El Tiempo Que Sea Necesario

CAPÍTULO TREINTA Y SEIS.

 

 

CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

 

 

Alexandra

 

 

— ¿Cómo estás? — le pregunto a mi mejor amiga

 

— Bien, ¿por qué preguntas? — me susurra

 

Solamente sonrió, mientras aprieto sus manos, las cuales estaban unidas con las mías sobre la mesa de la cafetería en la que nos encontrábamos

 

— Tú sabes porque Zai. Hace mucho que no hablamos; pero sabes que puedes confiar en mí

 

— Lo sé. Pero es tan difícil todo esto — dice mirándome y yo aprieto mis labios —. Él se fue, desapareció y solamente mando a alguien a decirme que me olvidara de él. Lo hice y ahora vuelve con la intención de volver a revivir una vez más lo pasado. Él no es el Said del que yo me enamoré. Es un narcotraficante, no es chico que quería cumplir cada uno de sus sueños, a pesar de tener que luchar contra corriente — susurra solo para que yo la escuche

 

— ¿Tú que sientes por él? — pregunto, provocando que ella suspiré 

 

— Hace mucho tiempo deje de pensar en él. Enterré todos mis sentimientos hacia él, los guardé en lo más profundo de mí. Y cuando conocí a Leo, sentí que tenía una nueva oportunidad, pero ahora también está aquí Said, y... Creo que lo que sentí por él, regresó 

 

— Entonces, debes de hablar con Leonardo...

 

— Pero ¿y si nada sale bien? ¿y salgo nuevamente lastimada?

 

— Zaira, soy tu mejor amiga; y por eso te tengo que hablar con franqueza. Si tú ignoras todo lo que sientes y sigues con Leo, tendrás una vida tranquila y normal, podrás tener lo que siempre soñaste, a una buena persona que te ame con todo su corazón, pero no serías feliz por el simple hecho de que tú no lo amas, porque tú no sientes lo mismo que él siente por ti. 

 

«En cambio, si intentas algo con Said, si le das una nueva oportunidad, te aseguro que el hará todo para demostrarte lo mucho que te ama y te dará una felicidad que ni siquiera Leonardo te llegó a dar. Pero tienes que ver el otro lado de la moneda. Porque estar con él, implicaría meterte en un mundo demasiado peligroso, un mundo en donde puedes correr mucho peligro, debes tener mucho cuidado con lo que elijas, Zai...

 

— ¿Porque se tuvo que meter en todo eso? — susurra con lágrimas en los ojos. Sonreí un poco

 

— Tal vez, cómo dicen en México, para ponerle más sazón a la historia — bromeó, provocando que ella ría, limpiando sus lágrimas —. Te quiero muchísimo Zai, gracias por ser mi mejor amiga — digo y ella me sonríe más 

 

— Gracias a ti por soportarme siempre, te quiero mucho.

 

— Te prometo que jamás te abandonaré, así como tú tampoco me has abandonado a mí. Y cuando caigas, estaré ahí para levantarte y evitar que caigas nuevamente. Nunca lo olvides. 

 

 

Horas después

 

 

Estar con mis mejores amigos es lo mejor que puede haber en este mundo, es como si estuviera con mi familia que no es de sangre, pero que ha demostrado lealtad y fidelidad en todo momento.

 

Charlie y Zaira, han estado conmigo desde que éramos bebés, literalmente. Estuvimos juntos en cada etapa de nuestra vida, crecimos juntos, estuvimos en los peores momentos, pasamos incontables navidades juntos, años nuevos destruyendo la casa de Charlie, cumpleaños festejando y riendo. Graduaciones llenas de alegría, llegar hasta la universidad juntos, estar allí cuando a cada uno nos rompieron el corazón, y a pesar de que incontables meses discutimos y llegamos a pelear, sabíamos que, si nos necesitábamos, estaríamos ahí siempre...

 

Aurora, Ernesto y Said, unos amigos demasiado peculiares. Todos nos conocimos en nuestra peor etapa, ellos estaban lastimados de todos, la sociedad los había lastimado, cada uno luchando por sobrevivir a cada uno de sus problemas, pero refugiándose en algo que no les ayudaba en nada, o bueno, en acabar con su vida lentamente, tal como lo querían.

 

Ernesto, un chico demasiado agradable, alguien que intentaba salir adelante y hacer que sus padres se sintieran orgullosos de él, pero cuando intentaba ser alguien mejor, todo el mundo se ponía en su contra y le recordaba hasta lo más mínimo de su pasado. Ese pasado que intentó olvidar tantas veces, pero no lograba. Hasta que se dio cuenta que no se trataba de olvidarlo, si no aprender a vivir con él...

 

Aurora. Una chica que tenía tantos problemas, que tenía que luchar por ella misma, alguien a quien la lastimaron con comentarios y actos hirientes. La acusaron de tantas cosas, le tocó ver como su familia de destruía poco a poco, que vio como su hermano pequeño murió, ver como sus padres no estaban ni un solo minuto en paz y discutían siempre que podían. Jamás tuvo un momento de amor, tuvo que aprender a cuidarse sola, su único momento de tranquilidad era cuando consumía aquellas sustancias; pero esas mismas sustancias, fueron las que hicieron que ella tuviera una sobredosis y estuviera a punto de morir; para ella su salvación, era su propia destrucción...

 

Said. Él era alguien que tenía un gran futuro, alguien que se estaba esforzando por mejorar, el que había tomado el primer paso para cambiar y dejar todas sus adicciones. Estaba dispuesto a cambiar, porque quería ser mejor persona, porque quería demostrarles a todos y a él, todo lo que podía lograr, pero sólo se quedó en sueños y expectativas. 

 

Tantas cosas que ahora se quedaron inclusas, ¿por qué? Por qué se metió al peor lugar de todos, a un mundo donde todo está en juego, un lugar donde todo lo que quieres puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Donde te tienes que cuidar hasta de tu propia sobra, porque encontrarás a miles de traidores, miles de personas que solamente se intentarán aprovechar de ti, se metió en el lugar donde jamás podrás ser feliz, porque el amor no es bienvenido, ya que simple y sencillamente, si tú quieres ver a los que quieres feliz, debes de alejarte y dejar que hagan su propia vida por su cuenta. Lejos de ti...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.