Entre las mujeres más ricas de la ciudad estaba Maya Astor, una mujer muy inteligente y con una belleza extravagante.
Todos querían enamorarla para quedarse con todo su dinero, empresas, casas y todas sus propiedades.
Su familia la estaba obligando a casarse, pero ella no quería.
Desde pequeña su sueño fue casarse con alguien que la amara y la hiciera feliz, no con alguien que sus padres escojan para que se quede con toda su fortuna o le diera más porque ahí no habría amor y ella si quería saber que era el amor.
Ese que su cocinera le leía a la hija todas las noches. Ese amor del cuento ese que ella nunca vio.
Es difícil ser hija de alguien rico porque no tiene tiempo para compartir con su familia.
Maya paso gran parte de su vida con la cocinera y su hija Amelia pues eran de la misma edad y se la llevaban muy bien, aunque a sus padres no les gustaba esa amistad, pero igual como nunca estaban en casa no se daban cuenta.