En Esta Vida Seré Una Buena Hija, Mamá.

Capitulo 10 “Tengo un hijo”

Victoria Adrial: Pueden seguirme en Instagram como: @adrialvictoria26 

 

El tiempo cambia a las personas, si bien, la vida nos enseña que aquellos a tu lado influyen de forma negativa o positiva, está en nosotros aceptar eso o no.

 

La vida de Camila no fue la mejor, pasó por muchas travesías con su madre pero de todos modos eso la mantuvo fuerte, deseaba ser alguien para que su madre se sintiera orgullosa pero solo acabó con su vida. Tiene la oportunidad de remediarlo con su segunda madre Cecilia pero teme que el libro siga el mismo curso para ella. Hasta ahora cree que la sucesión es lo único que podría ayudarlas, solo basta esperar que todo se solucione.

 

—¿Eres Charlotte Marrero? —Un chico alto de cabello rubio y ojos verdes había llegado a Lottie.

 

 

La pequeña asiente.

 

—Si, ¿me mandaron a llamar? —Intuyó ya que era extraño que la buscaran tan pronto.

 

Él asiente.

 

—El Director te busca, dice que es importante y me pidió que fuera por ti.

 

 

 

Con el tiempo pasando, sus pensamientos de que el libro original ya empezó, no puede hablar por cartas ya que lo que exigen aquí es completamente obligatorio de acatar. No ha sido difícil de sobre llevar, lo bueno es que tiene al abuelo que siempre le cuenta de su madre. Habla con sus padres los fines de semana por el teléfono de la mansión Richardson. 

 

Amelia debió haber aparecido ya, pero el reencuentro entre ambos protagonistas se ha borrado de la memoria de Charlotte, no sabe cómo pasará. Debió pasar ya hace unos meses.

 

 

—Puede que necesite leer esto a solas Srta. Marrero.—Comentó el director que dejó el sobre sin abrir sobre la mesa.—Nos retiramos.

 

El director se marchó al lado del chico que la buscó y trajo hasta aquí.

 

Charlotte, mi querida hija, conozco las reglas para mantener la concentración de los estudiantes pero necesito que vuelvas, sé que pronto se cumplirán unos siete meses desde que te fuiste pero es importante que lo escuches de mi propia boca, hija.”

 

El papel cayó de sus dedos, se imaginó que ya todo está dicho y ahora solo queda ver que nada sería igual.

 

 

¿Cómo sería esta nueva vida cuando sabes que jamás llegaría a ser cómo estás acostumbrado? 

 

Si, es así como estaba destinado a ser, pero ahora teme lo peor porque todo es incierto.

 

Charlotte tomó la carta de la alfombra y se fue a la mansión Richardson, debía tomar una maleta con ropa para llegar rápido a casa. Imagina cómo debe estar su madre, sólo puede considerar en este momento su estado.

 

—¿Qué haces aquí? Deberías estar en la escuela.

 

Charlotte ignoró a su tía Erika y corrió a su habitación seguida de su mayordomo Lincoln.

 

 

—Buscaré unas cosas, puedes decirle al chofer que prepare el auto con suficiente combustible hasta casa.

 

No pudo disimular la gran preocupación que tenía por Charlotte pero aún así obedeció a su pedido.

 

—¿Charlotte?

 

Se detuvo al ver a su abuelo en el umbral de la puerta.

 

—Abu, perdón, debo ir… mi papá me dijo que…—Ella de pronto y sin entenderlo se rompió en lágrimas.—no sé qué pasó.

 

Óscar fue a su nieta y la abrazó, no podía decir lo que pasaría, la misma Lottie se sintió como una tonta al no saber qué hacer ahora.

 

¿Cómo acabará todo al final?

 

—Todo estará bien, —Sonrió—eres una niña maravillosa e inteligente.

 

Miró los ojos de su abuelo.

 

—Volveré.

 

Él sonríe.

 

—Es lo que más deseo, Charlotte.

 

 

Lincoln apareció.

 

—Todo está listo, el elicoptero nos espera, Srta. Richardson.

 

Lottie no entendía hasta qué miró al abuelo.

 

—Es más rápido.

 

 

 

La pequeña entendió, se despidió con un abrazo y se fue hacia su casa, esperaba al menos que eso siguiera siendo así.

 

Meses antes de que Charlotte se fuera a estudiar todo iba con tranquilidad en la mansión hasta que después de tantos años, en una cena donde el más alto estándar de influencia monetaria en el mundo, se reunió, el libro dio pie a la historia original. 

 

Amelia a pesar de tener que trabajar tanto para sobrevivir con su hijo, hizo un gran trabajo. Hasta ahora su mayor logro fue preparar la comida para este evento, no pudo dejar a Jackson con una niñera porque no confiaba en eso para que su hijo estuviera protegido. Lo trajo pero le dijo que se comportara, cosa que él niño ignoró ya que terminó bañandose con jugo. Estaba escrito que sería Roderick quién se bañaría de ese jugo pero se volvió tan sigiloso con los juegos que inventaba su hija, no podría evitar siempre estar alerta.

 

—¿Te ayudo? —Roderick le ofreció su mano— Eso fue peligroso.

 

—Estoy bien.

 

—¿Bañado de jugo? No lo creo.

 

Cecilia llegó al lado de su esposo.

 

—No puedo creer que también aquí sueles jugar como un niño.

 

Roderick bufa.

 

—¡Fue ése niño!

 

Su esposa lo mira con reproche.

 

—Deberias actuar con más madures.

 

—Tú deberías parecerte mas a nuestra dulce niña.

 

—Y lo soy, con Lottie, ¿Te ves dulce? Eres un treinton amargado.

 

Roderick no pudo evitar reír ante la respuesta de su esposa.

 

 

Cecilia se acercó a Jackson y le ofreció su mano. El pequeño la aceptó y se levantó.

 

—¡Muchas gracias!

 

Roderick lucia sorprendido de que su esposa actuara amable con un niño.

 

 

Cecilia suspira.

 

—No es tu culpa que éste distraído,—Le pegó en el pecho a su esposo—sea tan torpe.

 

El niño sonríe.

 

—Es muy amable de su parte. —Sus ojos eran del mismo tono azul que el de Roderick, Jackson sonrió.—gracias.




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