El Tiempo Que Sea Necesario

CAPÍTULO ONCE.

 

 

 

 

MARATÓN 3/5

 

 

 

CAPÍTULO ONCE

 

 

Alexandra

 

 

Todo era muy feo, veía como Cristopher lloraba en silencio mientras trataba de consolar a su hermana, quien lloraba de una forma desgarradora, la tía de ellos, estaba siendo consolada por otras dos mujeres más; había otros chicos quienes también lloraban en silencio, mientras que yo, solo limpiaba las lágrimas que habían salido, me dolía ver a Cris de esa forma, sabía que se sentía destrozado por dentro, pero tenía que verse fuerte para su hermana, no me imagino lo mucho que deben de estar sufriendo, perder a tu madre seguramente es el peor sentimiento que puedes llegar a experimentar...

 

Cuando la enterraron, todos se empezaron a ir, unos chicos alejaron a Vale de la lápida de su madre, dejándome a solas con Cris, quien tenía una rosa blanca en su mano, mientras que la otra la tenía cerrada fuertemente; sus ojos estaban cerrados dejando salir algunas lágrimas

 

Me acerqué un poco a él, y puse una mano en su hombro

 

Ale: lo siento mucho Cris...

 

Cris: ¿por qué se tuvo que ir ella? - susurra llorando

 

Ale: siempre he pensado, que cuando dicen esa frase de, "porque se tienen que ir los más buenos", es porque, ellos ya no merecen sufrir en esta vida; velo de esa forma, ella dejó de sufrir - digo y el suspira

 

Cris: ¿me podrías dejar solo?, quiero estar con ella un momento... - me pide y yo asiento

 

Ale: de acuerdo - hablo para alejarme de él, hasta que escucho unas voces llamarme

 

@@@: tú eres Alexandra Anderson? - dice uno de los chicos que se había llevado a Vale, y yo asiento

 

Ale: soy yo - digo con una pequeña sonrisa - ¿nos conocemos?

 

@@@: no, en persona no, pero al menos nosotros ya sabíamos de ti, Cristopher no dejaba de hablar de ti en ningún momento. - dice y siento como me sonrojo un poco - Soy Alberto, y él, es Eder - dice señalado a él chico que estaba a su lado y yo solo les sonreí

 

Ale: hola...

 

Eder: ya, por fin viviré en paz - habla y yo frunzo el ceño

 

Ale: ¿por?

 

Eder: finalmente conozco a la famosa Alexandra Anderson - dice emocionado y yo rio - Cris solo hablaba de ti, pero, por más que le pedíamos que te presentara con nosotros, no quería - se queja, cruzándose de brazos

 

Ale: bueno, pero ya nos conocemos y espero que nos sigamos viendo - digo guiñándoles el ojo y ellos ríen, cuando la voz de Valentina llama nuestra atención

 

Vale: Alexa - me llama y yo le sonrío un poco

 

Ale: ¿qué pasa? - pregunto, pero ella me abraza

 

Vale: gracias por habernos ayudado, mi mamá estaba muy agradecida contigo - me susurra y yo acarició su cabeza

 

Ale: no me lo agradezcas, lo hice de todo corazón

 

Vale: mi hermano te necesitó mucho todo este tiempo, no lo dejes ahora, por favor

 

Ale: eso no está en mis planes, yo también lo necesite, pero que sea un secreto entre nosotras - le susurro y ella ríe un poco

 

Vale: no le diré nada, tranquila - me dice cuando nos separamos - mi mamá dejo de sufrir verdad... - susurra con los ojos un poco cristalizados

 

Ale: te lo aseguro, pero tu debes ser lo igual de fuerte que ella fue... Ella no he abandonará jamás, y tú, puedes confiar en mí para lo que necesites - le digo sonriendo

 

Vale: gracias, Alexa - me dice y nos damos nuevamente un abrazo

 

Alberto: también puedes contar con nosotros Vale, puede ser que tengamos apariencia de ser unos tarados, y lo somos no lo negamos, pero somos unos tarados que harán de todo para comprenderte - dice y todos reímos un poco

 

Cris: ya nos podemos ir - dice llegando a nuestro lado y yo solo le sonrío de lado

 

Eder: de acuerdo; oye, finalmente conocimos a tu amada Alexandra - dice abrazándome, a la misma vez que revolvía mi cabello

 

Ale: ¡No! - me quejo y el ríe

 

Cris: sí, claro - susurra y me mira con una pequeña sonrisa

 

Alberto: ¿y si la llevamos a dar un tour por el barrio de donde vivimos? - pregunta emocionado, y Cristopher hace una mueca

 

Cris: no, ella ya se va

 

Ale: ya córreme - digo sarcástica y el suspira

 

Cris: que no hablarías con tu amado amigo Alonso – dice, y yo abro la boca formando una perfecta "o"

 

Ale: lo olvide por completo – digo, y saco mi teléfono, en donde tenía muchas llamadas de él - me voy, adiós a todos; llámame por cualquier cosa - digo y les doy un beso en la mejilla a cada uno antes de irme rápidamente hacia el restaurante, donde hablaría con Alonso 

 

 

Cristopher

 

 

Eder: ¿Alonso? – pregunta, y yo asiento suspirando

 

Vale: ¿quién es él?

 

Cris: un chico con el que ayer estaba por besarse – digo, con dolor

 

Alber: ¿no me digas que ya te robaron el ganado? – pregunta, dramático, y yo ruedo los ojos

 

Cris: ella y yo solo somos amigos...

 

Vale: ¡¡¡pero si se gustan!!! - se queja y yo rio

 

Cris: yo no le gusto, ni ella a mi - susurro

 

Eder: mientesss, está más que obvio que te gusta, y lo mismo pasa con ella; literalmente te escurre la baba cuando la ves

 

Cris: que romántico - ironizo

 

Vale: él tiene razón, pero que asco




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