Embarazada de un demonio

Capítulo 28

 En el apartamento de Tatiana, Deyfras cómodamente se relajaba sobre el sofá mientras veía televisión. Pasaba uno a uno los canales sin detenerse en ninguno que le interesara. 

 

  Sus pies estaban sobre la mesa central, aunque Carol lo regañaba cada vez que lo atrapada haciéndolo nuevamente.

 

《Que día tan aburrido el de hoy》pensó él. 

 

  Pudo sentir que alguien se intentaba comunicar por telepatía, alguien con quien menos quisiera él hablar en ese instante.

 

—¿Qué quieres? -pregunta Deyfras en su mente, con un tono de molestia.

 

  Su dedo se alejó del botón y dejó el control remoto del televisor sobre el sofá de una manera algo brusca.

 

—Esa no es forma de contestarle a tu abuela.

—Una abuela que nunca se ha preocupado por su nieto.

—Pero nunca es tarde para eso -responde Amaltea- ¿No quieres ver a tu querida abuela?

—Será en otro momento, "querida" abuela.

—¿Acaso me ocultas algo?

—¿Qué podría estar ocultándote? -le pregunta Deyfras a su pregunta.

 

 No iba a responder, ella sólo intentaba sacarle información y él no se iba a dejar tentar. Amaltea era una manipuladora profesional.

 

—No lo sé, pero te opones tanto a vernos.

—No me parece extraño. Nosotros no tenemos una relación tan estrecha.

—Pero podemos empezar -replica ella insistente.

—¿Por qué ahora?

—¿Y por qué no ahora?

—Vine al mundo humano a visitar. Ahora estoy muy ocupado -responde él intentando terminar con la conversación.

—¿Sólo visitar?

—¿Y tú a qué has venido?

—¿Yo? A visitar también -dice Amaltea.

—Tú no sueles venir al mundo humano.

—Me apeteció venir ahora.

—¿Por algún motivo en especial? -pregunta Deyfras, pero sabía que ella no respondería con la verdad a ninguna de las preguntas.

—Puede ser, ¿dónde estás?

—¿Para qué quieres saberlo?

—Para poder hablar -responde ella fingiendo una voz dulce.

—Podemos hablar por aquí.

—Es mejor una reunión familiar.

—Estoy... 

 

《¿Qué es está sensación? ¿Por qué estoy por decirle donde estoy? Me está manipulando para que le diga. Tengo que soportarlo. Su poder no es tan fuerte por telepatía》

 

—No es necesario que lo sepas. Adiós, Amaltea.

 

《No puedo decirle donde estoy, ella busca a Tatiana. Ahora estoy seguro que Amaltea causó todo esto, pero ¿para qué? ¿qué gana ella con esto? Si me llego a encontrar con ella será peligroso. No puedo permitir que ella conozca nuestra ubicación》

 

  Deyfras se levanta muy pensativo. La conversación con su abuela Amaltea le dejó un fuerte dolor de cabeza.

 

  Unos minutos después aparece Tatiana quien salía del baño, ya tenía más de 4 meses de embarazo y ya la panza se le notaba. Usaba sus habituales pijamas holgadas para mantenerse cómoda y tranquila.

 

—¿Quieres algo de beber o comer? -Damián le pregunta a Tatiana demasiado atento.

 

  Tanto Carol y Damián se preocupaban en exceso por ella. Tenían miedo que su embarazo se complicara, ya que no sabían que podría traer consigo un embarazo de un bebé híbrido. 

 

  Deyfras les respondía que es un embarazo normal como cualquier otro, pero igual ellos tres continuaban sobreprotegiéndola.

 

—Si porfa, aunque primero me recostaré un rato.

—¿Te sientes mal? -pregunta Damián con preocupación.

—Sólo algo cansada. Si me acuesto en la cama no me levantaré a comer. Prefiero recostarme en el sillón.

 

  Damián y Deyfras la ayudaron a sentarse, en contra de la voluntad de ella, que decía que ella no estaba enferma ni inválida.

 

—Ustedes no me hacen caso -se queja Tatiana. 

 

  Ella estaba cansada de que no le permitieran hacer nada por ella misma desde que su barriga empezó a crecer. Si tenía algunos malestares por el embarazo, pero nada para preocuparse.

 

—Una mujer embarazada debe cuidarse mucho -responde Damián con firmeza. No iba a permitir que Tatiana y el bebé salieran lastimados.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.