En los brazos del príncipe

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Carlie.
Los días pasan y no hay respuestas, han interrogado persona por persona y nada se sabe, han visto horas y horas de grabaciones y no se alcanza ver nada.

—¿Por qué aún no se da con la persona? —digo golpeando el escritorio de Adem. —Todos aquí sabemos quién sabe quién es la persona que ha tirado del gatillo, pero prefieren estar detrás de sus estúpidos protocolos, en vez de ir a por ellos. —La frustración se ha vuelto mi fiel compañera estos últimos días.

—Carlie, nosotros no podemos detener a personas y someterlos a un juicio a nuestro antojo sin una debida investigación. — Adem me responde sereno. —Se están encargando de todo el servicio de protección de la corona, nosotros debemos seguir con nuestras vidas y esperar la pronta mejoría, ya Uriel nos ha informado qienha despertado, y seguramente ella podrá aclarar qué pasó.

—No tiene sentido hablar con ustedes, ustedes no estuvieron ahí, cuando ella cayó delante de mis ojos y creo que tampoco han llegado a entender cómo es que ella ha sobrevivido, Uriel lo ha dicho muy claramente, ella sobrevivió porque dentro de ese quirófano decidieron intentarlo una vez más, para no perder a la princesa ... ellos no lo hicieron por Leyla, lo han hecho por el título.

Salgo de esa oficina azotando la puerta.

Si ellos no piensan resolverlo, lo haré yo.

Mi escolta corre detrás mío intentando seguir mis pasos apresurados, pero la rabia ya se ha apoderado de mí, yo ya no tengo el control de mi cuerpo ni de mi mente.

La rabia que se encuentra acumulada en mi cuerpo, solo me da el aspecto de una bomba a punto de estallar.

Voy directo a la casa de Alexa, no tengo nada seguro, pero digamos que mi instinto de loca, me dice que ella sabe quién le ha disparado a Leyla, y Dorian y Adem, han decido no interrogarla porque no ha estado en la asamblea, pero eso solo es un pretexto, no hace falta que alguien esté en un lugar para ser parte.

Entró a su casa sin tocar, luego que veo salir a alguien.

«Que irresponsables dejar la puerta sin seguro ».

Entró a su habitación y entró la miró con ira, sacó el cuchillo que me robé de mi guardia y lo apoyó en la garganta de la que duerme tranquilamente.

—¡¡Si tan solo llegó a escuchar una pequeña confirmación de que tú has tenido algo que ver con el atentado de la princesa, juro por la corona que acabaré contigo maldita!! —La mujer despierta exaltada y me mira con mucha confusión.

—¿¡Qué estás haciendo!? —grita alterada.

Claramente no pienso hacerle daño, pero ella solo parece entender por las malas.

—Me dirás ahora mismo qué sabes sobre el atentado de la princesa. —habló aún con el cuchillo en su cuello.

—¿Que puedo saber yo sobre eso?

—Debes aprender a ser más inteligente y no querer mentirme, ¿No sé te ocurrió que el querer faltar a ese evento, dando aviso a unas pocas horas pondría las sospechas en ti? No me quieras tomar por estúpida, que sé muy bien que los únicos que pueden tener algo contra Adem y la corona eres tú, tu padre y sus estúpidos soldados.

La tomó por el cabello bajándola de la cama.
—¡¡Suéltame!! ¡¡Estás loca!!

—¿Hasta ahora te enteras? Ya verás lo que les sucede a los que creen que pueden lastimar a mi familia y creen que se pueden salir con la suya.

Y así en pijamas y todo la sacó de su casa, entregándosela a mi custodia.

—Llevala ahora mismo al palacio.

Ahora que Leyla este despierta, no pienso esperar ni un segundo más para resolver esto de una cuenta vez, y mientras Adem y Dorian deben alinearse a los protocolos de la corona, yo puedo romper cada uno de sus protocolos, después está en mi naturaleza no seguir ninguna de las reglas que ellos me  quieran imponer, seguirlas solo sería actuar en contra de mi misma.

El camino de regreso al palacio para mí es tranquilo, mientras que para ella, se la pasa gritando que es un abuso y no se que tantas mierdas más, mientras yo solo observó mis uñas desinteresada totalmente en lo que ella dice.

—Ya luego busca a quien le importa lo que tú digas, porque no te olvides que a quien le estás llamando abusiva es a la Reina de Dinamarca. —digo antes de bajar de la camioneta. —Llevala ante el rey en unos minutos, primero debo hablar yo con él. —hablo con mi custodio.

Entró sin tocar al estudio de Adem, dónde aún sigue con Dorian.

—Es bueno encontrarlos juntos. —digo acercándome a ellos. —Hice algo ... he traído a Alexa conmigo y necesito que la interroguen tal y como lo han hecho con los demás.

Dorian interviene.
—Ya hemos hablado de eso, sabes que ella no estuvo allí, así que no tiene sentido interrogarla.

—¿Enserio soy la única que lo ve? Ella iba a estar allí ese día, y de pronto decidió no presentarse, no hay que ser muy inteligente para sumar dos más dos y darse cuenta que esa fue la forma que encontró de no estar bajo sospecha en un primer momento, porque está claro que de haber estado el día del atentado en la asamblea sería la sospechosa más fuerte, por su padre y todo lo que representa su movimiento anti monarca.

Adem bufa.
—¿Qué acabas de hacer Carlie? Ella estaba siendo monitoreada todo el tiempo.

—Ups. —me burló. —Pues le he adelantado el trabajo, ella no se irá de este palacio, hasta que confiese o su padre nos entregue a la persona que le disparó a Leyla.

Adem me mira unos escasos segundos para asentir.
—No hay otra solución, ya has comenzando a jugar a la ruleta.

—Felicidades reina Carlie, acabas de entrar al juego de la corona. —bromea Dorian. —Espero y la próxima vez que se te de por querer tomar el poder que posees, lo comentes con nosotros primero, no vaya a ser que estés caminando hacia atrás.




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