran y se cumplirá —Mijaíl dejó a Nyra sola para subir a hablar con su hija mayor, Olga.
Cuando Mijaíl le entregó el contrato a su hija, ella lo abrió emocionada, pero la emoción desapareció de su rostro al leerlo.
—¿Ciego? ¿Por qué nadie nos dijo eso antes? —Olga estaba sumamente molesta con la noticia.
—Hija, es algo reciente. Tuvo un accidente y perdió la visión —Mijaíl intentó permanecer tranquilo para no discutir con su hija.
—Pero tiene cura, ¿no? —Olga no quería un esposo que no pudiera valerse por sí mismo.
—Al parecer no, pero eso no es importante. Está sano y es fuerte, solo necesita una buena esposa que lo acompañe siempre, y esa eres tú —Mijaíl esperaba que su hija entendiera que todo estaría bien, a pesar de las limitaciones de su futuro yerno.
—No me voy a casar con un ciego, papá —Olga no estaba dispuesta a esa boda.
—Lo harás, porque de esa boda depende no solo la familia, sino miles de empleados. No tienes otra opción. Él llegará esta noche —Mijaíl salió de la habitación de su hija, mientras esta arrojaba todo lo que tenía sobre el tocador al suelo, molesta.
Nyra, que había escuchado todo, lamentó que su hermana tuviera que casarse sin amor y solo para salvar a la familia. A diferencia de Olga, ella lo haría feliz por su familia, así que decidió que ayudaría a su hermana a sentir algo por su futuro esposo.
—Papá, ¿puedo ayudar en la preparación de la habitación del prometido de mi hermana? —Nyra tenía una meta clara: que su hermana y su futuro cuñado se enamoraran, para que su hermana no sufriera después de la boda por estar casada con un hombre ciego.
—Los empleados se encargarán de eso, pero sé que de igual forma tú los ayudarás, así que adelante, encárgate —Nyra aplaudió y le dio un beso en la mejilla a su padre.
—Gracias, papá, no te arrepentirás —Nyra corrió y tomó su celular. Buscó cuáles serían las condiciones perfectas para la habitación de un hombre que no puede ver y se puso manos a la obra para dejar la habitación impecable.
Nyra se reunió con los empleados en la que sería la habitación de su cuñado para dejarla acorde a sus necesidades.
—Ahora vamos a remodelar esta habitación para que mi cuñado esté cómodo. Primero, liberen el pasillo. No dejen nada con lo que él pueda tropezarse. Desde la entrada hasta esta habitación, todo debe estar impecable. En un momento llegarán a instalar las luces con sensores de movimiento, que son perfectas para él. También colocaremos cortinas traslúcidas para dejar que la luz natural entre a la habitación. La alfombra del pasillo debe ser distinta a la de la habitación para que mi cuñado pueda distinguir entre el pasillo y la habitación —así comenzó Nyra a acomodar la habitación perfecta para las necesidades de su cuñado.
Mientras tanto, en la mansión Vasiliev, Uriel recibió el contrato matrimonial firmado por Mijaíl y Olga, quien lo había firmado en contra de su voluntad y por su padre. ¿Qué pasará cuando Uriel llegue a vivir en la mansión Sokolov?