Henry Campell.
Jugador estelar de basquetbol en nuestro instituto, cabellera rubia, ojos azules, de buena familia, el chico ejemplar que todas querían, y un reverendo idota. Tomó un intercambio a Estados Unidos cuando entre Heather, Sophie y yo lo desmantelamos frente a todos, revelando lo manipulador que es para poder aprovecharse y acostarse con las chicas del instituto.
Lo acompañaba Chad, su perrito faldero y amante supongo yo, ya que, se echó toda la culpa y fue expulsado con tal de que Henry siguiera en el instituto.
— Mira, mira, mira a quien nos encontramos por aquí. — sonrió y se acercó lentamente a mi.
Me paré y mi corazón comenzó a latir muy rápido. Quedo a la par de mi, no baje por ningún segundo mi mirada, por más aterrada que pudiera estar, no podía dejar que lo viera. Necesitaba irme de aquí, podría darme una idea de lo que era capaz y las últimas palabras que me dijo resonaron en mi cabeza.
“¡Lo lamentaras! ¿me escuchaste? Nunca debiste de hacer eso Ellie”
¡¿Por qué nadie se acercaba a la maldita cocina?! Es como si todos se hubiesen puesto de acuerdo para dejarme sola con esos dos.
Traté pasar de lado pero fue inutil, Chad tomó mis brazos y los apretó por detrás de mi espalda inmovilizando mi cuerpo. Henry con su mano tomó con brusquedad mi mandíbula y acercó su asqueroso rostro al mío dejándolo con pocos centímetros de distancia.
— Estás acabada Wilde— susurro— ¿Sabes lo que me sucedió? No solo me fui del país… ¡Me desheredaron, mi madre no me dirige la palabra! y mi padre me dice a cada nada que soy la aberración de la familia ¿sabes lo que se siente? ¡¿lo sabes?!
— Fuiste tú solo quien cavó su tumba junto con ¡este idiota!—. me sacudí intentando liberarme pero solo conseguí que me sujetara con más fuerza.
Me queje del agarre, él solo rió. Ya estaba más que desesperada, mire hacia abajo, su cuerpo estaba cerca del mío, lo podía usar a mi favor.
— ¡No seas estúpida y te compliques más la vida! Chad, llevatela. Pero no sin antes…— juntó sus labios a los míos y aprovecho el momento para morder su labio inferior y enterrar mi rodilla en su entrepierna.
Se retorció del dolor, y aunque me doliera, tire un cabezazo hacia atrás dándole a Chad, me libere del agarre y quise salir pidiendo ayuda. Cuando estaba apunto de atravesar la puerta, alguno me tomó por los pies haciendo que cayera, me arrastraron en lo que yo me concentraba en gritar pidiendo ayuda, en vano ya que la música era muy elevada perdiendo mis gritos de ayuda entre las melodías
.
— ¡Ayuda! ¡Ayuda! — la desesperación crecía en mí como la marea alta.
— Nadie podrá salvarte esta vez Wilde— hablaba Chad.
— ¡Por favor no me hagan nada! ¡Por favor! — Estaba bajo el agarre de Chad que sujetaba con fuerza las canillas de mis manos contra el suelo. Podía sentir mis mejillas calientes.
Pensé lo peor. Los agarres eran cada vez más bruscos y de un momento a otro dejé de sentir las presiones contra mi. Abrí los ojos, ni Chad ni Henry se encontraban sobre mi, Harry entró a mi campo de vista como un rayo de luz entre la tempestad. Él junto con otros chicos me quitaron a Henry y Chad de encima. Pude volver a respirar.
Salí de la cocina con Lía y Sophie rodeándome los hombros. Todo se había parado, la música, la diversión, las luces estaban prendidas, la gente había dejado de bailar y beber para concentrarse en mí y murmurar.
Lía, Heather y Sophie ya se encontraban a mi lado pero yo solo no podía dejar de mirar a la puerta de la cocina de donde se escuchó una que otra cosa caer al suelo, segundos después salió Harry con Henry que tenía el labio roto, detrás de ellos salió otros dos chicos con Chad.
La mayoría de las personas en la fiesta iban en nuestro instituto y por lo tanto, sabían quien eran esos dos; los abuchearon y aventaron de todo tipo de cosas, no se como es que pudieron escabullirse aquí sin que nadie los reconociera.
Los sacaron de la casa y pude divisar un par de luces rojas y azules. ¿En serio habían llamado a la policía? Unos empezaron a correr y huir ya que eran menores bebiendo alcohol. Todo esto se hizo un desastre por mi culpa. Arruine la noche de todos.
— Ellie, tienes que venir con nosotros — no se como ya tenía a Harry de nuevo delante mío — Tienes que ir a la comisaría a declarar lo que pasó, no quería ponerte en esto pero los oficiales te tienen que llevar para que hagan algo.
— No, no, ¿están locos? No quiero meterme en problemas. — hable acelerada.
— No lo estaras, los que los van a tener son ellos por acercarte a ti — me habló esta vez Lía.
— Todos iremos contigo y no te dejaremos sola ¿de acuerdo?— habló Heather.
No quería ir, en serio que no, pero vi a Sophie quien estaba en un rincón con la cabeza abajo y no me quedó más remedio que hacerlo, no podía hacerle esto a ella, tuve que hacerlo por las dos.
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Editado: 23.08.2024