El Próximo Viernes.

V

5. Del presentimiento de Lezza y la utilización de su sexto sentido.

Del presentimiento de Lezza y la utilización de su sexto sentido        

—...Mi mente siempre juega en mi contra. No esperes más de eso, porque así es. No puedo filtrar muy bien mis pensamientos... Perdona por todo este malentendido...

Hablaba de manera rápida y al terminar sintió seca su garganta por la larga y tediosa explicación de más de tres minutos. Lezza suspiró esperando la respuesta de su remitente quien exhaló. Una exhalación cansada y distante.

—En síntesis, quisiste decir que no tienes filtro y que te perdone por lo que has dicho, ¿verdad?

—En efecto. Perdona por cada...

—Basta Lezza. Ya me cansé de tus explicaciones.

—Lo sien...

—Y también de tus disculpas.

Bufó molesta. ¿Ahora no iba a permitir que se disculpara? Estaba tan acostumbrada a pedir disculpas aunque no fuera la causante de las cosas pero, como su madre le había inculcado "Mejor la aseveración de una mentira, a la deshonra desmoralizante" Casi no entendía a lo que se refería, pero eran cosas que no le convenían saber, según sus juicios.

— ¿Entonces qué debo hacer?

—Nada.

— ¿Quieres que vaya a una alberca a nadar?

Una sonora y estruendosa carcajada se escuchó al otro lado de la línea, a Lezza le pareció un sonido extraño. La mayoría de chicos que sus padres o amigos de sus padres le presentaban, se reían de manera parsimoniosa y fingida, pero ese nuevo sonido la descolocó. Se suponía que los chicos debían mantener su imagen al igual que las chicas pero al parecer este chico carecía de modales.

—Dios...No puedo con... esto

— ¿Qué es lo gracioso?

—Que yo te dije "Nada" en el sentido que no debes hacer nada contra lo que dijiste pero tú lo interpretaste de otra manera como un "Nada" de nadar. ¿Entiendes?

Sigo sin encontrarle la gracia.

—Careces mucho del sentido del humor.

Posiblemente. Estoy acostumbrada a la monotonía.

— ¿A qué se debe eso, chica aburrida?

—No soy aburrida, solo que mi entorno es el aburrido.

—Te haré un cuestionario para identificar que tan aburrida es tu vida.

—Lo sacaste de las ediciones de Roses and Pages seguro.

— ¿Roses and qué?

Su madre, Rosette Hyper, había fundado con una amiga una revista titulada Roses and Pages, dedicada para las mujeres que amaban ver las colecciones de primavera y los colores de temporada, pero siempre estaba esa sección llamada "Secretos rosas" en donde incluían cuestionarios, pruebas entre otras cosas para matar el tiempo. Demás está decir que en cada página del lado derecho se anunciaban los miles de productos que Hyper Dreams publicitaba.

— ¿No sabes que es Roses and Pages?

—Iniciemos de una mejor manera. ¿En qué país vives?

Sus pensamientos se esfumaron de su mente como si una carrera hubiese dado inicio. Ya ni sabía que decir ante el chico quién seguramente esperaba su respuesta. Si le decía que vivía en Jiferhill, con tan solo poner Lezza en el buscador, una serie de fotografías e información se desplegaría. Ya había hecho la prueba antes y los primeros resultados siempre arrojaban artículos de Roses and Pages en donde aparecía promocionando esta y tal colección y luego en los agradecimientos de su madre especificando que era su hija y también que su padre era el magnate de Hyper Dreams. No tenía una salida favorable si le decía su verdadera residencia, por lo que pensó rápido en una estrategia salvadora.

—Vivo en Gumbergall.

—¿Gumbergall? Vives en el paraíso estudiantil.

—Algo así. Es común ver chicos en las calles con carpetas y todo eso.

— ¿Vas a la universidad?

—Aun no. Pero este año pretendo optar a una beca para el próximo.

—¿Aspirante a fotógrafa?

—Algo así.

—Eso no parece monótono Lezza.

—Porque es sólo una aspiración.

—Así que... ¿Este año te graduarás?

—Sí. Pero tú aún no me has dicho nada de ti, solo tu afición por los gatos y tu nombre.

—Pues yo vivo en Terrent. Y... Mejor no hablemos de la universidad...

— ¿Terrent? Nunca había escuchado esa ciudad.

—Es un país. Más bien, un micro país. Conozco tu país porque quien no conoce Sandersfields, donde se ubican las mejores universidades, imperios de la moda, en fin, una potencia. En cambio Terrent es del submundo. Por ello ni siquiera lo has escuchado.

—Bueno... Creo que debo investigar más, y... ¿por qué no quieres hablar de la universidad?

—Fui expulsado.

— ¿Cómo?

—Me expulsaron por... Malas decisiones. Es todo lo que diré.

A Lezza le funcionaban todos los sentidos, incluido el sexto. Y algo en su interior le predijo cuidado, algo alertó a sus sentidos de que quizá estaba cometiendo un error... Pero nunca había experimentado una clase de error tan confortante.

Nuevo capítulo!!! Vamos a toda máquina con esta historia, tal vez es la inspiración, no se porque pero le tengo un cariño especial a mi Paul :')        




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