El regreso (navidad en casa)

El Regreso. Capitulo6: Los problemas no paran

 

  A veces Lucille sentía unas enormes ganas de preguntarle al universo qué tenía en contra de su felicidad, ella y Eddy habían regresado a la casa Small. Muchas cosas pesaban en sus mentes, aún no asimilaban todas las confesiones y sucesos de las últimas horas, Eddy se puso una bolsa de hielo sobre el ojo en cuanto llegaron y Lucille le prestó un abrigo que debía pertenecerle a Bruno. Ella preparó dos tazas de chocolate caliente antes de ir a saludar a su abuelita quien comenzaba a llevarse bien con Marte (Ese gato tenía un talento único para conseguir que lo quisieran las personas, en la ciudad siempre encontraba la forma de escaparse a visitar a mis vecinos). Parecía que podrían pasar la Navidad tranquilos cuando Laura le marcó por teléfono, pidiendole de favor que fuera rápido a su casa.

 

- ¿Necesitas que lleve algo? ¿Estás bien?.- Preguntó Lucille recogiendo sus llaves y abrigo de camino a la puerta.

 

- No, sólo te aviso que Mathew está aquí. Es el padre de mi hijo así que ni se te ocurra volver a portarte grosera con él.

 

- Odiaría ser grosera con el hombre que me engañaba con mi hermana...

 

- Y ni se te ocurra traer a ese amiguito tuyo, no va a poner un pie en mi casa.- Su hermana tenía ese tonito pedante que tanto odiaba escuchar en sus clientes cuando se entercaban en algo aunque no tuvieran la razón.

 

- ¿Y si no voy?- No quería ir a casa de Laura, mucho menos si Mathew se encontraba ahí.

 

- Tendré que gritarte por teléfono.

 

- Lo prefiero así.

 

- Ya en serio Lucille, ¿Por qué tuviste que regresar? Arruinas todo.- Laura sonaba enojada, como si por fin dijera lo que pensaba tras años de silencios y conversaciones a medias .- Mathew estaba bien, ¿Por qué llenarle la cabeza con planes de reconciliación si no planeabas regresar con él?

 

- No le dí ninguna idea, literalmente sólo le he dicho que se aleje de mí. 

 

  Eddy puso los ojos en blanco, eso era típico de Laura: tomaba decisiones irracionales, se formaba juicios de las personas sin conocerlas y solía tomar el lado de Mathew en cualquier situación, incluso en discuciones entre el oficial y su propio esposo. Era la menos querida de los Small restantes y con justa razón, nunca apoyaba a la comunidad sin importarle los destrozos que causaban sus hijos, un año destruyeron los crisantemos de la señora Carol, al siguiente rompieron las ventanas del café de Eddy, culminando en su gran actuación unos meses atrás cuando uno se ocultó mientras el otro convencía al pueblo entero de buscarlo en el bosque, buscaron por horas, ni Laura ni Mathew los regañaron.

 

- Mas te vale venir, vamos a poner unas cuantas reglas.

 

- ¿Tengo que obedecerte? Perdóname pero no, estoy aquí como un favor a Luisa, no te debo nada .- Le tembló la voz al decirlo, así de enojada estaba: que a pesar de estar acostumbrada a los litigios no lograba controlar su tono .- Si tienes un problema con eso puedes encontrar a la culpable en el espejo. Buen día. 

 

  Lucille colgó el teléfono con un poco de más fuerza de la necesaria (en realidad quería lanzarlo pero no podría reemplazarlo) y se frotó los ojos con ambas manos. Dioses, la familia era complicada, se había desacostumbrado a su hermana mayor y su increíble habilidad para el drama. Sus padres siempre fueron los árbitros en sus ocasionales altercados, capaces de hacerlas ver lo ridículo de las peleas. Por eso temía regresar, ese tipo de reacción confirmaba sus peores temores. 

 

- ¿Estás bien? Te preparé un café.- Dijo Eddy regresando de la cocina con una humeante taza .- Escuché un poco de su conversación, no fue lindo.

 

- La familia rara vez es linda .- Respondió tomando la taza entre ambas manos.

 

- Te la cambio cuando gustes.- Bromeó él.

 

- Nooooo gracias. 

 

  La familia Markson vivía a las afueras del pueblo, en una casucha oculta en el bosque. Los niños temían acercarse al lugar cuando veían la camioneta con vidrios polarizados que indicaba la presencia del padre de familia. Los rumores decían que una vez el señor Markson le disparó a una persona por acercarse a su propiedad (en realidad se deshizo de uno de sus hombres que planeaba traicionarlo, su olvidado cadáver fue enterrado bajo la casa y pusieron calcio para contener el olor, si alguien preguntaba decían que su gato falleció), Lucille le temía aún más que sus compañeros, no creía en rumores o leyendas, ella veía la forma en que Eddy parecía encogerse en presencia de su padre o su hermano y eso la asustaba peor que cualquier cuento de monstruos bajo la cama.

 

- Mamá, ¿los papás de Eddy son malas personas?- Le había preguntado una soleada tarde mientras regresaban de la biblioteca, ese día estaban las dos solas pues Laura tenía una fiesta, Luisa un trabajo en equipo y Lewis iba a jugar con sus amigos. 




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