Embarazada de mi enemigo

Capítulo 3

La mañana que siguió luego de encontrarme con mi antiguo yo, se sintió más acogedora y tranquila que de costumbre. Ya que después de tantas semanas de incertidumbre y llanto, finalmente había logrado mantener esa calma y serenidad que caracterizaba a Dee.

Solían llamarme fría, dura, de poco tacto, pero en realidad, solo actuaba de esa manera porque no quería acercarme a las personas descuidadamente y que estas terminaran traicionándome.

Acomodé el que era ahora mi uniforme y sentí un nudo en mi estómago formarse. Luego de tantas semanas de penumbra, finalmente comenzaba a ver la luz, y podría ganarme el sustento necesario para la nueva vida que se formaba en mí.

Todavía no podía terminar de creerme que alguien como yo estuviese esperando un hijo, una criatura diminuta que saldría de mi carne y mi sangre. En ocasiones, cuando pensaba mucho en el tema una sensación de incomodidad me embargaba, pues todo nuestro futuro era completamente incierto. Sin embargo, a pesar de todas las dudas, del desconcierto y el insomnio, intentaba convencerme que pronto todo sería mejor.

Pues aunque en su momento consideré la idea de no concebirlo, ya que no tenía ni una sola idea de cómo una persona que prácticamente estaba muerta y no poseía papeles, podría darle un nacimiento bueno y sano; luego de recibir el apoyo de Clarisse y su novio Matthew, pude deshacerme de esas preocupaciones y concentrarme en el lado positivo.

Pensé en los nuevos compañeros que tendría en la empresa, cuando me bajé del taxi que me llevaba a mi lugar de trabajo y suspiré.

Nunca había tenido otra amiga que no fuera Clarisse. No confiaba en nadie, prefería simplemente fingir ser simpática y saludar a todos con condescendencia, pero jamás intentaría acercarme más que eso. Sabía lo retorcidas que las personas podían llegar a ser, más cuando identificaban a la presa más débil en la jungla de la vida, y era por ese motivo que prefería mantener mi distancia de todos.

Y ahora que estaba a punto de abrir la puerta para presentarme, decidí que continuaría con ese modus operandi. Siempre fingiendo una sonrisa radiante.

Seguí mi propio consejo, brindándole un cálido saludo a la persona que me hizo la entrevista la semana pasada y ella hizo lo mismo. Dorothy, la mujer de recursos humanos, era la tía favorita de Matthew, así que cuando ella fue informada de que faltaba personal en la empresa, le había comentado a su sobrino con la esperanza de ayudarme, ya que ella también sabía lo horrible que era estar embarazada y no contar con el apoyo de nadie.

Dorothy era una ex ama de casa que solía ser golpeada por su esposo, así que cuando salió de esa relación tan tortuosa, se juró que haría todo lo que estuviera en sus manos para apoyar a otras mujeres que buscaran salir adelante por sus hijos. Y era por la bondad de personas como ella, que por fin tendría un trabajo distinto al de una camarera.

Realmente no tenía nada de malo, pues había dedicado todo mi esfuerzo a cualquier trabajo digno que se me presentó, pero ahora que recibiría a otra persona, tenía que concentrarme en ganar todavía más dinero, para brindarle la vida digna que se merecía. Y teniendo en cuenta que mi verdadera identidad era Destiny, una chica que se había dado por muerta hacía muchos años, no entraba en mis posibilidades aspirar a cosas más altas que trabajos de medio tiempo mal pagados. Y era por ese motivo que no podía desaprovechar la oportunidad frente a mí.

—No tienes que estar nerviosa —me aconsejó mientras nos movíamos por el pasillo principal en la planta baja—. Verás que te llevarás de maravilla con todos.

Asentí a sus palabras y decidí observar con detenimiento mí alrededor, para no perderme de ningún detalle importante.

—Tu trabajo será capturar los datos de los clientes que nos llegan, algunas otras labores como llevar el café o los aperitivos a las juntas, sacar copias, esa clase de cosas.

Mi posición en la empresa era una especie de asistente o secretaria por lo que Dorothy me comentó con anterioridad, lo que me entusiasmaba. Nunca fui realmente buena para los estudios, porque estaba bastante preocupada de que mis hermanastras me acosaran todavía más si destacaba, pero no consideraba que fuera tonta y aprendía bastante rápido lo que me enseñaban; así que estaba decidida a demostrar mi potencial para no ser despedida.

—Las horas extras en la empresa son pagadas, te darán el doble de dinero por hacerlas, aunque no te puedes quedar sin antes avisar a la encargada, ¿de acuerdo?

Volví a asentir, absorbiendo toda la información como una especie de esponja.

Poco después de recorrer las instalaciones, Dorothy me llevó al cubículo designado para mí. Era una especie de sala común donde varias mesas grandes estaban divididos por unos paneles, y varios empleados giraron su silla de manera disimulada para verme.

—Atención a todos, ella es la nueva empleada.

Alcé la mano para saludarlos y ellos parecían intrigados con mi presencia. Noté los ojos brillantes que algunos me dedicaban, y las miradas amenazantes de otros cuando me examinaban, acostumbrada a ese tipo de reacciones, solo disimulé que no pasaba nada y me presenté rápidamente.

—Hola, mucho gusto, soy Dee y espero llevarme bien con todos ustedes.

Terminamos con la bienvenida y me acomodé en mi nuevo asiento luego de que Dorothy se marchó. Me indicó que pronto la encargada de las secretarias vendría a darme mi primera tarea, cuando escuché un sonido duro pegar contra el suelo y era una mujer regordeta, que parecía tremendamente avergonzada.



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En el texto hay: reencuentro, perdon, embarazada

Editado: 22.01.2022

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