El Reino de Fleur "Cuatro corazones y una princesa"

Capítulo XXIII "Consecuencia de ocultarse"

Erick y  Pierre habían estado esperando por mucho tiempo y aun Kena no aparecia, los dos aun no habían desayunado así que Erick se rindió y se fue a preguntarle a la sirvienta que había salido de su habitación acera de donde estaba Kena. 

"Disculpe sabe donde esta Kena? aun no ha salido y ya lleva tiempo" le dijo, "que raro si yo le avise y ya hiba a salir, ya debería de estar aqui" le respondió confundida la sirvienta.

Pierre mientras escucho la conversación sin decir nada y se fue directamente con mucha rapidez a la habitación de Kena. Erick al ver su comportamiento lo siguio, los dos llegaron y vieron que no había nadie.

"Como me lo imaginaba, se ha escapado" dijo Pierre serio y con algo de enojo, "todo es tu culpa" miro a Erick y le dijo con tono fuerte. El lo miro perplejo y no entendía de que hablaba, "de que hablas? porque yo tengo la culpa? si eres tu el que la intimida" se defendió Erick. Pierre lo agarro de la camisa de la parte de cuello diciéndole "Si tu no hubieras hecho todo lo que hiciste anoche ella no se sentiría confundida y no hubiera huido".

"Basta ustedes dos, no podemos perder el tiempo con sus peleas, debemos encontrarla" se escucho la voz de la dulce sirvienta tratando de detenerlos. "Tiene razon, lo que importa es encontrar a Kena"dijo Erick empujandolo. 

Pierre salió de la habitación para buscarla, nervios y demasiada preocupación lo llenaron, puede que en ese momento no había guerra pero "y si alguien la secuestro? si alguien le hace daño" penso.

Erick le dijo a la sirvienta "hay que avisarles a los demas, hay que buscarla". Todos comenzaron a buscarla pero no había pista de ella.

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El aire chocaba con las ramas de los árboles creando pequeños remolinos que hacían que las hojas se cayeran, algunas de ellas cayéndose sobre Kena.

Se desperto poco a poco, el sol había cambiado de dirección y eso le sorprendió, había estado durmiendo por horas y ya era en la tarde. Se levantó, ordenó las hoja que había encontrado y se las llevo. 

Cerró la puerta del jardín rápidamente y comenzó a caminar hacia el pasillo cuando comenzó a escuchar pasos y muchas voces.

"Princesa! en donde se encuentra?" se escuchaba uno, "Princesa porfavor diga algo" decía otro. -Que hare? no debí haber desaparecido tanto tiempo, sabía que harían un escandalo- Kena pensó. Siguio caminando con sigilo cuidándose que nadie la viera pero choco con alguien. y se cayó, soltando las hojas.

"Kena, eres tu" Erick la abrazo y le dijo con alegria, "estábamos muy preocupados por ti" le siguió diciendo, se separaron y ella recogió las hojas aun agitada. "Lo siento de verdad, solo necesitaba algo de espacio y tiempo para mi pero me alegro que estés aquí Erick" le respondio con una sonrisa. "Pierre y yo temíamos que algo te hubiera pasado" le dijo volteando hacia atrás de el dónde ahí permanecía Pierre, Kena no había notado que el estaba ahí hasta que lo vio con sus ojos vacíos y parecia paralizado. "Pierre lo siento yo no queria....." hiba a terminar de decir Kena pero Pierre la abrazo con suavidad callado al principio hasta que dijo "todo esta bien, que estés bien es lo único que me importa", esa respuesta le provocó un escalofrío en todo el cuerpo, el jamás había actuado así -está controlando su enojo, aunque lo haya dicho así hay frialdad en el se quedo pensando mientras aun se abrazaban.

Las hojas que estaban en el piso en la parte de abajo venia el nombre del príncipe Frank II, el hermano de Kena, ese nombre hizo que odio y enojo entrarán a el, ese nombre le hacía sentir deseos de venganza, los recuerdos comenzaron a volver a su mente.

 




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