En los brazos del príncipe

28

Adem.
Tres días de lluvia, que no se detiene.
—Den la alerta, manden a evacuar las zonas afectadas y que se dispersen en los refugios, que verifiquen que los refugios tengan todos los víveres.

—Hay 14 ciudades afectadas. —me informa.
—Envíen más soldados para colaborar, si hay personas que se rehúsan a abandonar sus casas obliguenlas a hacerlo, prefiero que luego me culpen de perder todo que me tachen de asesino o de ser demasiado débil para no tomar las medidas necesarias y ya que hablo de medidas necesarias en las cárceles vean que todo se encuentre en orden y lleven más oficiales, están en zonas altas así que no creo que les llegue la inundación, pero los oficiales carcelarios necesitan están tranquilos que si tendrán a sus reemplazos así.

Trazo en el mapa los puntos más próximos a la inundación.
—Quiero que estén midiendo los caudales de los ríos, ya hay algunos que ya se encuentran desbordados pero confío en que en cuánto deje de llover, estos comiencen a retroceder.

Él toma nota de todo.
—Quiero que verifiquen que todos los servicios de emergencias estén en correcto funcionamiento.

Suspiro.
—Y busquen a Carlie Grey, es de vital importancia que ella se encuentre en el palacio antes de que las puertas sean selladas. —ordeno.

Dorian me mira sentado en el sillón pero no dice nada hasta que el agente de servicio se retira.

—¿Por qué quieres que se quede aquí? Sabes que eso solo despierta la atención y no es bueno para tú compromiso. —habla mi hermano cuando estamos finalmente solos.

—No te hagas el idiota Dorian, tu sabías muy bien lo que pasaría en cuanto ella regresará, mas con un niño.

—Adem, se que sientes que eres dueño de su vida por todo eso que nos han enseñado de niños sobre que nuestras mujeres y toda esa mierda, pero tú conoces a Carlie mejor que yo y sabes que ella odiaría la idea de pertenecerte mientras tú te casas con ella.

—Ella me dió un hijo, no es como que pueda tener opción.

—Adem, por favor, piensa en lo que dices, solo despertarás al demonio que ella lleva dentro.

—Un demonio jamás podrá contra la palabra de un rey, ella es mía y solo delante de mis ojos ella podrá estar.

—¿Conoce a Alexa?

—No, aún no.

—Sabes que esa chica enloquecera en cuanto ella se presente y diga que su nombre es Carlie y más cuando vea a Thomás, ella es muy materialista y grosera, pero eso no tiene que ver con cómo sentirá el mundo caer sobre ella, tienen un compromiso anunciado y entiendo que Thomas sí o sí deba ser presentado porque ni siquiera cuenta como ilegítimo, es decir ya sabes que averigüe sobre el asunto y como hay un acta de matrimonio que deja testimonio de que se casaron en Las Vega, ese niño es matrimonial y tiene asegurada su corona, pero esto de alguna forma deja fuera de jugada a los posibles hijos que vayas a tener con Alexa y a ella le restringe los derechos de reina en caso de que a ti te suceda algo antes de los 21 años de Thomás.

—No me importa. —respondo tranquilo.

—Estarías cambiando la vida de dos mujeres sin decirles nada si haces lo que pienso que harás.

Bufó.
—Dorian, ellas saben a quién se enfrentan, nadie las obliga a estar aquí o bueno a Alexa no, y Carlie debe de saber lo que pasará, o siquiera debe estar algo informada, porque no es como que sea muy diferente a lo que se cuentan en los libros y en las historias.

Dorian suspira.
—Solo espero que ellas no terminen por aliarse para hacer de ti un bufete.

Niego para reírme ante la idea tan estúpida.

Ellas son totalmente opuestas, no hay ni un solo punto que pueda ser comparado con ellas, eso fue una de las razones por las que acepte a Alexa, porque cuando la veo no solía pensar en Carlie de lo que hace Alexa me retrotrae a Carlie.

Este es un compromiso por interés, yo necesitaba el respaldo de las bandas armadas que tiene el padre de Alexa, que son conocimos como rebeldes armados, mientras que ella sueña con la posibilidad de ser llamada reina de Dinamarca y su padre con cumplirle el sueño.

Lo que él padre de Alexa no imagina es que yo estoy tomando el control de sus rebeldes y midiendo sus fuerzas para cuando finalmente se vean las cartas sobre la mesa él no pueda esperarse la respuesta al golpe, porque se que el golpe llegará.

Su padre es un general del alto mando retirado que siempre estuvo el rumor de que era aliado de los rebeldes y hasta que no se retiró no se pudo verificar, porque cada vez que era acusado daba un golpe hacia ellos y detenía un par haciéndolo acreedor de días de gloria y dejando en el olvido las acusaciones.

Horas después.
Narrador omnisciente.
La lluvia no había forma de detenerla, ya corría por las calles creando caos e inundaciones.
Los refugios ya estaban en total funcionamiento.

—¿La encontraron? —pregunta el rey alterado.
—No, su alteza, hemos recorridos todos los hospitales y no hay señal de ella, debemos cerrar el palacio ahora. —dice uno de los guardias.
—Lleven al príncipe Thomas a su alcoba y cuiden de él.

El rey toma su abrigo dispuesto a salir.
—Su majestad, no tiene permitido salir, puede sucederle algo.
—La mujer que no logran encontrar, es la madre de mi hijo, claramente no me quedaré aquí tranquilo sin saber dónde ella se encuentra.

Finalmente el rey abandona el palacio para enfrentarse a una de las inundaciones más grandes que Dinamarca ha llegado a conocer alguna vez.




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