El Rey Vampiro

CAPITULO 8

Narra Jeremy:

Me estaba jugando que Stone colocara mi cabeza en bandeja de plata. Pero la forma en que trató a Anni no me gustó, ella es rebelde y caprichosa algunas veces, pero eso no le da el derecho de humillarla y menos maltratarla de esa forma.

Sé de antemano que es una maldita locura, Draggon tiene espías por doquier, estadísticamente tenemos un 1.5 % del 10% de probabilidad de lograr escapar, pero mientras que exista ese porcentaje, habrá esperanza.

La suerte está de nuestro lado, Stone llama a papá por un asunto que requiere de su menester, nos avisa que regresará tarde. Sé que papá nunca me lo perdonará, pero él no ve las cosas como yo, está ciego de lealtad hacia Draggon, prefiere contarse un brazo antes que cuestionarlo de alguna forma. Me dirijo a la habitación de Anni, está sentada sobre la cama con las manos puestas en su regazo, junto a ella, una pequeña mochila, imagino que con algunas cosas personales.

Me mira nerviosa, se muerde el labio inferior, recogió su pelo en una coleta. Le hago señas que es hora y se coloca a mi lado. Al igual que ella, solo cargo unas cuantas pertenencias y suficiente dinero en efectivo. Ingresamos al coche y noto como se muerde las uñas, está asustada, su acelerado corazón la delata.

-Si quieres lo posponemos. –Le hago saber.

-No, no por favor. –Me ruega.

Asiento con la cabeza, el sonido del motor advierte nuestra huida. Salgo de Villa Olivia y una vez en carretera, acelero a toda velocidad, la ventaja es que al ser tan tarde el camino está despejado. Llegamos a una bifurcación e ingreso por un trayecto de tierra, a los pocos metros parqueo el auto.

-¿Dónde estamos? –Me pregunta ella abrazando la mochila.

-Cambiamos de coche, conocen el mío.

-¡Oh! –Expresa sin ganas.

Le sonrío y le pido que me siga. Destapo el otro carro que tenía cubierto con una manta y ambos ingresamos.

-Lo tenías todo planeado. –Me afirma.

-Sí, fue después que ese tipo te saco a la fuerza de la casa y se atrevió a lastimarte, no permitiré que te vuelva a poner una mano encima.

Me abraza entre sollozos, la beso en la mejilla. Salimos al asfaltado camino y me pongo en marcha. Conduzco toda la madrugada. Annia está dormida siento un poco de nostalgia, extraño a la pequeña traviesa que le ponía los nervios de punta a papá. Pero ya no es aquella chiquilla, se convirtió en mujer y una muy hermosa. Siento el deber de protegerla, ¿Qué no hacen eso los hermanos?

El amanecer lastima mis ojos, me coloco los lentes oscuros, he manejado cerca de seis horas sin detenerme, y continúo mi ruta hasta desviarme hacia un pequeño café junto a la carretera, sé que pronto Anni despertará y tendrá hambre, la muevo con cuidado.

-Ummm. –Murmura aún semidormida.

-Hora de desayunar. –Le digo.

Abre los verdosos ojos perezosamente y me sonríe.

-No me tardo. –Le indico.

Ella asiente y me bajo del vehículo, con dirección a la cafetería, pido para llevar una dona y un juego de naranja, no me demoro más de diez minutos. Cuando regreso ella recibe de buena gana lo que será su desayuno. Aproveché para comprar un emparedado y una gaseosa, pensando en la hora del almuerzo.

Me pongo en marcha de nuevo, haciendo una única parada para abastecer el tanque de gasolina. Manejo otras cuatro horas, son cerca de las 11:00 a.m. No me detengo, no puedo darme ese lujo. Horas después, comienzo a disminuir la velocidad, veo mi reloj de mano, son las 6:00 p.m. Ingreso por una calle estrecha, recorro alrededor de un kilómetro hasta detenerme cerca de una cabaña. Annia mira los alrededores con curiosidad.

-¿Qué es este lugar? –Consulta maravillada.

No la culpo, a escasos metros de la cabaña hay un muelle que da a un pequeño lago, rodeados de naturaleza.

-Es de una amiga, visita Europa.

-¿Y cómo entraremos? ¿Es legal hacer esto? –Frunce el ceño

-No te preocupes, ¿Por qué crees que sé que está en Europa? Me ha pedido que cuide su casa en su ausencia. Pensaba traerte bajo otros términos pero dadas las circunstancias.

-¿Es humana? –Sigue el interrogatorio

-Sí, podemos ser amigos de humanos ¿Sabes? –Le sonrío

Me sonríe de vuelta y procedemos a entrar. Levanto una maceta y saco la llave. La cabaña es enorme y muy lujosa, puedo ver a Anni abrir la boca impresionada, admirando todo.

-¿Cuál será mi habitación? –Expresa entusiasmada.



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En el texto hay: vampiros, amor, sangre

Editado: 07.01.2019

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