El reflejo de tu alma

Capítulo 5

Camila: en ese sentido tiene razón. Porque yo estoy capacitada para ser su asistente personal, aunque nunca he desempeñado ese puesto de trabajo y seguramente ya se imaginara la razón de eso.

Alejandro: eso me lo puedo imaginar. Nada más que a mi lado tendrá la oportunidad de trabajar y qué mejor lugar que mi empresa donde podrá aprender muchas cosas.

Camila: ahora sí debo de irme para poder volver nuevamente a su lado. Además, sé perfectamente dónde está la oficina de recursos humanos.

Alejandro: espero que no tarde demasiado tiempo, señorita Johnson. Porque tenemos mucho trabajo que hacer y como mi asistente lo tendrá mucho más.

Ella se levanta de su asiento para salir de la oficina de Alejandro. Él era de las pocas personas que no tenía paciencia y necesitaba tenerla si quería enamorarla como era debido. Ella estaba en otro lado de la empresa firmando su contrato y cuando termina de hacerlo ella regresa a su oficina.

Camila: al fin soy oficialmente su asistente. Estoy lista para desempeñar mi trabajo y necesito saber en dónde se encontrará mi escrito para poder empezar.

Alejandro: tu escritorio estará afuera de mi oficina, pero te necesitare la mayor parte del tiempo y serás la única persona que tendrá acceso a todo lo referente a la empresa para que te puedas familiarizar con las funciones que se desempeñan en este lugar.

Camila: pienso que eso no es necesario. Eso lo aprenderé con el tiempo y si me disculpa debo de irme a mi escritorio antes de que se haga más tarde.

Alejandro: antes de que te retires te daré mi agenda personal y cada vez que tenga una reunión de negocios me acompañaras. Eso significa que siempre estarás a mi lado.

El abre un cajón de su escritorio para darle su agenda, ella se la recibe y cuando lo hace sale de su oficina para dirigirse a su nuevo lugar de trabajo. Camila se sentía feliz, ya que consigo por sí misma esta oportunidad que tiene de trabajar en unas de las empresas más importantes de la ciudad y así el tiempo siguió su curso hasta que al fin llegó la hora del almuerzo. Ella se levanta de su asiento para ir a la cafetería y Alejandro se queda en su oficina hablando con su amigo.

Michael: me imagino que es demasiado difícil para ti tenerla cerca y debes de tener paciencia. Porque ella es una persona que merece que la enamoren y sé qué harás lo correcto.

Alejandro: eso lo sé más que nadie y ella es la indicada para mí. Nada más que lo volví a comprobar cuando hablé con Camila y estoy seguro de que la amaré con demasiada intensidad.

Michael: espero que no seas celoso con tu futura esposa. Además, los celos son algo difícil de evitar y mucho más si ella despierta el interés en otros hombres.

Alejandro: seguramente esto lo estás haciendo con el único propósito de que me enoje. Sabes perfectamente que nadie ha despertado en mí ese sentimiento.

Michael: no estés tan seguro de que eso no pasará y me gustaría verlo cuando suceda. Ahora ella debe de estar en la cafetería y los demás empleados se preguntarán porque la elegiste para que fuera tu asistente personal, si hace años que no tenías a nadie que ocupara ese puesto y sobre todo tus padres se harán esa misma pregunta cuándo la conozcan, pero a ellos les tendrás que dar muchas explicaciones. Solamente que su apariencia no cumple con los requisitos requeridos para que esté en la empresa.

Alejandro: algo que aprendí de mis padres es que no debemos de juzgar a las personas por su apariencia. Ellos estarán felices cuando se las presente como mi futura esposa y los empleados guardarán silencio al saber que ella será la señora Silverman.

Michael: tenías pensado todo a la perfección. Necesitabas darte la oportunidad de amar y por lo visto no tardarás en expresarle tu amor a ella, así que debes de ser más prudente y si yo estuviera enamorado no dejaría a mi mujer en ningún momento sola sabiendo que alguien más se tome el atrevimiento de mirarla.

Alejandro: no pienso permitir que ella se separe de mí por mucho tiempo. Necesito aprender a darle su propio espacio por lo mientras que se acostumbra a mi presencia.

Michael: conociéndote como lo hago eso es imposible. Porque eres una persona demasiado impulsiva, aunque prácticamente nunca lo demuestres.

Alejandro: siempre he sabido controlarlos. Solamente que con ella será diferente y no sé qué esperar de lo que estoy empezando a sentir, pero eso me gusta.

Michael: precisamente te gusta porque estás experimentando nuevos sentimientos. Nada más que al fin termino la hora del almuerzo y debo de retirarme para que la señorita Johnson pueda entrar a verte.

Él se despide de su amigo y sale de su oficina. Alejandro ahora tenía que pensar con qué pretexto llamaría a Camila para que ella entrara, él no necesitaba hacerlo y debía de recordar que él era su jefe. Ella había llegado de almorzar y se estaba familiarizando con su nuevo trabajo y en ese mismo instante que lo estaba haciendo suena el intercomunicador. Ella le contesta y su jefe le dice que entre a su oficina, Camila se levanta de su escritorio y antes de hacerlo toma la agenda personal del señor Silverman para entrar. Ella suspira al momento de hacerlo y toca la puerta para pasar cuando él se lo dice y Camila lo hace. Ella no puede evitar sentir la mirada de su jefe, eso la hacía sentir nerviosa y esperaba que él no se diera cuenta de eso.




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