¡Eres mi hijo, mi sangre, por tus venas corre mi legado!
Siempre actúa con honor, cumple tu palabra, no tomes decisiones apresuradas y menos por ese aparato absurdo que tenemos llamado corazón.
Esta es nuestra vida y nunca podremos escapar de ella, nunca hagas algo que destruya nuestro nombre, y nunca, nunca jamás…caigas en aquella estúpida trampa que muchos llaman amor, júramelo hijo, júrame que hagas lo que hagas nunca estarás en las redes del amor” Esa era la parte más importante de la promesa que debía cumplir, la única…que inevitablemente no pude llevar a cabo.
Soy un mafioso, temido por todos, odiados por muchos.
Tengo todo lo que el dinero puede comprar y un poco más. Pero nunca tendré aquello que fue arrebatado al nacer, aquello por lo que siempre llora mi alma: libertad .
Soy un lobo con alma de cordero porque nunca tuvo elección. Soy Enrique y te invito a conocer mi historia.
La historia de un lobo que siempre tuvo espíritu de cordero pero que jamás tuvo elección.
Sobeida Suárez
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