Embarazada de un demonio

Capítulo 8

  En el cielo Damián llegaba al lugar acordado para su viaje a la tierra. Su felicidad se reflejaba hasta en su aura.

 

  Era un salón muy amplio de colores blanco y marfil con esculturas brillantes que reflejaban antiguos ángeles famosos.

 

—Llegas a tiempo, Damián -le dice Elois.

—No puedo decepcionar a la señora Arkinia.

 

《Si supieras que la querubin Arkinia no tiene ni una esperanza en ti y sólo hace esto para quitarte de encima》 pensó Elois.

 

—El portal está listo. Debes atravesarlo y llegarás a la tierra -le dice señalando un gran aro de luz. 

—¿Tan fácil? -pregunta Damián. Él imaginaba que sería algo más complicado.

 

—Puede que te sientas algo extraño porque será tu primera vez viajando en un portal, pero es normal.

 

  Damián respiró —Volveré cuando cumpla la misión -y entró al portal.

 

  Se sintió presionado como si algo lo jalara hasta que apareció en un callejón desolado.

 

 Salió de allí y pudo observar el tráfico de autos y mucha gente caminando muy rápido. Se encontraba en la ciudad.

 

—Ya llegué. Es mi primera vez en la tierra, hay muchos humanos.

 

 No podía apartar la vista en el paisaje, estaba mencionado.

 

《Tengo una misión que cumplir, pero... ¿qué es lo que haré? Debo crear un plan》

 

 Damián se sentó en un banco de una plaza. Se le quedó viendo a unas palomas siendo alimentadas por unos niños, una pareja discutiendo hasta que la mujer le dio una cachetada al hombre y se fue llorando.

 

《Los humanos son tan impredecibles》

 

 Ve como una paloma se le acerca, se quedan viéndose y está se va volando.

 

—Debo concentrarme y lograrlo y seré un ángel custodio, pero ¿a dónde voy? 

 

  Damián pudo ver a dos hombres que caminaban al otro lado de la calle, podía sentir que eran ángeles.

 

—Ya hay algunos patrullando por aquí. Debo conseguir a esa mujer antes que ellos. Ya no estoy tan seguro de poder lograrlo a tiempo... no y no, no te puedes rendir Damián, tú puedes hacerlo.

 

  Las personas que pasaban a su lado lo veían como un loco que hablaba solo, y eso es lo que era. Damián solía hacerlo para darse ánimos a sí mismo.

 

《Información, eso es lo primero y principal, pero ¿en dónde? Los humanos no están enterados de nada, los otros ángeles no me darán información porque también la están buscando y los demonios son enemigos》

 

  Él se volvió a sentar y quedó pensativo.

 

《Esto es más difícil de lo que imaginé. Están las personas sobrenaturales y mágicas, ellos podrían ayudarme. Debo encontrar a alguno y preguntarle》

 

  Caminó hasta que sintió a un hombre hechicero.

 

—Hola ¿puedo hacerte una pregunta?

—Estoy ocupado -responde el hombre sin quitar la mirada de su celular.

—Sólo quiero saber si has visto o escuchado sobre una humana embarazada de un demonio.

—¿Estás loco?

—No, no lo soy -niega Damián.

—¿Esto es una broma de cámara escondida? Le advierto que no es nada gracioso.

 

 El hombre se va muy molesto y Damián no quiso seguir preguntando.

 

《¿Cómo conseguiré información? Quizás esa persona no está consciente de lo que sucede. Debo buscar a otro》

 

  Sentada en una cafetería estaba una chica, Damián podía sentir que era una vampira.

 

—¡Hola! No quiero molestar, se que no me conoces, pero necesito información de la mujer embarazada de un demonio.

 

  Las personas a los lados lo escucharon y miraban directo hacia la mesa. La chica estaba avergonzada, no podía creer que ese imbécil haya dicho algo como eso frente a personas comunes.

 

—No sé quien es señor, pero usted está loco.

 

 Ella tomó su bolso y se fue rápido.

 

《¿Qué hice mal?》

 

  Continuó intentando hasta que se rindió. Todos a los que le preguntó lo veían mal, le decían que dejara de preguntar sobre eso o que no sabía de lo que hablaba o no tenían confirmación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.