Está Liam, sonriendo. —Hola... sé que nos miramos hace unas horas, pero pasé a ver cómo estab...—le interrumpo porque le abrazo.
Me aparto después de unos segundos, me siento extrañada y sonrió nerviosa. —Lo siento...—le digo mientras le veo a los ojos.
Expresa confusión. —¿Estás bien? No me molesta que me abraces. Para eso estoy—sonríe mientras se acerca a mí y me vuelve a abrazar. —¿Se siente bien, no?—inquiere mientras escucho que baja mi madre y padre.
—Sí.—contestó suave mientras me apoyó en su pecho.
Mamá nos ve. —Perdón por interrumpir. ¿Liam, te comento Alice que nos acompañaras a comer?—pregunta mientras ella esta al lado de mi padre esperando una repuesta.
Yo volteo. —Ira con nosotros—afirmó mientras tomó su mano y caminamos hacia la puerta para salir.
Liam no comenta nada. Solo sonríe.
Mientras mi padre sube a su habitación rápidamente, aprovecho para hablar con Liam.
Mi rostro refleja preocupación, él lo nota casi de inmediato. —Estoy preocupada por la desaparición de mi primo en Canadá. Tengo un presentimiento que debo ir allá... no importa qué, tengo que ir—le digo reflejando mi tristeza y desesperación.
Asiente. —¿Pero por qué lo presientes?...
—Tuve un sueño bastante real, y creo que debo ir...—contestó.
Me escucha atentamente mientras estamos solas, pero luego mi madre sale de la casa, muy sonriente. —Listos... vamos a comer—anuncia mientras camina al auto y segundos después sale mi padre.
Subimos al auto, mi novio y yo estamos en la parte de atrás. Él toma mi mano mientras sonríe, después de unos segundos con su brazo me abraza y me lleva a él, yo me recuesto sobre su hombro al mismo tiempo que vamos camino a comer.
La charla entre mis padres y la radio es lo único que se escucha en el auto, pues la conversación entre Liam y yo no fluye, solo me limito a estar recostada pensando en lo que estará pasando o puede pasar... si voy, no sé qué estaré buscando, pero si me quedo, me sentiré aún peor... así que creo que no tengo muchas opciones, debo ir... ahora el problema será convencer a mamá y papá, que de pronto... y luego del asesinato de mi mejor amiga, tuve un sueño y debo ir de nuevo a Canadá para ayudar a Ares, porque creo yo que así debe ser...
Al llegar a nuestro destino, bajó del carro junto a mi novio. Ingresamos al restaurante, papá y Liam se preparan para ordenar mientras mamá y yo vamos a buscar una mesa.
Aprovecho para hablar y decirle lo que pienso. —Mamá...—hablo mientras caminamos en busca de un lugar para sentarnos y esperar la comida.
Ella voltea de inmediato. —¿Mandé, corazón?—responde.
—Tuve un sueño, fue muy real y siento que es como un... aviso o advertencia... tengo que ir—explicó mientras estamos a la mitad camino y rodeada de algunas mesas ocupadas por personas. Algunos meseros nos evaden mientras charlamos.
Ella parece no entender y me ve con una mirada confusa y un rostro que refleja lo mismo. —¿Ir a dónde?—pregunta.
Suspiro. —De nuevo a Canadá, necesito ir y encontrar a Ares. Corre mucho peligro, lo sé... y también sé que es algo muy loco el de pronto querer ir, pero tengo que hacerlo—respondo un poco desesperada.
Ella asiente y sonríe. —Nena, yo te creo... pero, de pronto querer ir de nuevo a Canadá... Ares escapó de casa tal vez, no corre peligro. Entiendo que estés triste y confundida por Andrea...
Niego de inmediato. —¡No es eso, mamá!...—me molestó un poco, —Es más complejo de lo que crees e imaginas, yo solo quiero ir allá... y créeme, podré ayudar... sé que es brusco, pero tienes que creerme—le insisto mientras continuamos a mitad de camino discutiendo.
Ella solo me observa seriamente, parece que intenta analizar lo que he dicho. —Sí, esto es muy repentino... y te entiendo, Ares es como tu alma gemela. Pero Alice... como esperas ayudar, cuando ya se está investigando... entiendo tu sueño, aunque no me has revelado que viste o descubriste. Esto representa un gasto de último momento, ir a otro país, requiere planeación, no es algo espontáneo...
Cierro mis ojos y nuevamente los abro mientras suspiro. —Eso lo sé, mami... pero tenemos que ir, debes confiar en mí... algo podré hacer o cambiaré algo. Yo tenía comunicación con él, todos los días, y desde hace días no respondía, ni siquiera cuando llamé. Desapareció de la nada, y me dijo que sentía que corría mucho peligro, pero no me habló mucho del tema—agregó.
—Hablaré con tu padre, y veremos lo de los boletos...—sonríe.
Papá y Liam llegan con nosotras. —¿Todo bien?—pregunta mi padre al vernos aún estáticas en el camino.
Mamá voltea con él y le dice que salgan para hablar.
Yo avanzo con mi novio y buscamos un lugar para sentarnos.
Liam me sigue mientras estamos tomados de la mano. —¿Qué sucede, linda?—me pregunta mientras llegamos a un lugar en el cual podemos sentarnos.
Volteó con él mientras se sienta a mi lado. —Le dije a mamá que necesito ir a Canadá... —Intento buscar a mi madre, pero veo que está afuera charlando con papá.
Me escucha. —¿Estás segura que quieres ir?—interroga mientras sostiene aún mi mano. —Te veo muy asustada y confundida—agrega mientras me ve con preocupación.
Le miró. —Lo estoy, pero sé que tengo ir—confirmó.
Guarda silencio por unos segundos. —Iré contigo. Tengo 18 años, puedo viajar y le diré a mis padres que debo acompañarte, no me dirán que no—anuncia con firmeza y me transmite calidez.
De inmediato su respuesta me toma por sorpresa. Sonrió naturalmente al escucharle. —¿En serio irías conmigo?—le preguntó.
Levanta sus hombros y no expresa preocupación alguna. —Obvio. Iré contigo, cuando terminemos de comer iré a casa de mis padres y le avisaré... no tendré problema alguno, aún no tengo 21 años, pero puedo viajar y les pediré permiso, te avisaré por la mañana y tú me dices a qué hora nos vamos-contesta mientras mamá y papá caminan a nosotros para sentarse. —Ah, y yo pagaré tu boleto y el mío—guiña el ojo.