Las palabras de Eddy flotaban en la niebla de su mente, repitiendose y haciendo eco. Era todo lo que podría desear y aun así no lograba decir nada; "Di algo, lo que sea" pensó, cualquier palabra sería mejor que el tenso silencio que siguió a la confesión, no sabía que decir y él lucía más incómodo a cada instante, miraba el suelo como si quisiera que la tierra se abriera y le hiciera desaparecer.
- Yo tambien te quiero en mi futuro, pero debes entender, soy una persona que siempre supo qué quería, ahora por primera vez no estoy segura de nada. No tengo respuestas a muchas cosas y tal vez no las tenga en mucho tiempo .- Respondió ella, sus palabras un poco apresuradas, al igual que el latido de su corazón .- Sólo sé que te quiero, Eddy Markson, eres mucho más que un simple amigo y no quiero lastimarte...
- Entonces no lo hagas, no me alejes. Podemos volver a empezar juntos en otro lugar o comenzar aquí ... lo resolveremos ¿Estás de acuerdo? Yo respetaré lo que decidas, no soy Mathew, nunca te pediría que renuncies a tu trabajo o estudios por mí.
- Esta es la parte del discurso donde me besas .- Susurró ella, dando un paso hacia él, acortando la distancia entre ambos. El la miró, sus ojos fijos en sus carnosos labios.
Eddy colocó sus manos a ambos lados de su rostro, su pulgar acarició con suavidad su mejilla, una afectuosa sonrisa se reflejaba en sus ojos. La besó, la duda clara en sus lentos movimientos, ella respondió acariciando su oscuro cabello y sonriendo en el beso. Fue suave, delicado, uno de esos besos que son difíciles de olvidar.Se sentía bien, correcto incluso, como si por fin el destino recuperara su curso. Siempre habían sentido esa calidez en el pecho al estar juntos, siempre fue amor, un amor nacido de la amistad, el más fuerte y puro de los amores.
Se separaron, sus manos entrelazadas, respiraciones agitadas y ojos con pupilas dilatadas. Lucille sonrió, entonces se escuchó el inconfundible sonido de un vidrio al romperse. Ambos avazaron hasta la escalera, donde se detuvieron a mirar, no se veía movimiento alguno o señales de problema (aparte del ruido ). Con los corazones acelerados bajaron las escaleras, cada paso un estruendo en la silenciosa casa. La sala estaba oscura, anochecía temprano en el invierno y Lucille había olvidado encender las luces antes de subir a su cuarto. Lograba escuchar los susurros de la enfermera, así que podía asumir que su abuela se econtraba bien.
No tardaron en ubicar la ventana rota, justo enmedio de la sala a la altura del sillón se veía un ladrillo y trozos de vidrio llenaban la superficie.
- Voy a encender la luz .- Dijo Eddy avanzando cautelosamente hacia el interruptor.
- Espera, creo que hay alguien afuera...
Mathew miró el lago congelado, sabía que estaba prohibida la entrada al parque durante el invierno pero era el típico rebelda que dice "Las reglas se hicieron para romperse", las reglas eran para idiotas o perdedores, esperaba a Lucille (ella creía que era mala idea adentrarse en el bosque en pleno invierno pero logró convencerla de acompañarlo), de cierta forma Lucille era la única novia a quien veía como algo más que un encuentro casual (Laura era muuuucho encuentros casuales), era lo suficientemente ingenua para irgnorar sus aventuras y era interesante, lograba mantener su atención.
"¿Vas a dejarla" Le había preguntado Laura en una ocasión, sus ojos de color café verdoso llenos de resentimiento .
" Depende, ¿Qué haras si la dejo?"
" Tantas cosas... mereces algo mejor. "
"Y tú eres mejor " Respondió con solo un toque de sarcasmo en su voz. Si bien Laura era más sexy que su hermana, Lucille era hermosa, tenía esa belleza delicada que lo volvía loco.
" Por supuesto"
Sin importar qué pasara Laura siempre estaba de su lado, era igual o incluso más rebelde que él y disfrutaba las mismas cosas. Era a quien llevaba siempre a sus escapadas a la ciudad (sin que Lucille se enterara, por supuesto). Tenía lo mejor de ambos mundos, es por eso que arregló aquella cita con su novia, quería convencerla de quedarse después de graduarse. Ella tenía ese estúpido sueño de irse a la ciudad para estudiar ¿Porqué hacerlo? Podían quedarse y ser felices juntos.
- Lucille, por aquí...- Le indicó cuando la vió llegar a las orillas del lago.
- Sigo pensando que esto es una terrible idea, algo podría pasarnos...
- No seas fastidiosa, nada va a pasar ¿De acuerdo? .- Aclaró él, sus ojos fijos en ella .- Quería decirte algo importante, mi padre renunciará en un par de años a su puesto, eso dejaría libre la posición de sheriff. ¿No sería perfecto para mí? Podríamos comprar una casita al centro del pueblo.
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Editado: 17.04.2021