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NARRADOR

La vida de una persona puede llegar a cambiar en grandes proporciones cuando el protagonista se lo propone, hay hechos que llegan a marcar nuestras vidas de maneras tan perturbadoras que nunca volvemos a ser los mismos de antes, sin embargo la lucha constante por avanzar y no quedarse varado en el pasado va haciendo que lentamente olvidemos quienes somos y de dónde venimos realmente.

En el hospital, Alta Bates Medical Center-Berkeley, California, se daban dos hechos muy importantes entre sí, aunque muy alejados el uno del otro, eran dos nacimientos de niños de dos familias distintas, después de unas cuantas horas e incluso varios días se relacionarían mucho más de lo que deberían.

LA FAMILIA HENDERSON

Es un matrimonio humilde y bastante sencillo, conformado  por la esposa y el marido. A pesar de tener lo suficiente para vivir esperaban muy felices y orgullosos el nacimiento de su primer hijo varón.

Marcus Henderson: Es un hombre, sencillo y trabajador…

Es un ex boxeador, que luego de haber ganado el título de campeón mundial fue acusado injustamente y perdió todos sus bienes adquiridos durante su carrera, quedando así sin nada en su poder…

Danielle De Henderson: Es una mujer que renunció a todo su vida llena de comodidades por Marcus, ella es dedicada a su marido y su trabajo en un pequeño local a los suburbios de California, luego de quedar embarazada decidió renunciar, quedando solo su marido trabajando en el mismo lugar.

LA FAMILIA ADEE

Es un matrimonio muy poderoso, extremadamente rico.

Ellos también, esperaban ansiosos el nacimiento de su primer hijo varón.

Martín Adee.- Es un hombre, que luego de haber culminado sus estudios en Rusia, decidió casarse con la mujer de uno de los empresarios más ricos del mismo país, olvidando por completo de su humanidad, convirtiéndose así en un hombre déspota, prepotente e idolatra, capaz de lastimar a todos solo para conseguir su objetivo principal, destruir a todo aquel que se atraviese en su camino le gusta manejar todo a su antojo y destruir cuanto quiera y a quienes necesite para satisfacer sus necesidades egoístas.

Martín es un hombre muy ambicioso, también muy mujeriego motivo por el cuál ha sido infiel cientos de veces a su esposa sin que ella se llegue a dar cuenta de quién realmente es, aun así se siente feliz por el nacimiento de su primer hijo dentro de su matrimonio, ya que su esposa es la única mujer que hace que aún quede una pequeña parte de humanidad dentro de él.

Antonella De Adee.- Es una mujer, que a pesar de ser muy rica conserva la humildad y un corazón muy noble, es una mujer muy buena a nivel personal, junto a Martín fundaron la empresa más grande de Los Estados Unidos, tras empezar su tratamiento finalmente quedó embarazada, ha sido la protagonista de un sin número de fundaciones para personas que han quedado sin hogar a causa de las acciones de su esposo.

FAMILIA HENDERSON

—Amor no me siento muy bien, me duele el vientre ­—Se agarra su gran barriga y la soba para que el dolor amenore—.

— ¿Estas bien amor? —Se acerca a ella preocupado— Te noto un poco pálida ¿Necesitas algo?

—Creo que solo son estragos del embarazo —suspira y se recuesta en el sofá— creo que solo necesito dormir un poco —sonríe pequeño— me siento feliz, finalmente seremos padre —dice con los ojos llenos de brillo—.

—Sonríe­— Cómo no voy a ser feliz si tendré una cosita preciosa en mis brazos —se sienta y carga su cabeza— sabes amor —acaricia su cabello— desde que me entere de que seremos padres he estada trabajando más para darle una vida digna, nuestro hijo se lo merece.

—Suspira— Marcus no pienses así, recuerda que aunque esta sea una casa pequeña será el hogar ideal, crecerá con mucho amor.

—Asiente— Lo sé, no será mucho pero si suficiente am…

— ¡Hay! —Se queja— me duele —mira a Marcus­— ya es hora va a nacer agarra las cosas, hay que ir al hospital rápido, —miraba como Marcus corría de un lado a otro buscando la pañalera, el dinero, finalmente me levanto en sus brazos y salió conmigo—.

—Vamos mi amor resiste —camino lo más rápido posible hasta la calle principal con Danielle en mis brazos— ya casi llegamos, conseguiremos un taxi y todo estará bien —escuchaba sus gemidos de dolor y mi tensión aumentaba—.

—Amor, ningún taxi para ­—Las contracciones aumentan—.

­—No, mi hijo no nacerá aquí —baja con cuidado a Danielle de sus brazos— ¡He! Joder ¡No! —Otro taxi pasa sin parar— ¡He para! —Los vehículos siguen pasando sin detenerse ninguno—.

—Amor, el bebé…

—Mi presión arterial estaba subiendo, ya no razonaba claramente, en mi primera oportunidad salte frente a un Mercedes Benz obligándolo a detenerse de inmediato, camine de manera furiosa y abrí su puerta violentamente— salga del coche

— ¡Está loco! ­—Fui agarrado por mi elegante camisa y aventado fuera—