Capítulo 9

  Tatiana y Carol hablaron durante horas y ella aceptó irse a vivir al edificio Oblivion. Quedarse en esa casa le haría recordar todas las cosas malas que le sucedieron en esos días, que ahora sólo quería olvidar y seguir adelante.

  Román llamó otra vez a Maribel y le pidió como favor que Tatiana pudiera mudarse ya mismo, le comentó sólo que ella había terminado con su esposo y no tenía a donde ir.

—Todo listo. Maribel nos tendrá listo el apartamento número 12 -informó Román.

—Gracias por todo -les agradece Tatiana inclinando el cuerpo.

—No te preocupes. Esto debe ser muy difícil para ti. Hace unos meses uno de los inquilinos del edificio también descubrió sobre este mundo, aunque de manera muy diferente a la tuya.

—¿Y qué sucedió con él?

—Se enteró que es un brujo, practicó para sacar su magia -responde Román- tuvo una misión peligrosa en la que también participé donde teníamos que buscar y proteger una llave que era necesaria para obtener un libro que controlaba a poderosos demonios. La misión fue todo un éxito y ahora está feliz con una novia que es una licantropo.

 Tatiana quedó en silencio total. No esperaba una historia de aventuras.

—¿Estás hablando enserio? -pregunta ella con desconfianza. 

—Puede sonar extraño, pero si fue todo real.

  El camión de la mudanza llegó y los trabajadores se encargaron se subir las cosas. Tatiana decidió llevarse sólo lo que le sería necesario. Esa mudanza era temporal o quizás no,  no lo sabía todavía.

  Al terminar los tres subieron al coche de Román y siguieron  camión de mudanza hasta el edificio Oblivion.

  Maribel dio aviso a todos los inquilinos que vendrían humanos a traer la mudanza para el apartamento 12 y que se mantuvieran discretos.

 Ella misma los recibió y le dio una cariñosa bienvenida a Tatiana.

 Todos los objetos y cajas fueron dejados en el apartamento. Román usó su magia para colocar todos los objetos en su habitación. Tatiana quedó asombrada, su expresión la delataba.

—Tatiana, si quieres quedarte aquí debes acostumbrarte a esto -le dice Carol viendo la expresión de asombro de su amiga.

—¿Todos pueden hacer esto?

—Sólo los que poseen magia y la verdad es de mucha ayuda. Me hubiera gustado nacer con magia, los quehaceres de la casa serían pan comido -dice Carol sentándose en el sofá de manera dramática- Me quedaré a dormir hoy y mañana traeré mis cosas.

  Tatiana se sentó en el sillón observando lo que sería su nuevo hogar por ahora. Se sentía pérdida, pero Carol estaba allí apoyándola, no podría pagarle toda la ayuda que le está dando. Carol era una verdadera amiga.
 

*******

☆

—¿Cómo es posible que no se sepa nada? ¿Quién fue el que dio la noticia? -se queja Alain caminando muy molesto.

  Alain y Varien, el ángel y el demonio amigos, iniciaron su investigación, pero no han conseguido nada, es como si el que expandió la noticia por Atlantia (el mundo virtual de los seres sobrenaturales donde se publica las noticias, ventas, entre otras cosas) fuera un fantasma. 

  No podían ni rastrear el aparato donde fue enviado. Era todo muy extraño, quien envió ese mensaje sabía bien como lo hacía y que no sería detectado.

—Es posible que todo sea falso y estemos perdiendo el tiempos ¿Por qué no hablas con tu gente? Puede que sepa algo -le dice Varien mientras comía un chocolate.

—Desde que me retiré del ejército no he tenido contacto con ellos.

—Eras un querubin. Es un puesto importante, debes tener algunos que te tengan fidelidad, pero si eras tan serio como ahora dudo mucho que hubieras hecho alguna amistad.

—Eres una molestia cuando comentas cosas que no te incumbe -responde Alain quitándole el chocolate de las manos y escondiéndolo en su bolsillo, para molestar a Varien.

  Varien lo mira serio, saca y abre otro chocolate.

《Éste no deja de comer por nada》 piensa Alain agotado.

—Eres un ángel, deberías actuar más como lo imaginan los humanos, seres de luz, amables, alegres y compasivos.

—¿Tú eres el que me vas a decir a mí que debo comportarme como la imagen que tienen los humanos de nosotros?

—Te iría bien -contesta Varien dándole una palmada suave en el hombro a modo de ánimo.

—Entonces tú deberías comportarte como alguien sombrío, cruel y horrendo.