CAPÍTULO DIECISIETE.

CAPÍTULO DIECISIETE

Cristopher

Llegué a mi casa después de haber salido con mis amigos, los cuales también me acompañaban, y en cuanto todos cruzamos la puerta, un delicioso olor inundó nuestra nariz...

— Huele delicioso - dice Eder, sonriendo, y yo sonrió dándole la razón

Nos dirigimos hacia la cocina que era donde provenía el olor y también donde se escuchaban algunas voces, pero especialmente, para saber que olía tan delicioso

— Valentina, ya lle... - digo, pero me detengo cuando veo a mi tía y a mi novia en la cocina - ¿tía? ¿Alexa? - pregunto confundido y ellas me miran sorprendidas

— Sí, sí, buenas noches, ¿qué huele tan delicioso? - pregunta Alberto, y ellas ríen, pero mi vista no se despega de mi hermosa novia

— Hicimos tamales de picadillo y de pollo en salsa verde - dice Ale, emocionada, y mis amigos hacen un extraño ruido

— ¡¡Que rico!! — exclama Eder

- Niño saluda - me dice Vale, y yo reaccionó; me dirijo hacia mi tía y le doy un beso en la mejilla, para después acercarme a mi Lexa

— Buenas noches, señorita - le susurro dándole un beso en la mejilla y ella me sonríe

- No, no, no; salúdala bien, que valga la pena todos los días que sufrimos porque estabas indeciso en sí le preguntabas o no, si quería ser tu novia; para que cuando lo sean, solo la saludes con un beso en la mejilla, ¡¿qué es eso?! - escandaliza nuevamente Eder, y yo rio

— El público lo pide - le susurro para que Alexa solo me escuche

Me acerque a ella hasta que logre sentir sus labios sobre los míos, me encantaría decirles que pude disfrutarlos totalmente, pero mis queridos amigos, no querían dejar de molestar

- ¡¡¡Ya, ya ya!!! Tampoco te emociones - me dice jalándome, haciendo que me separe de Alexandra

- Cállate - le digo y él sonríe con burla - ¿desde hace cuánto estas aquí?

- Uyyy, desde hace como cuatro horas, ¿qué tanto hacen tú y tus amigos? - pregunta sonriendo, pero yo me sorprendo

- ¿Por qué no me dijiste que estabas aquí?

- ¿Y quién dijo que te venía a ver a ti?, yo venía a hablar con mi cuñada

- Por eso te quiero tanto - dice abrazando a mi novia, y yo me sorprendo totalmente, me siento ofendido

- Te luciste Alexa - habla Alberto, riendo

- Bien niños, vamos a cenar, comiencen a preparar la mesa - dice mi tía María, y todos la obedecemos

- Y que tal nos quedaron? - pregunta sonriendo mi hermana, y yo como otro bocado

- Esto esta delicioso...

- Te dije Alexa, nos quedarían riquísimos

- ¿Ayudaste a preparar los tamales? - pregunto incrédulo, y ella asiente orgullosa

- Tengo dones culinarios - dice engreídamente, y yo solo rio

Estuvimos cenando entre risas y pláticas de todo tipo, algo que note, fue que Ale y mi tía se llevaban de maravilla, cosa que me sorprende, ya que mi tía jamás se llevó bien con Mía; ella no terminaba de confiar de ella, y no se equivocó en nada...

- ¿Qué dice el público? ¿Sacamos a la reina? - pregunta mi hermana, y mis amigos asienten emocionados - aquí viene su majestad. Agárrate, Alexandra, que una vez que juegues una partida de este maravilloso juego, jamás podrás abandonarlo; y, sobre todo, aquí no existe la familia, todo o nada

- Wow... - susurra al ver la seriedad de las palabras de Valentina

- ¿Aceptas el riesgo?

- Acepto, te dejaré en quiebra Cristopher - me dice y yo me carcajeo

- Ya veremos cariño

- Aquí esta señores, la majestad de México, nuestro mayor tesoro, la lotería!! - habla, y Alberto hace los "tambores" de la escena

- Les enseñaré como se juega niñitos - dice mi tía, y todos reímos

Comenzamos a jugar y aunque suene poco creíble, ¡¡Alexandra nos iba ganando!! ¡¡¿Cómo podía pasar esto si era su primera vez jugando?!!

La dejabas ganar....

Está bien, lo hacía, pero es qué me encantaba ver como se emocionaba porque ganaba

Después de muchas rondas, llegó la más esperada, la última; donde se definía el ganador, era toda la tabla llena, 25 casillas por llenar completamente, tres oportunidades para lograrlo; seis jugadores, un solo ganador... O bueno, si no es que se les ocurre ganar al mismo tiempo...

— La sirena - dice mi hermana, y yo contengo la respiración, solo una casilla libre, por favor gallito, ven y no te hago caldito... - el cantarito...- dice y literalmente comienzo a sudar - el sol... - dice y siento la desesperación adueñarse de mi ser - el cotorro...

- ¡¡Lotería!! - grita Ale, emocionada

- Noooo - me quejo y ella comienza a celebrar

- ¡¡Gané!!

- Nos humilló...- susurra sorprendido, pero yo sigo en mi pequeña crisis

- ¿Qué venía? - pregunta mi tía

- El gallo y...

- ¡¡MALDITO GALLO!! - grito desesperado, y todos ríen

Estuvimos hablando un poco, hasta que mi tía se fue y nos dispusimos a ver una película

- ¿No tendrás problemas en tu casa si llegas tarde? - le susurro ha Alexandra, y ella niega

- No lo creo, nadie se dará cuenta de nada - me contesta con una pequeña sonrisa y yo le doy un beso en la frente - ¿ya te dije que te gané? - me pregunta arrogante y yo ruedo los ojos

- Qué presumida me saliste, y te tuvimos piedad, ¿quién no te dice que en algunas ocasiones te deje ganar? - le digo, y ella abre su boca de una forma indignada

- ¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así? - se queja, y yo rio