Capítulo 1

Cada noche veo a ese ser despreciable sentado frente a mi cama, mirándome, atento a todo lo que hago; a si respiro, si me asusto, si me muevo, si le devuelvo mi mirada. No me agrada para nada, me siento inútil, una mísera de persona a causa de ese rostro tan horrible.

Nunca puedo dormir a causa de eso, trato de cerrar mis ojos y crear mis propias historias en mis sueños para estar feliz, aunque sea por unas horas, pero no. Ese ser llega siempre a la misma hora con una sonrisa de burla en su rostro, avisándome con solo su mirada y sonrisa que no me dejará en paz hasta que amanezca.

A veces siento como me habla con su voz grave y dura, me dice cosas que duelen, que te rompen, que te vuelven loco. Que te hacen odiarlo cada vez más. Trato de tapar mis oídos, pero pareciera que se introduce en mi cabeza de forma más dolorosa y delirante que el escucharlo fuera de mí.

Así es como termino rompiendo todo lo que tengo a mi alrededor quedándome por el resto de las horas sentado abrazando mis piernas mientras río sin razón alguna, como un desquiciado, como un loco de remate.

Mis visiones llegan a niveles inimaginables, veo animales que me hablan, un tigre blanco que me mira con sus grandes ojos de felino y se coloca a mi lado sentándose en sus patas. Me mira, me mira con curiosidad y luego me pregunta:

– ¿Realmente quieres estar aquí?