El Tiempo Que Sea Necesario

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO.

 

 

 

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

 

 

Cristopher

 

 

Dos meses después

 

 

— Tenemos que hablar Mari, desde hace dos meses tenemos problemas, debemos de arreglar todo — murmuro, mirándola. Veo como muerde su labio inferior

 

— Lo sé. Yo te tengo que... — dice y aprieta sus manos —, tengo que confesarte algo muy importante Cris

 

— ¿Qué pasa? — preguntó confundido. Ella se pone de pie para dirigirse al pequeño buro, y sacar un sobre

 

— Me acabo de enterar — dice y veo que es de un laboratorio. Una prueba de embarazo...

 

 

Positivo

 

 

— Estoy embarazada, tengo trece semanas

 

Una palabra puede cambiar totalmente tu vida. Y mi esposa me está enseñando esto, pero la diferencia es que no solo fue una, ¡¡si no cinco palabras!!

 

 

—Estoy embarazada, tengo trece semanas

 

 

Embarazada

 

 

Un ser crece en su vientre. Un pequeño ser inofensivo llegará a este mundo y me dirá papá, yo seré papá... 

 

Tantas sensaciones inexplicables de describir llegaron a mí. Emoción, miedo, alegría, amor, temor, todo en una sola vez. Mi mayor sueño se está cumpliendo, y soy el ser más feliz de este mundo.

 

 

Te amo hijo, eres lo más valioso que tengo en mi vida

 

 

El sueño de muchos es eso; escuchar esas palabras de la boca de su papá, de aquel hombre que duraba horas fuera de casa tratando de darle lo mejor a sus hijos. A su familia...

 

En mi caso, jamás escuché esas palabras de la boca de mi padre, jamás fui su orgullo, ni su mayor tesoro, jamás le importe y eso me lo demostró con hechos, porque a pesar de todos los daños que ocasionó, jamás intento cambiar y solamente llegaba a empeorar todo, a destruir lo poco que yo había logrado. 

 

Pero esta vez no, no dañaría nada de mi familia, no se acercaría jamás a mi bebé, a mi hermana y a mi esposa, jamás permitiré que les pase algo...

 

— Di algo Cristopher — murmura mirándome, aún de pie. Solamente me acercó a ella

 

— Gracias por hacerme el hombre más feliz de este mundo — susurro —. Te juro por nuestro bebé que los voy a cuidar de todos, e incluso, de mí. Te amo Mariana — digo colocando mi mano en su vientre, y ella sonríe algo aliviada 

 

— Te amo Cristopher — susurra antes de besarme

 

Te prometo que nada te pasará mientras yo esté aquí, hija o hijo...

 

 

Al día siguiente

 

 

— Contesta ya ese teléfono, tengo mucho sueño — se queja y yo suspiro

 

 

Tomo el teléfono y contesto sin ver quien era

 

 

En la llamada

 

 

— ¿Hola?

 

— Buenos días, ¿te desperté? — habla por el otro lado Alexandra 

 

— ¿En serio preguntas eso? ¡¡Son las siete y media y es domingo!!

 

— Lo siento, pero al parecer alguien no te dijo nada — susurra molesta

 

— ¡Claro que le dije!! — escucho la voz de Alonso al otro lado de la línea

 

— ¿Qué cosa?

 

— ¡¡Hoy tienes que convivir con tus fanáticos!! En dos horas iniciará el evento. Alonso te debió de haber dicho desde hace una semana, pero no, inclusive estoy aquí en Charlotte, así que tienes que venir Cristopher

 

— Pero es domingo y es muy...

 

— Estoy despierta desde las cuatro de la mañana. Créeme cuando te digo que no estoy de humor. Así que muévete, y ven ya — dice interrumpiéndome

 

— Ya voy su señoría. Pero en mi defensa él no me dijo nada...

 

— Lo sé. Desde hace horas me di cuenta de eso...

 

 

Fin de la llamada

 

 

— ¿Quién era? — pregunta mi esposa, un tanto soñolienta

 

— Alexandra, al parecer tengo un evento con mis seguidores y Alonso no me dijo nada

 

— ¿A qué hora es?

 

— A las nueve y me tengo que ir ya. ¿Me quieres acompañar? — le preguntó, acariciando su cabeza y ella niega

 

— Tengo mucho sueño, pero suerte — me susurra, y yo sonrió, para después darle un corto beso en sus labios

 

Salí de la casa para después dirigirme, hacia el salón donde sería el evento. Por suerte, solamente estaba a quince minutos de donde estaba y había poco tráfico, por lo que llegué a tiempo

 

— Estoy aquí — digo y veo como estaba riendo con Alonso

 

— Hola, me alegro. Pase a camerinos para que lo preparen — habla Alexandra, y Alonso continúa 

 

— Y lo pongan bello — bromea 

 

— Yo siempre estoy bello — les aseguro. Ellos hacen una mueca

 

— Quisieras

 

— Ya ve, antes de que se haga más tarde

 

— Si mi sergenta

 

Mi relación con esos dos ha comenzado a mejorar conforme iban pasando los días. Luego de aquella tarde en la que Alonso y yo peleamos, me aleje de ellos, hasta que la asistente de Alexandra se comunicó conmigo, para pedirme que fuera a la editorial. 

 

Así lo hice, en la mañana siguiente fui. Ale me explico todo lo que faltaba del libro para que este estuviera completamente listo. También, me explico un poco sobre lo que ocultaba de mi padre, si es que así se podría decir en la parte de explicar. Ya que citó estás palabras

 

"— Es mejor que no lo sepas a detalle. Lo único que te aseguró, es que todo terminó. Y si algún día te llegas a enterar de las cosas que hice, no me arrepiento de nada. Para mí, fue la mejor decisión que pude haber tomado..." 




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