El secreto en tus labios

Epílogo

Say it all

I'm not awake anymore

Change my mind

2, 000 times before

Seen a knight

Dance on the side of the road

Teenage angst

Come all ages

Happy Ending/The Strokes

 

Sebastian_3:10 A. M. ¿Qué onda, hombre?

James_3:14 A.M  Dolor de cabeza. Anoche salí de fiesta =D 

 

Sebastian_3:17 A. M. ¿Entre semana? 

James_3:18 A.M Como tu dices viejo Carpe  Diem. 

Sebastian_3:19 A. M.  ¿En serio nunca piensas aterrizar, Harlow? 

James_3:20 A.M Aún no lo sé, viejo. Me gusta mucho aquí, muchas cosas interesantes. Ya sabes de lo que hablo ¿Viste la foto de la chica que te mandé ayer? ¿Qué opinas en la escala del uno al cinco?

Ruedo los ojos. Harlow me manda una foto de una chica diferente cada tanto, la chica con que está saliendo, pero nunca parece ser algo importante porque no me habla mucho del tema excepto por algún comentario sobre lo bueno o malo que es el sexo con la susodicha. No es el mismo estirado con gafas y ropa de abuelo que se fue hace un tiempo, pero está bien. En el fondo sé que su cambio es solo una fase y tiene derecho a pasar por lo que deba pasar, al igual que yo, que Matt, mi hermana y todo el mundo. Si su destino es estar junto a Vi , simplemente pasará por más lejos que se encuentren, la vida es buena urdiendo ese tipo de trampas.

Sebastian_3:21 A. M. Depende ¿El nuevo amor de tu vida? 

James_3:20 A.m. Algo así, ja, ja, ja.

 Sebastian_3:21 A. Ten gracia, hombre. Quiero decir. Recuerda lo que me dijiste hace un tiempo. Todos merecemos amar y ser amados. 

 

 Suspiro, Harlow me dejó en visto, significa que gané  la discusión esta vez.

Bastet duerme encima de una mesita que está frente a la ventana como siempre, pero yo no puedo conciliar el sueño.  Irónicamente la mujer que descansa a mi lado y me despertó hace media hora gritando porque volvió a tener una pesadilla, ahora duerme profundamente a mí lado hecha un ovillo. Mi Matt, mi pequeña gata salvaje que un día por fin se dejó querer, más nunca domesticar del todo.

Acaricio su frente, no puedo evitar pensar en todo lo que hemos pasado, en que cada mirada prohibida, en cada situación cliché de telenovela barata, cada lágrima, cada incertidumbre respecto a lo que sería de nosotros. Todo aquello que valió la pena a cambio de una vida y un futuro juntos. Las imágenes de nuestra relación se repiten en mi mente como el trailer de una película en noches como esta. Mi niña, mi alma, mi persona favorita, mi amiga, mi amante, mi fuego, mi paz, mi oasis entre la mierda de mundo en que vivimos.

—Mi vida… —bosteza alargando su mano hacia mi pecho en donde por instinto busca el tatuaje— ¿No puedes dormir otra vez, lindo? 

—No, muñeca, no puedo. 

Pestañea un par de veces y sonríe. Me ama, lo sé, y yo estoy perdido por ella como un tonto y me enorgullece admitirlo. Lo estuve desde el principio, pero tardé demasiado en darme cuenta.  

—¿Es mi culpa, cierto? 

—Sí. 

Se muerde el labio coquetamente, acercándose sigilosa hacia donde estoy. 

—Quizá yo pueda ayudarte en eso, ya sabes que después de... —se ríe—. Te quedas profundamente dormido.

Me besa en los labios cálidamente. Acaricio su delicado cuerpo, levanto la tela de su camisón y beso su vientre con ternura. Ella como respuesta sube los brazos y se sacude la prenda. Adoro su cuerpo, su piel, sus pechos, sus caderas, sus ojos, su olor, su alma; ella es perfecta para mí y punto.

—Tú tampoco lo haces mal, muñeca —le sonrío.

Abre sus piernas y me llama con el dedo para que me coloque encima de ella y le haga el amor, sabe que nunca voy a decirle que no. Luego rodea mi cintura con sus muslos de amazona y con una mano me baja el bóxer. 

Me mira de arriba hacia abajo y se muerde el labio con coquetería. 

Comienzo a besarla lenta y placenteramente por todo el cuerpo mientras ella se aferra a mí con los ojos cerrados. 

—¿Mejor que antes? —me pregunta. 

No deja de reír, inducida por mis manos haciéndole cosquillas. Vuelve a pestañear, sus ojos brillan de esa forma tan particular en ella. Nadie podría adivinar lo que pasa por su mente excepto yo. Piensa en aquella promesa que me hizo hace casi un año sobre que nuestro amor daría frutos, cosa que todavía no ha pasado pero que esperamos con ansias, quién quita y sea este el momento. 

Nos hacemos el amor una vez más de esa manera en que solo nosotros sabemos dejarnos satisfechos en cuerpo, alma y mente. 




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