El Tiempo Que Sea Necesario

CAPÍTULO DIECINUEVE.

 

 

CAPÍTULO DIECINUEVE 

 

 

Cristopher

 

 

Seis meses después

 

 

— ¿A dónde me llevas? - dice riendo cuando cubro sus ojos con mis manos

 

— ¿Recuerdas que te prometí que te haría una mejor cita que la primera? - pregunto y ella asiente - pues te la quiero cumplir Lexa - le susurro al oído y en ese momento quito mis manos de sus ojos dejando que vieran la sorpresa que le tenía preparada

 

— ¿Me trajiste de pícnic? - pregunta emocionada y yo asiento

 

— Si, ¿te gusta? - pregunto, y ella asiente sin dejar de ver todo lo que había preparado

 

— Me encanta, un sueño menos por cumplir - habla, y yo rio un poco, mientras ambos comenzamos a comer un poco de lo que había en la pequeña canasta

 

— ¿Un sueño menos?

 

— Si, siempre había querido venir a hacer uno, pero mis amigos no querían, pero tú ¡¡me lo cumpliste!! - dice comiendo una frambuesa - esto está delicioso, Cris - me dice sonriendo

 

— Me encanta verte sonreír Lexa - le susurro, y ella se sonroja un poco

 

— Y a mí me encanta estar a tu lado - dice mirándome y yo sonrío más - y cuéntame, Cris, ¿cuál es tu sueño?

 

— Creo que es conocer el mar - susurro, y ella me ve sorprendida

 

— ¿No lo conoces? - pregunta sorprendida y yo niego

 

— No, en México, jamás fui y en la ciudad donde vivía, no había mar

 

— Qué bueno que mencionas eso, jamás supe de donde eras, ¿en qué ciudad vivías? - me pregunta y yo hago una mueca

 

— Yo era de León, Guanajuato viví toda mi vida ahí, pero también viví dos meses en Tijuana, hasta que mi mamá decidió que nos viniéramos a Estados Unidos

 

— Dicen que Guanajuato es muy bonito de noche

 

— Lo es; una vez fui a ahí, mi papá es de ahí y mi mamá de San Francisco del Rincón

 

—¿Y están cercas las ciudades una de las otra? - pregunta curiosa, y yo hago una mueca

 

— Más o menos; prometo un día llevarte a ambas ciudades - le digo tomando su mano y ella me sonríe

 

— Cuéntame más de México, lo quiero saber todo - dice mientras se come un sándwich

 

— Mhm, pues no sé qué te pueda decir; o bueno, el poco tiempo que viví en Tijuana me di cuenta que existe una gran discusión entre el norte y el sur, ya que en el norte están aferrados a que las quesadillas van con queso y en el sur que van sin queso; otra diferencia que me llamó mucho la atención y tal vez no es muy relevante, es que en algunos lugares pero creo que es más en el centro y sur, que el jitomate es el rojo y el tomate es el verde, mientras que en la mayoría del norte, conocen al jitomate como el verde y el tomate al rojo

 

— ¿Y cuando los turistas del norte van a el centro no se confunden?

 

— Algunas veces, porque a veces si saben la diferencia, pero lo olvidan; y otras veces simplemente no saben sobre la diferencia

 

— ¿Y cuál es tu comida favorita?

 

— Los tacos al pastor, esa es la mejor creación que los mexicanos pudieron haber creado, pero algo que te tengo que explicar, es que no cualquier puesto de tacos te dará el placer culinario, solamente un verdadero taquero, hará que quieras más y más tacos, es todo un ritual Alexa

 

— De verdad que amas a los tacos

 

— Llevó años sin probar uno, pero te aseguro que cuando lo haga, voy a comer hasta no poder más

 

— Estás más enamorado de los tacos, que de mí - dice y yo rio

 

— Prioridades, cariño - digo y ella me mira ofendida

 

— A bueno, está bien - dice fingiendo estar ofendida, y yo me corro a su lado para abrazarla

 

— Se que no me comprenderás, hasta que pruebes unos - habló, y ella hace una mueca

 

— Por algo, a la mayoría de los mexicanos, eso es su mayor tesoro

 

— Como me alegro de que lo entiendas - digo dándole un beso, y siento que sonríe

 

— Está semana que viene, voy a viajar a Los Ángeles - me dice recostadose en mi pecho

 

— ¿Para qué?

 

— Mi papá quiere que vaya a un evento que va a haber al cual está invitada mi familia

 

— ¿Irás tú sola?

 

— No, mis hermanos me acompañarán

 

— ¿Cómo vas con ellos? - pregunto, sabiendo que la última vez que me hablo de ellos aún seguían distanciados

 

— Creo que bien, ya pueden entablar una conversación entre ellos que no termine en peleas e insultos

 

— ¿Y contigo?

 

— Eso ya es otra cosa - susurra con una pequeña sonrisa triste - creo que cuando llego y ellos están hablando, solo ocasiono que terminen peleando; en la escuela solo me ignoran y todos comenzaron a notar eso - dice un poco melancólica - solo espero que todo salga bien en el viaje

 

— Veras que sí, y te aseguro, que regresaran como si nada hubiera pasado

 

— Gracias por estar conmigo Cristopher - me susurra mirándome, y yo le doy un pequeño beso en los labios

 

— No me lo agradezcas, por algo soy tu novio - digo abrazándola - la extrañaré mucho, señorita

 

— ¿Más que a los tacos?

 

— Tampoco Lexa - digo y ella ríe

 

— Al menos me extrañarás un poco - dice, y ahora soy yo quien ríe

 

Alexandra.... Jamás me imagine que con tan solo le mención de un nombre, sentiría que todo mi mundo desaparecería y solo habría una persona que existiera en ese momento, mí Lexa; aún recuerdo la primera vez que la vi, no, no fue aquella tarde donde accidentalmente tire unas bebidas sobre ella, fue mucho tiempo antes, incluso años, en el primer evento en el que trabajé como mesero la mire por primera vez....




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.