El Rey Vampiro

CAPITULO 10

Debería agradecer el silencio que inunda el vehículo, pero no es así. No sé qué es peor, que Drag me insulte o que me ignore por completo como si yo no existiera. Está pensativo, su codo reboza en la orilla de la ventana mientras con su mano toca su mentón. Tiene un perfil perfecto, cualquier escultor daría su fortuna por esculpirlo en mármol. ¿Qué demonios estoy diciendo? Es un lobo vestido con piel de oveja.

No sé qué lo hizo ser tan hostil, cuando era niña mi padre a veces me llevaba con él al castillo del rey, cuando Draggon era su mano derecha. Tengo algunos recuerdos de él jugando conmigo y ofreciéndome dulces a escondidas de mi padre. Para nada es este hombre arrogante y cruel que tengo a mi lado.

Cuando llegamos a la entrada de Villa Olivia esa sensación en el corazón reaparece. Vuelvo a ver hacia atrás donde sé que traen a Jeremy. “Por favor que no le haga daño” repito mentalmente, tratando de creer mis palabras. la inquietud se incrementa cuando ellos toman otro rumbo y nosotros continuamos hacia la casa de Stone.

-¿A dónde lo llevan? –Le pregunto, pero no contesta, siguió con su vista perdida en la nada.

-Dije ¿A dónde lo llevan? –Repito, pero otra vez me abraza el silencio. – ¡Maldita sea Stone! ¿Dónde carajos llevan a mi hermano? –Le grité.

Conseguí mi cometido, aunque ya no me pareció tan buena idea, me miró con enojo, su ceño se frunció formando una “V” en medio de sus cejas, sus facciones se endurecieron aún más, su mirada me infundió temor.

-Al calabozo. –Respondió sonriendo de medio lado.

-“Al calabozo” ahí solo llevan a los criminales. -Le espeto.

-Ha cometido un delito. –Me dice a manera de excusa.

-Él no hizo nada, la precursora he sido yo. –La voz se me quiebra aunque intento sonar firme.

-Ése no es mi problema, infringió la ley, raptó a mi prometida, como yo lo veo, tiene que pagar.

-No, él no me raptó y lo sabes, yo le dije que me ayudará a huir, Jere se negó pero lo convencí al final. Por favor Draggon, sé lo que le hacen a los que llevan ahí, no lo permitas.

-¿Ahora imploras? ¿Pides clemencia por tu hermano? Quiero que sepas algo, lo que le suceda a él me tiene sin cuidado y debiste pensarlo dos veces antes de involucrarlo.

Las lágrimas se agolpaban intentando salir, traté de contenerlas pero la rabia y la impotencia fueron más y las dejé ir libremente.

-Lloras. –Hace la observación, me mira de manera venenosa. –Tus lágrimas no salvarán a tu hermano de lo que le espera.

-¿Lo disfrutas? –Consulté. – ¿Hacerme sufrir?

-Tú te lo buscaste, embarrando a tu hermano en el proceso, lo que le pase a Jeremy será tu culpa Annia, tenlo presente.

Volvió a tomar su posición y entendí que había dado la conversación por terminada, pero yo no podía permitir que las cosas se dieran de esta forma, debía abogar por mi hermano.

Llegamos a su residencia y sin delicadeza me bajó del vehículo, me tropecé, perdiendo el equilibrio, Drag me sujetó impidiendo que cayera.

-¡Por un demonio Annia! –Me reprocha.

Lo miré con rabia reprimida, me solté de su agarre e intente caminar hacia la residencia pero en pocos segundos lo tenía al frente. Traté de evadirlo pero no estaba dispuesto a dejarme pasar.

-Estaremos así toda la noche. –Expreso irritada.

–Tú no me hablas así. –Con rudeza me estampó contra la puerta delantera del pasajero. Sentí un punzante dolor en el brazo izquierdo, me duele mucho, creo que lo dislocó.

-Eres un abusador. –Le grité. –Te sientes muy valiente agrediéndome, siendo tú el más fuerte. Oh sí damas y caballeros, conozcan al gran Draggon Stone, que golpea a mujeres, lo que lo hace un miserable cobarde. –Escupí mis palabras cargadas de odio.

Sus ojos parecieron arder, definitivamente lo hice enojar más de lo que ya estaba. Por segunda vez me levantó como si yo fuera un costal de harina y me puso sobre su hombro. Pateó la puerta abriéndola con brusquedad y subió de prisa las escaleras, creí que me llevaría a mi recámara pero para mi desventura me llevó a la suya. Me tiró sobre la cama y en un rápido movimiento colocó mi brazo en su lugar. Grité del dolor, ¿Qué se creía? Lo hizo adrede.

-Ahora Annia, iba a esperar hasta la noche de bodas, pero qué más da.



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En el texto hay: vampiros, amor, sangre

Editado: 07.01.2019

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