Carlie.
Las siguientes horas fueron un caos, me encontré en la calle caminando sin un lugar a dónde ir, con un nudo en mi garganta.
Cuando regrese a la posada, deje todo y salí a caminar.
Mi día no era el mejor de todos y en parte yo era la culpable, pero el agobio que hay en mi mente por todo lo que sucede y no solo con mis padres, Adem y Dinamarca, sino que es demasiadas cosas en tan poco tiempo y no termino de asimilar algo cuando algo más se gana toda mi atención.
Estoy agotada.
Camino y camino por las calles, buscando despejarme, se supone que este viaje de alguna forma me daría algo de paz.
Pienso en hablar con Adem, tal vez arreglar las cosas.
Me regreso a la posada a terminar de recoger mis cosas y mi celular para llamarlo.
Pero cuando estoy por llamarle, veo que comienzan a llegarme fotos o imágenes a mi correo.
La curiosidad mató al gato así que entró a verlas no entiendo de qué se tratan, están muy movidas.
Al pie de ellas agrega un mensaje diciendo "esto es solo la primera parte de lo que será un día muy revelador, princesa."
Las imágenes no son para nada entendibles como para poder tener una idea de que se trata, solo es un fondo negro con algo en movimiento como siluetas, y luces sobre todas ellas.
No es algo que pueda entender ahora.
Le escribo a Adem un mensaje muy claro.
"Estoy yendo al aeropuerto."
Las siguientes horas solo fueron como un modo automático constante, desde que regrese a la posada y salí con mi maleta al auto, hasta que arribe al aeropuerto y espere el avión, había un avión de Dinamarca esperando por mí, eso solo me aseguraba que realmente algo está sucediendo allí.
Me mantengo en silencio en todo el viaje, pensando en todo lo sucedido con mis padres, voy a admitirlo, no espere que ellos realmente me esperen con los brazos abiertos, pero aunque sea quería que me den una oportunidad, porque yo siempre cumplí con ellos con excepción de cuando decidí dejar mi carrera porque no era para lo que me creía preparada.
Suena extraño decirlo, pero ahora solo pienso en intentarlo una vez más, pero no solo de enferma, sino de doctora, desde esa noche en la rebelión he pensado en eso, aunque al principio me sonaba a algo loco porque ya es algo que deje pasar, creo que aún estoy a tiempo de tomar el timón de mi vida.
Se que puede ser muy difícil, porque no solo debería encargarme de estudiar una carrera sino de acompañar a Adem en todo, pero luego pienso en que de esa forma puedo ser más útil que en la forma política, es decir … cuando el caos se presenta nadie necesita de un político, todos necesitamos de alguien que te tome la mano y te diga que todo estará bien, por más que esa persona sepa que será una mentira, uno puede apegarse a esas palabras y quizás suceda algún milagro.
Cuando arrivo a Dinamarca, alguien aguarda por mí en el aeropuerto, pero no me dan absolutamente ninguna explicación sobre lo que está pasando, así que llegó al palacio con la misma incertidumbre con la que amanecí hoy.
Miradas sobre mí no faltan cuando comienzo a caminar por los pasillos del palacio.
Camino escoltada por guardias reales, lo cual me parece bastante extraño pero dejo eso de lado.
Mi celular vuelve a sonar, y otra vez se trata de un correo.
“Te contaré una historia, había una vez un príncipe que llamaremos Andy, este era muy feliz con una chica, pensaba en casarse pronto y tener muchos hijos con esa mujer, porque ella le devolvió todo lo que la vida se encargó de arrebatarle todo lo que quería, incluso su futuro, porque todo príncipe y princesa debe vivir para la corona, esa es una regla que para ninguno de nosotros cambia.
El príncipe en una de sus fiestas de cumpleaños invitó a un príncipe de mayor jerarquía al cual llamaremos Billy, con este era con quien tenía muy buena relación, porque ellos se entendían muy bien con respecto a lo que pensaban sobre la corona, lo que el protagonista de está historia jamás creyó es que él terminaría de arruinar su vida, ese príncipe que lo creía casi un hermano porque en todos los momentos donde se encontraba desolado, este mágicamente aparecía con la solución y a decirle que no estaba al pensar así, porque él también lo hacía.
Este príncipe Billy tenía muy mala fama por jugar con las mujeres, era un conquistador por naturaleza, les daba falsas esperanzas con estar con ella hasta el fin del mundo y todo solo resultaba ser cosa de días, semanas o incluso meses para que él decidiera que eso ya debía terminar, porque le aburría la chica con la que estaba, comenzaba a distanciarse mientras ellas aún mantenian la ilusión de que él pronto tocaría a su puerta y les diría que ya había regresado, aún se escuchan por las calles los relatos de esas chicas que señalan al príncipe Billy como su mayor fracaso en la vida, porque sentían de tener toda la atención, a ser totalmente invisibles para él.
El príncipe Billy ni siquiera se detuvo ante la chica que el príncipe Andy tanto quería, no le importo que se tratara de su primo y que este tantas veces le contó lo enamorado que estaba de ella, incluso cuando esta había sido la primera mujer y la única de la que se enamoró, nada le importo, simplemente jugó con ella como lo hizo con todas las demás, llevándola a la mayor de las agonías para las personas, la soledad, porque está incluso dejó al príncipe Andy, y le reconoció que llegó a creer que realmente estaba enamorada de él, pero solo era una ilusión, porque con los días se dió cuenta que a quien realmente amaba era a Billy, o más bien al príncipe Adem Smith, heredero de la corona.
Él es la perdición de cualquier mujer, él no vive para el amor, ni siquiera cree en él.
Te envío esto porque el destino quiso regalarte una oportunidad más de huir a tiempo, el universo ha considerado que eres demasiado valiosa para acabar con tú futuro de esa forma y ahora te vuelve a dar la oportunidad de elegir si esto realmente es lo que quieres para tí, la soledad constante de un hombre que pronto terminará por cansarse de tí y que no dudara en ir por su siguente centro de interés.