En algún lugar

CAPÍTULO 2

Despúes del veloz baño que tuve que darme, decidí dejar al cachorro donde el guardía que vigila el edificio.Subí en mi viejo y querido auto. Cuando era pequeña ,recuerdo que Erick ,mi padre biológico, tenía esas recaídas cuando el estrés era demasiado. Veo que con el pasar de los años no cambió su rutina.

No me imagino dirigiendo la empresa de mi padre, tener que llevar ese estilo de vida día a día.Yo prefería mi vida tranquila, refugiada en los libros y trabajando en la pequeña librería que tenía. Tenía dos mejores amigos con los que contaba y ahora una pequeña mascota. 

Tal vez necesitaba ser más sociable o salir un fin de semana.

O terminar de escribir el libro.

Si, me concentraría en eso, pero cuando empezaba a escribir ese capítulo, mis manos se quedaban congeladas.Como si la inspiración se fuera.

¿Qué tan difícil era escribir una escena fuerte?

¿Saben a lo que me refiero?

Si, una escena con más que besos.

Creo que el destino es bien injusto, porque conozco a chicas que son vírgenes y si pudieron escribir una escena.

Pero, yo no puedo.Ya mencioné que no soy esa personas que tuvo relaciones amorosas, hasta ahora nadie me llegó a llamar la atención como para decidir salir con ella.

Ahora se preguntarán ¿Por qué? SI a mi edad, la mayoría incluso hasta tuvo un novio.

Lo sé, soy rara.- Tal vez única en mi especie.- Era así como me llamaba mi mejor amigo cuando se enteró de eso.

************

Ingreso al hospital y me acerco hasta recepción. Con la sola mención del nombre de mi padre,recibo su dirección, él se encontraba en el séptimo piso y su habitación era la G-08.

Caminé con pasos lentos, como si en mis pies cargaba kilos de peso. Incluso sentía como el ambiente se volvía más tenso. 

Estaba teníendo un pequeño ataque de nervios. Tenía que tranquilizarme, que esto no era el fin del mundo.

Abrí la puerta blanca y solté un fuerte suspiro. Vi a mi padre, el famoso empresario echado en esa cama sin estar dándo órdenes a los demás. Junto a él se encontraba una señora con el cabello bien arreglado, que podrían confundir como mi hermana mayor. por lo joven que era. Franshesca no cambiaba con los años o como la llamaba antes madre.

A pesar de todas sus peleas que tenían desde tenía uso de razón, seguían juntos, demostrándo ser el perfecto matrimonio que solo estaba lleno de infidelidades por parte de ambos. Esos eran mis padres.

Al acercarme hasta la cama, mi padre dirige su vista hacia mí y mi madre para de hablar por celular al darse cuenta de mi presencia.

- Hola- es lo único que se me ocurre decir, una palabra tan impersonal en esta situación.

-Mira la ropa que traes- menciona mi madre, señalando mi vestimena y en especial mis zapatos.

-No vine a escuchar tus críticas constructivas Franshesca- respondo en defensa.- Solo vine para saber que estabas bien.

-Lo estaré por ahora.- menciona mi padre, pero escucho cierta impotencia en su voz.- Sufrí de un ataque al corazón por el constante estrés con la empresa.

Ahora venía a hacerse la víctima. Yo siempre dije que no seguiría el legado de mi familia. Siempre se lo dije y hasta ahora no lo superaba.

- Por órdenes del doctor, tengo que guardar reposo por cierto tiempo. Esto significa que no podré ir a la empresa.

-¿Eso que tiene que ver conmigo?- contesto un poco molesta.

- De no estar involucrada no hubiera solicitado tu presencia, hija. También necesito que arregles unos papeles de la herencia de tu abuelo.y...- escuchamos como la puerta es abierta y entra un chica vestida de enfermera.

- Necesito que se retiren para realizarle unas pruebas al paciente..

Camino hacia la salida, no estaba dispuesta a soportar los comentarios de mi Franshesca hacia mi ropa.

-Continuaremos hablando después. - escucho a Franschesca decirle a mi padre. 

¿Cuánto tiempo demoraría sacar esos análisis? Necesitaba café en mi sistema, por lo que decidí dirigirme hacia la cafetería.

Revisaba los comentarios que ponían en mi última historia. Todos comentaban lo mismo, querían una escena más picante.

Pero ahora tenía un bloqueo de escritor y tenía que solucionar eso.

 Me dirigí hacia el ascensor respondiendo algunos comentarios y apreté el botón que me dirigía al primer piso. Me ubiqué en el lado derecho del ascensor, esperando hasta que se cierre. Escuché como alguien lo detuvo y las puertas se abrieron. Entró un hombre, lo reconocí por su fragancia que desprendía un olor bastante masculino, además de que era cara. A mi mejor amigo le encantaba usar ese tipo de fragancias por eso lo sabía.

Conversaba por celular, ignorándome olímpicamente como yo lo hacía con él.

- Necesito que canceles todas mis citas programadas el día de hoy, tuve un problema familiar - escuché como respondía con su ronca voz. - ¿Cómo que no fue a la compañía? ¿En qué clínica se encuentra? - silencio desde la otra línea.

Tenía que admitir que no podía seguir ignorando su presencia, su tono de voz era fuerte, pero a la vez calmada, como si todo lo tuviera calculado. Seguro era un gerente de una empresa por su costoso traje, además de que este tipo de lugares eran una de las mejores clínicas de la ciudad.

-Consigue el número de su habitación, ahora.

Ya veo que no todo lo que brilla es oro. Parecía ser de esas personas autoritarias.

No tenía por qué tratar así a una persona. Si él fuera mi jefe, no duraría ni dos días en el trabajo.

Esperé unos minutos hasta llegar al primer piso y él seguía en el ascensor. No esperaba que el ascensor se detuviera como en cierto libro muy famoso, pero esperaba terminar con este silencio tan tenso.

Apenas el ascensor abre sus puertas.salgo del lugar, esperaba que el cachorrito que adopté no haya incomodado al guardia. Mi celular empieza a vibrar cuando estoy llegando al estacionamiento del hospital, el que llamaba era mi mejor amigo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.