El Tiempo Que Sea Necesario

CAPÍTULO CINCO.

 

 

 

CAPÍTULO CINCO

 

 

Cristopher

 

 

— ¿Qué? — me pregunta Alexandra, un poco confundida y yo bajo mi mirada

 

—Mi madre tiene cáncer de seno, Alexandra — susurro triste y muerdo mi labio inferior

 

— Lo siento mucho, yo no lo sabía...

 

— Tranquila — hablo, y ella voltea a ver a su amiga, la cual estaba empezando a recuperarse — ¿Por qué se puso de esa forma? — pregunto y veo como se pone nerviosa

 

— Por algo que tu no comprenderías — dice tratando de disimular su nerviosismo y yo la miro seriamente

 

— Seguramente; — hablo fríamente y ella me ve — las esperare en el auto, estaré frente a la entrada – digo, dándome la vuelta e irme antes de que pudiera decir algo

 

Después de unos minutos, ellas llegaron y baje a abrirles la puerta; cuando Alexandra estaba por subir, me miró unos segundos, mientras que yo la veía de una forma neutra

 

— ¿Ocurre algo señorita Anderson? — pregunto, y ella me ve de una forma que no logro entender, pero solo asiente, para acomodarse en el asiento

 

Subí y no pude evitar ver a Lexa, la cual venía muy concentrada en su teléfono, por lo que decidí ignorarla completamente el resto del viaje

 

 

Ella es solo la hija de mi jefe, solo es eso Cristopher, no lo olvides...

 

 

Horas después

 

 

Llegue a mi casa exhausto, no tenía ganas de absolutamente nada, solo quería dormir y ya; pero a pesar de todo, también, quería ver a mi mamá, quien estaba en su habitación, tejiendo

 

— Hola, mamá — hablo dándole un beso en su mejilla y ella sonríe

 

— Hola mi niño, ¿cómo te fue?

 

— Bien, pero, estoy muy cansado, fue un día muy largo, solo quiero dormir y ya — digo, acurrucándome a su lado — ¿cómo te sientes tu? — pregunto mirándola

 

— Bien, no te preocupes — susurra y yo intento sonreír

 

— Mañana es tu quimioterapia, debemos ir, ya agendé la cita con el médico — habló y ella hace una mueca de disgusto

 

— Hijo, ese dinero lo necesitamos para la casa, mis quimioterapias pueden esperar, debes de pagar tu colegiatura y...

 

— No mamá, yo voy a seguir pagando tus quimios, y también pagaré para la operación

 

— Pero eso sale muy caro eso...

 

— No me importa, te juro que lo voy a conseguir el dinero, mamá, te lo juro — susurro dándole un beso en su cabeza abrazándola, y a la misma vez, evitando contener las lágrimas, pero se me es imposible y comienzo a llorar en silencio...

 

 

Al día siguiente

 

 

Estaba muy concentrado en la cocina, cuando sentí que alguien se paraba a mí lado

 

— Hola, Cristopher — me saluda Alexandra a mi lado y yo solo la miro, para después seguir acomodado la comida en la bandeja

 

— Buen día señorita Anderson – digo, y ella frunce el ceño

 

— Te dije que no me llamaras de esa forma, — me dice, pero yo la ignoro — Cris, — me llama, pero sigo ignorándola — Cristopher, — vuelve a hablarme — bien — habla seriamente, dándose la vuelta, para después salir de la cocina y yo solo solté un largo suspiro

 

 

Eso es lo mejor, ambos son mundos diferentes, entiéndelo, Cristopher...

 

 

La ceremonia empezó y algunos cuantos meseros, salimos para estar presentes, pero mi vista se centró en Lexa, quien estaba a lado de un chico de origen desconocido y por alguna razón, un enojo recorrió por todo mi cuerpo... ¡¿Qué me está pasando?!

 

Todo acabó y el evento empezó, junto con mi trabajo, pero esa molestia seguía presente; Alexa no se alejaba de ese pelinegro ojiverde, además de que estaban muy sonrientes

 

— Ve a ver si a la señorita Anderson no se le ofrece nada Cristopher — me ordena mi jefe, y yo suspiró pesadamente...

 

— ¿Desean algo de tomar o beber? — pregunto, y ambos me ven, pero cuando Alexandra estaba por hablar el otro chico lo hace

 

— Ni siquiera te debiste de haber lavado las manos, y nos quieres atender — habla con superioridad, y yo aprieto mi mandíbula — vamos mejor de aquí Lexa, que los criados solo llegan a molestar — dice con asco, mientras que yo, solo trato de contenerme — ahh y entiende, los criados y la gente como nosotros, nunca deben, aunque sea dirigirse la palabra a menos de que la gente superior a ustedes, los llame; ¿vamos hermosa? — le pregunta, y yo miro a Alexandra, quien muerde su labio inferior

 

— Vamos — susurra para después de darme una mirada e irse...

 

¿Saben?, puede que se escuche raro, porque solo e cruzado palabra con ella dos veces, y siento como si la persona en la que más confiaba me hubiera traicionado, como si me hubiera apuñalado por la espalda... No les mentiré, creí que ella no era como las otras niñas ricas como las que he conocido, creí que era más sencilla y no le importaba el qué dirán, pero fue un error y ella es igual que toda la gente de su clase...

 

— Cris — llega corriendo Valentina a mi lado; y yo la miro — mi mamá — habla y sus ojos se llenan de lágrimas, haciendo que un inmenso miedo llegue a mí 

 

— ¿Mamá?, ¿qué le paso? — pregunto preocupado

 

— Mi tía la llevo a su quimioterapia, pero — habla y un sollozo sale de su parte

 

— ¡¡¿PERO QUÉ VALENTINA?!! — habló alterado, a la misma vez que siento mi voz quebrarse

 

— Se puso mal, y está internada, el doctor dijo, que la deben operar lo más rápido posible, el cáncer está demasiado avanzado y si no la operan ahora, se puede morir Cristopher — habla y yo la abrazo

 

— Todo estará bien - hablo con la voz quebrada, pero ella no deja de llorar, haciendo que nuestro jefe llegue a nuestro lado




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