Hacía casi dos meses que no se veía con ÉL. Prácticamente desde el día que le leyó la firma. Se preguntaba si quizás había desertado. Había intentado llamarlo pero su teléfono sonaba apagado. Le dejo unos mensajes de texto y tampoco obtuvo respuesta. Y un día cualquiera sin pensarlo lo vio, Ella iba saliendo de la universidad y Él entrando. Quizás a unos 12 metros, lo vio caminar en paralelo, pero en sentido contrario. Se alegró tanto verlo, que se detuvo de inmediato y lo llamo. Pero, El no parecía escucharla, ella tenía algunos problemas de visión, pero le pareció ver que llevaba auriculares. Y como en una tonta escena de Anime Shojo, casi que salió corriendo detrás de él, mientras gritaba su nombre.
Al fin pareció escucharla. Reparo que era que ella, se detuvo y se quitó el auricular, parecía cansado. Cuando Ella lo alcanzo sin saber (de nuevo) por qué, lo abrazó, rápidamente lo soltó. Hasta ese momento siempre se habían saludado de mano. Él parecía sorprendido pero no demasiado.
—Hola, ¿Cómo estás? Hace mucho que no te veía —dijo Ella disimulando el impulso de un momento atrás.
Y él como todo un caballero le respondió, que se había alistado en la marina. Y que por eso casi no lo veía en la universidad.
—Por eso tienes el pelo corto —dijo Ella con pesar, mirando el corte al ras que llevaba, que pena, Él tenía el pelo tan bonito, negro y abundante. Aquel corte no le favorecía para nada.
De nuevo se sintió rebobinando una escena de YA. Rio para sus adentros, mientras que Él le explicaba en pocas palabras su nuevo ritmo de vida. Así que esa era la razón de su ausencia. Su charla no fue larga. El tenía clases y ella algo importante que hacer en la tarde. Se despidió de él con la mano. Se alegraba mucho de haberlo visto y de saber el motivo de su ausencia. Siguió caminando con una sonrisa boba en la cara por su reacción.