El susurro de un amor

Capítulo Dos

La memoria decide guardar cosas tan pequeñas, parece dormirlas o esconderlas para ser liberadas en el momento justo y necesario, a veces con fines destructivos y de reproche, y otras con una melancolía inmensa.

Mi cuerpo se estremeció ante todo lo que mi memoria podía traer a colación al volver a ver mi vieja habitación. Mi santuario.

Pase horas, días, meses, encerrada con mis pensamientos, encerrada en mis secretos... todo seguía igual, fue algo que mamá me prometió, no mover nada de su lugar, y así seguía, claro, que con olor a húmedad y soledad.

Mi hermana no quiso compartir nunca nada conmigo, y la habitación muchísimo menos, por ello había terminado yo en la habitación más pequeña de la casa, básicamente el cuarto de trastes viejos, pero se había convertido en mi lugar, y ahora estaba de vuelta, y una parte de mi no está lista para enfrentarse a todos los recuerdos de este lugar.

"─Sabes que si alguien nos descubre mis hermanos te mataran y a mi me castigaran de por vida ─aunque mis palabras debían soñar serias, era imposible disimular el tinte emocionado de mi voz, Jack acababa de volver de sus vacaciones y se coló por mi ventana, después de tres semanas sin verlo poder tenerlo en mi cama es de las sensaciones más maravillosas.

─Vale la pena el riesgo ─su sonrisa coqueta siempre logra convencerme de todo─. Además, se que tienes tantas ganas de besarme como yo de complacerlas.

─Estúpido egocéntrico. Te crees chico de novela rosa.

─Estúpida mentirosa, te crees chica de telenovela.

No pude evitar reír sobre sus labios.

─No sabes cuanto te extrañe. Creo que soy medio dependiente de ti, me preocupa."

Joder con mis malditos recuerdos, se cuán mala idea fue venir. Pero en el fondo se que es lo que quería. Desde hace casi un año cuando el rostro se Jack apareció ante mi en esa revista, todos mis recuerdos revolvieron mi amada estabilidad.

─¿Ashley? ─dos toques tímidos en mi puerta me despertaron de mis estúpidos pensamientos.

─Adelante ─me muevo un poco quedando sentada en la cama.

─Por Dios Ashley ─casi podía querer llorar al escuchar la voz de sollozo de Macarena.

─No vayas a llorar tonta ─me levanto rápido para abrazarla.

─Lo siento, es que no puedo creer que estés aquí, eres otra Ash ─su mirada logró intimidarme un poco. Soy otra, lo sé. Pero también se que soy la misma.

─Sólo estoy un poco más vieja, pero tú estas guapísima Maca.

─¿Más vieja? Estas  hecha una cosa espectacular, demasiado Barbie para ser verdad ─me da un empujón juguetón.

─Oye tonta, Barbie tu abuela.

Las risas no tardaron, Macarena fue mi mejor amiga de tiempos memorables, y ella parecía no tener rencor hacia mi por la forma de irme y de cierto modo dejar todo atrás, solia enviarle cartas, pero nos distanciamos demasiado, hasta hace casi un año cuando me enteré que se casaría con mi hermano gemelo.

─Y Marga estará aquí está noche, mis padres han comprado muchas cosas caras lucirse ─rueda los ojos divertida.

Ha logrado ponerme al día de la vida de nuestros viejos amigos, y claro, Margarita su hermana mayor no podía faltar; hubo un tiempo en que las tres fuimos inseparables.

Sin poder evitarlo, la pregunta que llevaba un rato queriendo no formular debía aparecer, es una necesidad.

─¿Y el innombrable? ─muerdo fuerte mi labio con una ligera sonrisa.

─¿Aún piensas en él? ─la carcajada que soltó me hizo sentir una estúpida.

─Es simple curiosidad ─me encojo de hombros con indiferencia.

─Está tomando una cerveza con Asthon.

Joder.

─¿Está aquí?

─Obviamente, es Navidad. Vino a ver a sus padres.

Una parte de mi sabe que esas ganas de venir estuvieron motivadas por Jack, y esas mismas ganas saben lo idiota que soy.

No es como que este enamorada del hombre; o que mi vida gire en torno a pensar en él, los años lo habían convertido en un bonito recuerdo, en uno de los mejores. Pero creo que cuando emprendí mi nuevo proyecto literario, cuando revisaba en mi memoria, las dudas acerca de nuestro final persisten. Jack desapareció de mi vida, simplemente se esfumó. Como si cada momento, cada locura, y cada emoción, no significara nada.

Quizá mi orgullo era lo que me estaba torturando, o la curiosidad. Pero las ganas de saber que sucedió no se esfuman, y a su vez, las ganas de no enfrentarme al hecho.

─Maldita sea, esto fue un estúpido error Ashley Elena.

 

**&**

 

─Ashley, la cena está lista.

─Un momento mamá.

Hora de enfrentarse a la familia. Repase nuevamente mi atuendo, vestido ajustado verde, cabello suelto y maquillaje claro, y unos bonitos zapatos altos a juego. Le tengo cierto miedo a mi familia, mis hermanos en el fondo me creían lesbiana, y mi madre y padre evitaban mucho meterse en mi vida y decisiones, pero se que tenían miles de dudas respecto a mi y mis rarezas.

Para mi sorpresa el comedor sólo estaba habitado por mis padres y Jonatan, uno de mis hermanos mayores.

─Papa ─camine rápido dándole un abrazo. Él y yo nunca hemos sido expresivos.

─Mi querida Elena ─su sonrisa melancólica me llenó a mi del mismo sentimiento. Él siempre me llamo Elena.

Mamá explicó que los demás estaban en un evento del club con sus familias, sólo Jonatan y Asthon faltaban por casarse de mis hermanos, siendo nueve, la familia ha tenido tiempo de asistir a muchas bodas, aunque yo me he perdido de la mayoría.

Jonatan no hablo mucho conmigo, y lo entiendo, antes no teníamos mucho en común, y supongo que ahora menos, siempre respete su espacio, y a cambio él siempre respeto el mío.

─Mañana es la fiesta de Navidad cariño, ¿Trajiste un vestido adecuado?

─Si mamá, creo que tengo uno adecuado ─sonrio de lado.

─Perfecto, toda la familia junta, maravilloso. ¡Es maravilloso Elton!




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