Duelo de reinas -primera parte.
Dos frentes totalmente opuestos, entre la persona que quiere ser reina, y la reina que mi país necesita.
Ellas son polos totalmente opuestos, dos mundos diferentes, que pronto se verán enfrentadas una a una.
Carlie.
Veo la dirección que me envió Dorian queriendo comprobar que no me haya equivocado.
Es una casa muy lujosa, que resalta en toda la cuadra.
Me acerco a la puerta y la tocó.
A los minutos abre la puerta, un hombre adulto de unos sesenta y tantos años.
—¿Quién es? —dice mientras ajusta su corbata.
—Buenos días, mi nombre es Carlie y vengo a ver a su hija.
—Mi hija se está preparando para salir, si quiere esperarla hágalo en la sala. —se hace un lado para que pueda pasar.
Entró a la casa bastante lujosa, miro a mi alrededor y me llama la atención un cuadro que tiene fotos de soldados.
—¿Es soldado? —le pregunto.
—Retirado. —me aclara. —Ya hice mi servicio a la corona, ahora solo defiendo mis derechos.
—Entiendo.
—¿Por que busca a mi hija? —me pregunta.
—Am tenemos intereses comunes en varios puntos y pues creí que era bueno conocerla y charlar al respecto antes que todo se haga más grande.
—¿Puntos en común? ¿A que se refiere? —vuelve a preguntar.
—Amm soy la ex esposa del rey Adem, y quería conocer a la futura reina para dejar en claro todo, solo estoy buscando no tener
—¿Ex esposa? ¿Ese maldito ya estuvo casado y no le contó a mi hija?
Le sonrió.
—¿Debería de tener importancia lo que sucede antes de que se conocieran? No se relaciona con ella directamente, pero creo que es muy amable de mi parte presentarme con ella y contarle todo esto.
—No me meteré en asunto de mujeres. —dice para luego callar.
Espero unos minutos más antes de escucharla bajar por las escaleras, sus tacones hacen un gran ruido contra el piso de mármol.
La veo y no puedo creer lo que veo, es una muñeca, realmente no lo digo como insulto ni nada por el estilo, sino porque realmente parece una, perfecta de pies a cabeza.
—Hola. —la saludo y ella solo me observa.
—¿Y tu eres?
—Yo me retiro a hacer mis pendientes.
Frente a mí una mujer decidida a acabar conmigo centra su mirada en mí, mientras que yo solo leo su expresión.
Algo en ella despierta mis alertas.
Una corona, ese simple accesorio decide quién tiene el poder, quien es la presa y quién es el cazador … Una simple corona marca una vida.
Ante la caída del rey, un heredero aguarda detrás, pero cuando el rey no cae sino que queda detenido en el tiempo … el tiempo se detiene … todo se detiene.
Preservar la corona, eso es lo importante, las individualidades quedan atrapadas en el tiempo, ausentandose del presente.
Todas esas cosas pasan por mi cabeza.
—Soy Carlie Gray.
—¿Por que me suena tu nombre? ¿Lo he escuchado antes? —dice dudosa.
—Soy la ex esposa del rey Adem.
Su mirada cambia totalmente en cuanto lo digo, me observa de pies a cabeza.
—Ah, eres tú, sabes imaginé algo más … cómo decirlo, algo más. —dice con cierto tono de soberbia.
—Si bueno, creo que todos siempre esperan algo más de mí, pero al final no me importa.
—¿A qué vienes a mi casa?
—A conocerte y a hablar claramente, mira no vengo a desatar una guerra ni nada de eso, solo a hablar sobre Thomas y Adem.
—¿Thomas?
—Es mi hijo y de Adem.
—Maldita zorra ¿Le diste un hijo a mi prometido? —se comienza a mostrar violenta la dulce muñeca.
—Calmate quieres, no te puede afectar algo que sucedió antes de que tu llegaras a su vida, pero necesito que apartes de Adem de mi, yo tengo en claro que el único vínculo que tengo con él, pero él no parece tenerlo muy en claro así que si él no lo entiende, pensé que tú si lo podrías tener presente para evitarme, futuros problemas.
—No puedo creer que le has dado un hijo ¿Te das cuenta en qué posición quedo yo?
—Quedé embarazada hace dos años cuando me fui, lo que menos tenía en mente es el tema de la corona y la línea sucesoria, aunque según se esto se podría resolver fácilmente cuando tú tengas a tu primer hijo.
—¿Crees que tendré un hijo para liberarte a ti, de la carga de llevar un hijo al trono?
—Eres la próxima reina, suena asqueroso que lo diga yo, pero es lo que todos esperan, que le des un sucesor a la corona.
—Lo dices como si fuera tan sencillo. —habla para sí misma mientras da muchas vueltas y me genera ansiedad.
—No me meteré en ese asunto, solo pensé que sería mucho mejor que supieras de Thomas por mí, antes de que te chocaras con él en el palacio o algo por el estilo.
—No puedo creerlo. —dice caminando de un lado hacia otro. —¿Que se supone que deba hacer yo ahora?
—Pues lo que tenías planeado, casarte con Adem, tomar la corona y acompañarlo a gobernar, en el futuro tener hijos y todo lo normal.