MARATÓN 5/5
CAPÍTULO TRECE
Alexandra
Al día siguiente
- Ya despierta - escucho la voz de Aurora, pero solo me oculto entre las sábanas intentando dormir un poco más
- Alexandra Anderson, despierta ya – dice la voz molesta de mi otra amiga y suspiro cansada
- Cinco minutos más por favor - suplico, pero las voces de mis otros amigos hacen que termine de despertar
- ¡¡Buenos días señor sol!! - grita Said, y yo tapó mis oídos fuertemente
- ¡No!, me duele la cabeza - digo saliendo de mi "escondite", pero inmediatamente me cubro la cara, cuando la luz del sol me da directo a la cara
- Te lo mereces, ayer tomaste demasiado – habla Zai, con cierta molestia en su voz; y yo la miro con miedo
¡¿Qué hiciste Alexandra?!
- No me digas que no recuerdas nada... - dice incrédula y yo niego nerviosa
- Básicamente te comportaste como la mala copa del antro - dice riendo y yo siento mi cara arder
- ¡¿Qué hice?!! - pregunto nerviosa
- Cristopher estaba trabajando en el antro; fue a la mesa porque tu llamaste a un mesero, le pediste una botella y cuando viste que era él, aprovechaste para confesarle tus sentimientos y... ¡¡¿Ya se besaron y no me contaste?!! - pregunta indignada y yo siento que me pongo pálida
¡¡¿QUÉ FUE LO QUE HICISTE ALEXANDRA?!!
- Dime que es mentira - susurro y ella niega; haciendo que me vuelvo a esconder entre las sábanas - ¿qué dijo él?
- Se quedó igual que nosotros... ¡¿Enserio no recuerdas nada?!
- Solo recuerdo que le llame a Jaden para que me llevara alcohol y después recuerdo que iba en su camioneta llorando y ya...
- ¿Eso significa que no recuerdas que quebraste mi teléfono? – pregunta, Said, y yo lo miro sorprendida
- ¿Quebré tu teléfono? - pregunto incrédula
- Solamente ya no se enciende…
Flashback
- Alexandra, ¡¡¿Qué tienes?!! - pregunta sorprendido, el mayor de los Anderson, mientras que su pequeña hermana reía con muchas ganas
- Yo tome un poquito - dice enseñando dos de sus dedos
- ¡¿Estás borracha?!
- Solo poquito, mira te hago un nueve - dice y le enseña sus dedos
- ¡¿Qué fue lo que pasó Jaden?!!
- Ella me soborno
- Dame un cigarro Said - dice viendo a su amigo, mientras que las demás personas que estaban a su alrededor la veían con cara de sorpresa
- No, claro que no - dice sintiendo la mirada de todos en el
- ¡¡Dame unoo!! - dice acercándose a él, pero este se vuelve a negar, por lo que ella empieza a palmar con sus manos el cuerpo de su amigo intentando encontrar lo que buscaba, pero encontró otra cosa totalmente diferente a la que esperaba - ¡¡eso es!! - dice y toma el teléfono de su amigo y se acerca a la barandilla de la escalera amenazando con tirar el teléfono - si no me das lo que te pido, tiro el teléfono
- ¡¡Alexandra no!! – habla con nerviosismo y ella sonríe
- Entonces has lo que te digo
- ¡¿Quieres que me maten tus hermanos?! - pregunta alterado
- De acuerdo - dice y deja caer el teléfono
- ¡No! - grita y baja rápidamente las escaleras, para tomar su teléfono, el cual se encontraba totalmente estrellado y sin ninguna posibilidad de que llegara a seguir funcionando...
Fin del flashback
- Y así murió mi celular - dice sacando el celular, mientras que yo lo veía con arrepentimiento
- Perdón, te prometo comprarte uno nuevo - digo y el solo me sonreí, hasta que yo termino de reaccionar - esperen, ¿mis hermanos ya saben que yo fumé? - pregunto nerviosa
- Ayer dijiste hasta lo que no Alexa – habla y yo doy un grito interno
- ¿Y qué dijeron?
- Zack está muy molesto, Jael y el, no quieren hablar con Jaden porque él te dio el alcohol y en pocas palabras, se hizo un problema muy fuerte entre tus hermanos - me dice y yo cierro los ojos fuertemente
- ¿Están aquí?
- Si, querían hablar contigo... – dice Aurora y en ese momento, entra Zack a mi habitación, junto con mis otros dos hermanos
- Hasta que despertaste - me dice serio y yo muerdo mi labio inferior
- Creo que es mejor que bajemos a...
- A preparar la comida para ti, Ale
- ¿Qué no es el desayuno?
- Es la una y media de la tarde, Alexandra... – habla. Zack, y yo me sorprendo
¿Cómo pude dormir tanto?
- Ya volvemos – dice Ernesto, y todos ellos salen dejándome a solas con mis hermanos
- ¿No vas a decir nada? – pregunta Jael, con una ceja alzada después de unos minutos de silencio
- Lo siento - susurro mirando hacia abajo y escucho un suspiro de molestia por parte de alguno de ellos
- ¡¿En verdad fumabas?! - me pregunta molesto
- Si...
- No puede ser – habla esta vez, Jael, molesto y yo me atrevo a levantar la cabeza
- Lo siento...
- ¡¡Por Dios deja de repetir lo mismo!! - me grita y yo me sobresalto - ¡¿Qué ya no hay más palabras en tu vocabulario?!
- Seguramente con la borrachera de ayer todas las palabras que conocía desaparecieron en su cabeza - dice y yo siento como se forma un nudo en mi garganta