A partir de ahora será usual encontrar capitulos en cursiva, esto es porque se trata de algun recuerdo, es decir probablemente de tres años atras. A claro el punto para que no se confundan:)
~•~3 años atrás~•~
Era viernes por la noche y las calles estaban atiborradas de personas, quienes caminaban de un lado a otro.
—Nell, ¿a dónde vamos? —Gill dio un vistazo al lugar por donde caminaban— ¿Otra fiesta en serio?
Pregunto cuando se dio cuenta de que estaban cruzando por una zona donde había clubs y bares.
Por ende, tenían que esquivar a todas las personas por la prisa que tenían.
—Nada de eso. Esta vez iremos a un concierto.
Nell sujeto aún más fuerte la mano de Gillian. Temía perderla en el camino.
—¿Un concierto? ¿De quién está vez? ¿Maná? ¿Vicente Fernández?
—Coldplay vendrá ¿No es genial?
—Para nada, no me gustan en nada.
—Gillian no otra vez. Piensa que puedes encontrar a chicos lindos.
—No, ni lo sueñes.
—Oh vamos Gill, han pasado cinco meses, vive un poco. Quizá hoy encuentras al amor de tu vida.
Nell intentaba ser optimista el 80% del tiempo. No le gustó ver deprimida casi dos meses sin salir de casa, siendo un zombi en sus ensayos en el teatro, faltando a clases, sobreviviendo inútilmente cada día.
Se había propuesto a sí misma, sacar a Gillian de las sombras en las que se encontraba y devolverla al mundo real, donde existía más de lo que un chico representaba en la vida de una mujer.
Estaba enojada sí, pero por contemplar a su propia hermana frustrada por sumirse a una depresión que no merecía.
Quizá tenía falta de empatía, pues no podía comprender en su totalidad como debía sentirse Gill. Es decir, en el pasado tuvo decepciones amorosas, sin embargo, jamás tenían la suficiente importancia para que le causaran algún efecto en ella.
Y pese a lo que pensaba, y a como intentaba incluirla a todos los planes de viernes por la noche, su única alternativa era hacer uso de la frase “un clavo saca a otro clavo” y esta podía manifestarse en distintas formas que desconocía.
Al menos esperaba a que funcionase, si ya de por sí la chica era reservada y cero sociable, no podía terminar de hundirse en su círculo de soledad.
—Como si tuviera tanta buena suerte.
—La tendrás, palabra de hermana —se detuvo a media calle para mirarla directamente a los ojos, Nell sinceramente se sentía responsable de su estado de ánimo. Tomo ambas manos—: Pero hazme un favor a ti y a mí. Al primer chico que encuentres o que te encuentres, coquetéale.
—No ni hablar —dijo sin reflexionarlo, para volver a retomar el camino al auditorio.
—Vamos Gill promételo. Después de esta noche no insistiré.
Esa simple frase la hizo detenerse y girar hacia su hermana.
Realmente le tentaba dejar de ser molestada. Sentía lástima de su propia pena por su exnovio, pero ver a su hermana desesperada por sacarla y hacerla ver que estaba siendo dramática, le agotaba más, que pensar en las razones sin lógica de su ruptura.
—¿Estás segura?
—Completamente.
—¿Cómo puedes estarlo? —pregunto dudosa, incluso estudio los gestos de su hermana, para encontrar cualquier inicio de mentira.
—Por qué en los conciertos hay mucha gente todo puede pasar —Nell volvió a sonreír confiada—. Si lo intentas.
Si Gillian cumplía su parte del trato, quizá y solamente quizá el siguiente chico hacia todo el trabajo por ella.
—Pero… no gano absolutamente nada.
—Oh sí —dijo rápidamente, acercándose nuevamente—, si tú le coqueteas y de verdad lo haces al primer chico interesante de la noche, te aseguro que no insistiré para que salgas de fiesta, ningún fin de semana.
Después de esto los ojos sin brillo de Gillian apenas y percibieron la felicidad que le causaba, realmente no pensaba ni en las consecuencias del coqueteo porque no le interesaba, lo único que veía es que podía sumergirse en su burbuja nuevamente sin tener que aparentar que estaba bien.
No lo estaba, Gill lo sabía, así como también no comprendía el dolor en su pecho cada que llegaba a la casa que compartía con su hermana.
Su relación había acabado y eso era lo único que interrumpía su mente, sabía que no era sano. Sabía que necesitaba ayuda, pero no encontraba su voz cuando la necesitaba.
Todo el mundo saltaba sobre su mismo lugar, agitaba la cabeza al ritmo de la música y se escuchaba a las personas siguiendo a coro la canción.