Embarazada de un demonio

Capítulo 26

 Román se encontraba en la cocina de su apartamento. Cocinaba el almuerzo. Carol estaba con él ayudándolo a cortar los vegetales.

 

 Beilla, Katia, Azur y Naim veían una película en la sala.

 

—Ellos cambian de lugar cada vez. Hoy es día de películas aquí. Ahora siento que tengo una hija y a sus amigos, pero me alegro que Beilla haya mejorado y no se encierre como ermitaña como antes.

 

 Román hablaba, pero la mente de Carol se encontraba viajando por otra parte.

 

—Y es bueno que ahora se lleven bien. ¿Verdad? -Román la miraba fijamente y ella veía a la nada pensativa- ¿Carol? ¿Me escuchas?

—¿Ah?

—No debes preocuparte. Tatiana está con Deyfras -le dice él tocando su hombro.

—Aún no confió en él.

—A él no le conviene que a ella le suceda algo. Debes relajarte un poco. Has estado demasiada estresada.

—Lo sé, pero... -responde ella con expresión confusa.

 

 Le preocupada su amiga, no quería que volviera a sufrir. Además, tenía miedo que la fueran a descubrir en la calle haciendo tantos que la andan buscando.

 

—Ya no busques peros, ella está bien. Necesita también salir y distraerse -le dice Román con dulzura- Lleva más de un mes encerrada en el apartamento sin salir.

 

—Yo estaba igual. La madre de Leo no me dejaba ser yo mismo y tenía que fingir ser un perro todo el tiempo. Que incómodo -dice Azur apareciendo de repente.

—Me imagino lo que tuvo que pasar Leonardo para que su mamá no descubriera nada -comenta Román con una gran sonrisa en los labios.

—¿No veían una película? -le pregunta Carol a Azur.

—Vengo por algo de beber.

—Yo ya les llevo algo de beber -contesta Román- No te pierdas la película.

—¡Gracias!

 

  Azur se regresa a la sala dejándolos solos de nuevo. 

 

  Román uso su magia para llevarles flotando hasta la sala algunas bebidas y galletas. Se escucharon las voces de los cuatro agradeciendo.

 

—Mis padres no saben que soy una mutante. Me pregunto que pensarán de mí si se enteraran -le comenta Carol con un poco de tristeza. 

 

  Habían pasado años desde que descubrió su poder y siempre ha tenido ese pensamiento en su mente. Le daba miedo que sus conocidos lo descubrieran y se alejaran de ella por ser un "fenómeno".

 

—Tú siempre serás su hija. No creo que te desprecien por esa razón -contesta Román acariciando su cabeza. 

 

  No le gustaba ver tristeza en el rostro de su novia.

 

—Tus padres poseían magia y ya sabías lo que eras desde que tienes uso de razón. Yo lo descubrí de la nada y mi familia es normal, ninguno tiene algún poder y no saben nada sobre todo esto. Piensan que la magia y los poderes son cuentos de hadas como muchas otras personas. Tengo miedo de que me traten como un monstruo.

—Hay quienes no entienden que algunos somos diferentes y eso no quiere decir que sea algo malo.

—No pienso que sea malo, lo pueden llegar a pensar son las otras personas -responde ella.

—No debes pensar en lo que dicen los demás.

—En estos casos es difícil no pensar en eso cuando te tratan como un monstruo. Conocí a alguien que resultó ser un mutante, podía derretir su cuerpo y convertirse en líquido...

—¿Pretendiente? -pregunta Román con la mirada entrecerrada.

—Ese no es el punto. ¡Y no interrumpas!

—Lo siento. Continúa.

—Este chico le contó a sus amigos porque no queria ocultarles nada y éstos corrieron la noticia -le cuenta ella- Fue despreciado por todos, incluso su familia, aunque no comentaban nada, lo veían de una forma horrible y no querían ni que los tocarán. Al final se mudó muy lejos para alejarse de todos ellos y empezar una nueva vida. Por supuesto, sin contarle a nadie sobre su poder.

—A Tatiana le contaste y no te despreció.
—¿Recuerdas como nos vio cuando se enteró de que no éramos "normales"?

—Estaba pasando en ese momento por mucho estrés -contesta Román calmado.

—Si no hubiera sido por toda esta situación nunca le hubiera contado. 

—Pero te aceptó.

—Ella terminó aceptando todo por su situación. En otro caso puede que también se hubiera alejado de mí.

—No pienses en eso.

—Es difícil no pensar en algo así -responde Carol abrazando a Román con fuerza. 

 

  Durante el tiempo que han pasado de novios, él ha sido su gran apoyo. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.