Capítulo 16

Rubia, elegante y carismática, Ivy seguía siendo la viva imagen de una chica popular de instituto, solo que un poco más mayor que antes.

—¡No pensé que verdaderamente fueras tú!

Sus ojos brillaron con alegría y se abalanzó hacia él, abrazándolo como si fueran los más grandes amigos. Thiago pareció tensarse un poco sintiendo sus brazos sobre sus hombros, pero como la persona respetuosa y prudente que siempre había sido, solo permaneció estático a su lado sin decir nada.

Me sentí bastante incómoda con su presencia, pues era una persona que no esperaba volver a encontrarme en mi existencia, y justo tener que mirarla me revolvía el estómago. Era como un recordatorio de que Destiny Baker si existió y que en cualquier instante la pesadilla podría volver.

—¿Qué haces acá? —preguntó Thiago notando mi extraña expresión.

Ivy me miró de reojo, como si no fuera de importancia en lo más mínimo, lo que era como un viaje al pasado. Así era la manera en que ella me observaba cada vez que podía.

No creo que me haya reconocido… pensé repleta de pánico. Estaba hecha un manojo de nervios y me aseguré contener la respiración.

—Estoy acompañando a una amiga  a hacerse unos estudios, es su primer embarazo —dijo intentando excusarse, parecía como si quisiera aclarar de cualquier manera posible que ella no estaba en ese sitio por algún asunto personal.

Levanté una ceja y me pregunté si Ivy continuaba albergando alguna clase de sentimiento por Thiago.

La primera vez que noté que ella estaba enamorada de mi mejor amigo, fue cuando Thiago comenzó a salir con Evely, su supuesta mejor amiga. Observé como su rostro se desfiguró y una especie de dolor cruzaba por este, y pude reconocerlo fácilmente no porque la conociera mejor que la palma de mi mano, sino porque estaba reaccionando de la misma manera que yo.

No había manera de que yo no hubiera sentido celos cuando la única persona que quería me abandonaba y se enamoraba de otra chica.

—Ya veo —contestó a secas.

Ivy lucía nerviosa y luego la chica de la que habló apareció en escena. Ambas eran bonitas, era justo como el tipo de persona con la que ella y su hermana se juntaban, pues a Ivy y Candy les gustaba fingir que tenían más dinero del que verdaderamente teníamos. Siempre se esforzaron por esconder el hecho de que mi padre trabajaba todo el día para darles lo mínimo necesario y ese era otro motivo por el que me odiaba, pues si yo no hubiera estado en ese tiempo, habrían tenido menos gastos.

Pensándolo bien, eran ellas los parásitos en mi antigua casa, pues amada o no, yo era la hija de sangre de mi padre, y nadie tenía más derecho que yo de estar en ese sitio.

—¿Es un conocido? —la otra chica preguntó.

—¡Sí! —Espetó con efusividad, ahora sonreía de oreja a oreja, bastante dispuesta a hablar sobre la participación de Thiago en su vida—, él es…

—Soy un amigo de su hermana.         

La otra rubia la miró con curiosidad e Ivy se quedó fría. Fruncí el ceño y miré en su dirección, pues no creí que diría algo como eso.

—Ya veo, no sabía que Candy todavía conservaba amigos por acá.

—No, no de ella —Thiago la corrigió—. De Destiny.

Un silencio sepulcral cayó en medio de la sala de espera de la clínica y la chica, la cual desconocía su nombre, pareció sentir una ráfaga de aire recorriendo su espalda.

—Vaya, así que también tienes otra hermana.

Nuevamente, aquel rostro que tanto conocía se desfiguró en una mueca horrible, que solo duró unos segundos y luego reemplazó por su típica falsa sonrisa condescendiente.

—Sí, tenía una hermanastra —murmuró como si estuviera recordando tiempos entrañables—, solamente que falleció hace ya tiempo, fue muy lamentable.

Quise bufar y echarme a reír por la forma en que habló como si mi supuesta muerte le hubiera dolido en el alma, que mentira más tonta.

—Cuánto lo siento por ti, querida —la chica le pasó una mano en el hombro.

—Descuida.

La expresión de Thiago era indescifrable, algo así como un pantano oscuro, sin poder siquiera dar una señal de que era lo que pasaba por su cabeza.

—Pero volviendo al tema, en serio me pone muy contenta encontrarme contigo después de tanto, es como si el destino estuviera intentando que nos reunamos.

Comprendiendo que Ivy no se rendiría en conseguir un motivo para continuar conversando con Thiago, casi sentí simpatía por ella, pues debía de seguir colada por aquel muchacho al que molestó durante muchos años en su infancia.

Pude entender en su momento que Thiago se enamorara de Evely, pues era una chica carismática y popular, que solo llevaba aproximadamente un año siendo amiga de Ivy y que no había sido verdaderamente cruel con nosotros, solo algo pesada y despectiva, sin embargo, si las cosas hubieran sido diferentes y él se hubiera colado por Ivy, una de las personas más responsables de mi daño emocional, no sabía si habría sido capaz de soportarlo; por lo menos no en aquel momento, pero ahora, no podía importarme menos alguien como esa mujer, que estaba podrida desde la raíz.