Capítulo 11

Tras una última parada llegaron a una aldea en medio de un claro del bosque. Tenía casas precarias de madera y tiendas  elaboradas que daban la impresión de pobreza. Pero al ver tantos materiales dispersos se hizo evidente que estaban edificando. Alcanzaron a ver una docena de hogares antes de que uno de los nativos les indique que entren en una de las tiendas.

Por dentro era espaciosa y podrían vivir allí 4 personas fácilmente. Solamente habían dos camas hechas de tela y pieles, y otros tres montones del mismo material que habrán de servir de mesa y sillas.

El nativo que los acompaño dentro hizo una seña con el puño dibujando una medialuna en el aire.

-¿Qué quiere decir? -dijo Seth intentando decifrar el gesto

-Creo que se refiere al sol, capaz quiere que esperemos un día aquí

El nativo no asintió, era obvio que no les entendía y simplemente se fue dejando la cortina de entrada abierta, posiblemente una señal de que pueden salir. Seth se recostó en una de las camas sabiendo que si en algún momento podía relajarse era en este.

Neil se sentó mirando al exterior dejándose llevar por su mente, tenía que asimilarlo todo.

Estuvo pensando en la naturalidad con que habían aceptado todo lo que pasó: los poderes, el tener que combatir a los invasores, el aparecer en un lugar desconocido, sus anfitriones misteriosos.

«No teníamos muchas opciones... en realidad no teníamos ninguna» Consideraba natural el tomar decisiones rápidas pero el pasar casi un día de esta tensión era muy agotador. Seth no descansó en ningún momento y tomó el control de la situación siempre, una voluntad admirable sin dudas, el no hizo más que obedecer. «Desde ahora será diferente, llevamos esto juntos desde ahora» pensó viendo el anillo que por ahora no podria utilizar para no llamar la atención.

-¿Nos dieron un día para qué? -esté último pensamiento salió en voz alta

-Para que yo llegara -una voz femenina salió de la entrada- se suponía que llegaríamos mañana

Por la sorpresa Neil volteó a la par que Seth se levantaba. Frente a ellos habia una nativa de facciones delicadas que aparentaba tener la edad de ellos, su piel era ligeramente oscura igual que los demás pero su rostro y su cuerpo parecían propios de alguien de alta clase.

-¿Puedes entendernos? -preguntó Seth que estaba atento a la respuesta

-¡Claro! Puedo hablar con todos -dijo sonriente - se que deben estar cansados ¿Los dejo solos?

-Al contrario, nos vendría bien saber donde estamos -interrumpió su compañero

-Estamos en Gihel, aunque seguro eso no les dice nada

-No la verdad -Seth retomó la iniciativa- ¿Cómo es que puedes entendernos?¿Eres traductora? -si buscaba engañarlos se tomará de lo primero que pueda

-Es algo complicado de explicar, pero podemos hablarlo al comer -señaló hacia afuera- ¿Tienen hambre?

-Si, por favor -aceptó Neil por ambos

Seth asintió y se levantó con intención de salir, quién sabe cuando podrán volver a comer en territorio salvaje.

-¿Como te llamas? -preguntó el isleño antes de seguila

-Ariya -dijo la chica que los guiaba afuera