Embarazada de mi enemigo

Capítulo 15

Cuando Thiago finalmente se enteró que si sería el futuro padre del bebé que estaba esperando, se me apretó el corazón de  una manera sorprendente.

Mirarlo tan tranquilo mientras sostenía la carta de los análisis de paternidad era sin duda toda una escena digna de película romántica dramática. Quise acercarme y hablar con él, explicarle que todavía estaba a tiempo de irse y dejarme sola con el hijo que yo anhelaba de manera egoísta, pero luego de aquella conversación donde me dejó en claro que nunca aceptaría tener un hijo ilegítimo, sabía que era un caso totalmente perdido. Thiago nunca le haría a su sangre lo mismo que su padre les hizo a él y a todos sus hermanos.

Esa tarde tranquila, ambos nos despedimos frente a mi casa después de que me llevara hasta mi departamento en su auto y en completo silencio, avancé hasta mi puerta y me derrumbé.

Me sentía demasiado emocional y sensible como para procesar todo lo que sucedía. Ser la madre de los hijos de Thiago había sido el sueño de Destiny, pero no el de Dee, y ahora estaba debatiéndome entre la alegría de la que solía ser yo, con la agonía de la nueva personalidad que adopté después de dejar mi pasado atrás.

Nada estaba seguro en mi futuro, no podía predecir nada de lo que sucedería luego de que mi hijo naciera, pero me tomé el estómago con afecto y me juré que aunque después Thiago intentara dejarnos o se enterara que Dee Grace era una identidad falsa, nunca de los nunca le revelaría que solía ser su amiga de la infancia.

—Dee, ¡Dee! Te estoy hablando.

Clarisse me sacó de mi ensoñación después del transcurso de unos días viviendo en su departamento y suspiró.

—Tienes ya varios días así de distraída, ¿por qué no me cuentas lo que sucede?

Ella me miró con sus grandes ojos inquisitivos y quise ahogar mi remordimiento. No le había contado todavía el hecho de que Thiago ya sabía que era el padre del hijo que estaba esperando, y mucho menos podía contarle que había hecho una cita ese mismo día con un doctor que conocía para corroborar el estado en el que me encontraba.

No tenía ni la menor idea de cómo ella digeriría la noticia, no después de lo mucho que lo odiaba por no haberme defendido mejor en nuestra adolescencia.

—Solo he estado muy ocupada en el trabajo, han sido días pesados —testifiqué desganada.

Y tampoco era una mentira. Luego de la noche de copas donde Sarah fue humillada por nuestros compañeros de trabajo y Thiago llegó a poner la situación todavía más tensa, me había mantenido alejada de Luis y su grupo. No quería realmente problemas en la empresa, ni mucho menos hacer amistad con ese tipo de personas, así que simplemente pasaba de largo cada que intentaba hablarme, y aunque la primera semana fingía no darse cuenta de mi cambio de actitud, al transcurso de la segunda semana, su actitud empezó a trastornarse y se convirtió en el tipo de persona que acosaba a otra cuando no conseguía lo que quería.

No se podía decir que me estaban maltratando, pero tampoco eran buenos conmigo y aprovechaban cualquier oportunidad que tenían para cargarme trabajo de más o para burlarse de algún error que cometiera.

Clarisse asintió como si comprendiera la situación y negó.

—Siempre que una situación involucra dinero o fama, la gente saca a relucir sus verdaderos colores.

Y es que a diferencia de mí, ella si había asistido a la universidad, donde terminó la facultad de derecho con muchas ilusiones. Sin embargo, una vez dentro del campo laboral, donde las buenas oportunidades son escazas y todo mundo quiere sobresalir, se encontró enredada en mil situaciones estresantes donde sus mismos compañeros intentaban sabotearla constantemente.

—Pero anímate, no me gusta verte así, ¿qué te parece si salimos esta tarde a distraernos?

En otra situación me hubiera encantado decirle que sí, pero en menos de dos horas tenía que ir en taxi hasta la clínica donde evaluarían como iba mi embarazo, así que tenía que irme antes de que comenzara a sospechar.

—Creo que preferiría descansar lo que resta del fin de semana, así no estaré tan estresada una vez vuelva al trabajo el lunes por la mañana.

Clarisse no parecía muy convencida pero terminó aceptando.

—¿Sabes qué siempre cuentas conmigo, no es así?

—Por supuesto —declaré sonriente y me puse de pie para no dejarla que me interrogara por más tiempo.

Aunque la gente podría pensar que soy una experta mentirosa dada la manera en que fingía ser una persona todo el tiempo, la verdad era que no se me daba muy bien eso de ocultarle la verdad a las personas que eran cercanas a mí.

Dee Grace había nacido de mi desesperación por un nuevo comienzo y era solo por ese motivo y el de que yo juraba que Destiny Baker estaba muerta, que era capaz de pasarme por la vida diciendo que era rubia natural y que siempre fui amada y popular.

Tal vez no era adinerada, ni podía conseguir los mejores trabajos con los pocos estudios con los que contaba, pero tenía personas cálidas a mi alrededor que hacían mis días mejores.

***

—Haz tardado un poco en llegar —declaró Thiago cruzado de brazos frente al área de maternidad.

La escena resultaba algo graciosa pues era un hombre elegante de traje sentado entre un montón de mamás y mujeres embarazadas, lo que le hacía ganarse la mirada curiosa de muchas, las cuales parecían interesadas de que hacía un hombre como ese allí.



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En el texto hay: reencuentro, perdon, embarazada

Editado: 22.01.2022

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