Ella y Él compartían varios intereses entre ellos su amor por la naturaleza y los árboles, solían sentarse a hablar bajos los frondosos árboles que estaban por toda la universidad, Él constantemente le decía los nombres de los árboles, pero a ella se le olvidaban. Los reconocía y diferenciaba, pero no podía recordar los nombres. Nunca. En ese sentido no era tan dendromana, como debería.
Muchas veces las conversaciones entre ellos discurrían sobre árboles, ella amaba eso y también admiraba que Él supiera tantas cosas, era como una enciclopedia andante, ella leía mucho, pero la mayoría de cosas o conceptos exactos los olvidaba, mientras tanto él parecía recordar ese tipo de información con precisión.
En una de esas conversaciones en la ruta de camino a donde ella tomaba el transporte para su pueblo y que pasaba por el barrio donde él vivía; no muy lejos de la universidad, al frente de unos campos de golf había un árbol que a él lo intrigaba y siempre que pasaba por allí, lo comentaba hasta que un día decidieron bajarse a verlo de cerca en compañía de su amigo profesor. Ellos tres a un lado del camino y bajo un árbol de dudosa procedencia a ella le causaba eso gracia. Seguro parecían tres locos de esos hippies pero también era divertido, poder hacer aquello, tener amigos amantes de la naturaleza.
Lo detallaron de cerca y era una especie autóctona de la zona pero no sabían decir si era un Cují o un Dividivi. Así que Él con su talento para el juego de palabras decreto que era un Cujidivi.
Estuvieron una media hora más ahí y se turnaron para tomarse unas fotos, las primeras fotos que se tomaban voluntariamente en todos sus años de estudio juntos. Y para ser sincero, no quedaron muy linda o quizás era por la situación país se veían muy delgados, como si un viento recio pudiera llevárselo en un tirón, eso pensó Ella al ver las fotos en la pantalla del teléfono pero lo importante no era como se veían. Si no como se sentían y pensó que para todos ellos, fue una bonita experiencia.
Con el paso de los años, en las pocas ocasiones, que ella volvió a pasar frente a ese lugar, recordaría con calidez esa hora que pasaron allí. Guardaría en su memoria ese recuerdo como uno de los mejores momentos de su vida universitaria.