El reflejo de mi alma

Amiga

Las semanas caían una sobre otra, las clases, los dramas personales, las tareas, las ocupaciones, el estrés. Todo parecía ir pasando en un borrón. Ella había decidió comenzar una relación con su mejor amigo, a quien ahora llamaba novio. Y eso la mantenía ocupada en ese nuevo “universo” de las relaciones románticas, ya que era su primera relación de ese tipo. Se lo comento a Él, luego de que su novio le regalare una Tablet que por ese tiempo no eran tan comunes. Cuando le comento algunas cosas sobre la edad, trabajo y ocupación de su novio. Él estrecho los ojos, tenía los ojos rasgados, así que con ese gesto casi parecía que los cerrara, a Ella le causo gracia, quizás a Él le parecía demasiada la diferencia de edad. Su novio era 10 años mayor. Eso a ella no le parecía importante en lo más mínimo. Siempre había tenido una tendencia a relacionarse con personas mayores, quizás porque se consideraba madura, “adelantada” a su edad biológica. Quizás fuera solo su percepción, el tiempo lo diría.

Y mientras los meses pasaban, Ella y Él, conversaban más a menudo, incluso entre clases, comenzaron a sentarse juntos en las clases que compartían, a caminar de un lado a otro de la universidad y a escuchar música con los mismos auriculares, ella de un lado y él del otro. Lo que comenzó a dar pie a una serie de comentarios sobre si tenían “algo”. La confirmación de las habladurías, fue en una clase, Ella vio en la universidad a la esposa de Él. La reconoció por haber visto antes fotografías. Después le comentaría esto a Él, y este a su vez, le pregunto al profesor con el que tenían cierta confianza por su forma abierta y jocosa de ser, que si había visto a su esposa. Y el profesor sin tener en cuenta de los demás estudiante presente. Dijo sin ningún estupor:

—¿Esposa? Vos tenéis esposa… -hizo un gesto con la mano —pero si yo pensé que le estabas cayendo a la compañera —señalo a Ella— como frecuentemente los veo juntos, hablando, caminando, se sientan al lado en las clases. Además la compañera ha venido varias veces con el cabello arreglado, pensé que estaban en “algo”.

El silencio en el salón, fue expectante. Ella sentía que se estaba ahogando con algo, no podría creer que el profesor hubiera dicho eso. A la vez sintió molestia, que falta de tacto y prudencia. Si pensaba eso, pudo haberse callado. Ganas no le faltaron de tirarle algo y eso que Ella era poco violenta. Él, por su expresión y gesto le paso lo mismo. Apretó los puños y su cuerpo se puso rígido y con un tono defensivo dijo:

—Siempre piensa eso, pero no. Mis relaciones de amistad con mujeres suelen ser así.

—Ajá —respondió el profesor y continuo la clase como si nada hubiera pasado.

Luego de la clase, Él se acercó y le comentó sobre lo que había ocurrido y que aquello era común. Ella le respondió:

—Para mí no, no soy de muchas amistades y de amigos menos, los puedo contar con una mano y aun me sobran dedos, de cualquier forma. No me importa lo que crean. Soy tu amiga.

Y le sonrió como para que no le quedaran dudas.



#311 en Joven Adulto
#4822 en Novela romántica
#1443 en Chick lit

En el texto hay: amor, dolor, diario intimo

Editado: 25.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.