El Tiempo Que Sea Necesario

CAPÍTULO VEINTIUNO.

 

 

 

¡LES TENGO UNA SORPRESA EN ESTE CAPÍTULO, ESPERO LES GUSTE MUCHO! 

 

 

CAPÍTULO VEINTIUNO

 

 

Alexandra

 

 

Recosté mí cabeza sobre el hombro de mi novio, mientras entrelazaba nuestras manos; los dos mirando hacia el hermoso atardecer, viendo como el sol se ocultaba entre el mar, disfrutando la cercanía el uno del otro, y con una pequeña fogata frente a nosotros

 

Todo cambió un tan solo un año, cuando hablamos por primera vez, aquella vez que derramó esas bebidas sobre mi vestido

 

Cuando mi padre lo despidió y yo me las ingenie para que no lo corrieran, ¿en qué momento me enamore tanto de ti, Cristopher?

 

Cris se convirtió en el dueño de mi corazón y aunque muchas veces lo intenté olvidar, no pude, porque su nombre ya estaba clavado allí

 

 

El primer amor nunca se olvida

 

 

Sí, tal vez tiene razón, porque ese es el amor que te enseña lo que es amar, el que te enseña cosas nuevas, el que se adueña de muchas cosas; es el que se roba tu corazón; pero cuando se va, sientes que todo se terminó, y que nada será igual, porque el primer amor, muchas veces también significa tu primer corazón roto; y cuando conoces a alguien más y te das cuenta que te empieza a hacer sentir lo mismo que aquel o aquella, chico o chica; lo recuerdas y recuerdas todo lo que pasaste con ella, recuerdas las risas, las bromas, los regalos, los abrazos, los besos, las caricias; todo lo que te enseñó... Y es ahí donde te das cuenta, que tal vez nunca lo podrás olvidar, porque fue quien te enseñó lo que es amar a alguien...

 

Cristopher es mi primer amor, y él ya me enseñó que es lo que se siente tener el corazón roto sin siquiera haber tenido algo, ya me enseñó lo que puedo llegar a hacer por amor y no me arrepiento de nada, porque sí tan solo hubiera cambiado algo de mi pasado, ahora no estaría donde ahora estoy, junto con la persona que amo y que sé que me ama

 

— Cris — lo llamó, y él me mira - gracias por haber aparecido en mi vida en el momento más indicado — digo, y él me sonríe antes de unir nuestras frentes

 

— Gracias a ti por no haberme dejado solo aun cuando yo intente alejarte, y gracias, por llegar cuando menos lo esperaba, pero cuando más lo necesitaba

 

— Te amo Cris

 

— Yo también te amo Lexa, mí Lexa...

 

 

Días después

 

 

— Alexandra, apúrate, llegaremos tarde — habla Zack, y yo suspiro cansada

 

— Ya voy - digo y finalmente salgo

 

— ¡¡¿Qué tanto hacías?!! ¡¡Se supone que solo te ibas a poner el vestido y tardaste más de una hora!! — se queja esta vez Jael, y yo ruedo los ojos

 

— Cosas que tu no entenderías

 

— Mejor ya no pregunten o se quejen, y vámonos, no quiero saber más, Alexa - dice Jaden un poco asqueado. Rio un poco

 

Llegamos a la pequeña alfombra que había, hoy era la inauguración de una campaña y de una nueva sucursal aquí en Estados Unidos, de una empresa que creo es de maquillaje y moda. 

 

— Alexandra — me llama mi hermano mayor, y yo me colocó, a su lado y veo que se encuentra a lado de una chica pelirroja, con ojos verde esmeralda y con un poco de pecas por toda su cara, se veía muy bonita — ella es Fátima Miller Roberts, es la hija de la presidenta de la empresa, Daniela Roberts — me presenta a la chica, y yo solo sonrió

 

— Mucho gusto, yo soy Alexandra Anderson — digo tendidole la mano, y ella la acepta con una hermosa sonrisa

 

— El gusto es mío, muchas gracias por haber venido, en nombre de toda mi familia, se los agradezco. Mi mamá está un poco ocupada atendiendo a los demás invitados, pero les aseguro que pronto vendrá a darles la bienvenida

 

— Zanahoria, necesito que me... — habla un chico llegando a su lado, pero se detiene al vernos a todos allí; sus ojos, son color miel y un pelo castaño claro, y si los mirabas con suma atención, podías darte cuenta de que tal vez eran hermanos...

 

- ¿Qué pasó, Sebastián? — pregunta un poco molesta

 

— Nada, olvídalo, Fátima; mucho gusto, yo soy Sebastián Miller, hermano de Fátima. Un placer conocer a los hijos de la familia Anderson

 

— El gusto es nuestro, felicidades por la campaña, nuestros padres les mandan un fuerte abrazo y un saludo. Por cierto, soy Jael, ellos son mis hermanos Jaden y Zack; y ella es nuestra hermana menor, Alexandra

 

— Mucho gusto a todos — dice sonriendo

 

— Finalmente te pudiste deshacer de tu amiga? — pregunta la chica con un tono de burla; a lo que Sebastián bufa

 

— No deja de fastidiar, ¡No entiendo cómo pudo entrar!

 

— Pero a el niño le encanta ser él todas mías

 

— Hay les hablan - digo a mis hermanos mientras finjo toser, y Fátima ríe

 

— Creo que finalmente encontré a alguien que me comprende - me dice dándome un pequeño abrazo y yo rio correspondiéndoselo

 

— Quien nos manda ser tan galanes - dice, y Sebastián lo apoya

 

— Él me comprende, ellos me comprenden - dice el castaño, al mismo tiempo que se corrige; y todos reímos

 

— Miller - escuchamos una voz un poco grave, y me doy cuenta de que era un chico con pelo rubio bien recortado, ojos un poco verdes, alto y con cuerpo de atleta

 

— ¿Qué pasa, Álvaro?

 

— Nada, solo quería molestarlos - dice encogiéndose de hombros

 

— ¿Y por qué no molestas a Andrés o a Antonella?

 

— ¿Y qué mi mamá se ponga más histérica de lo que está? No, gracias




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