En tu Mirada (enlazados 3.5)

Capítulo 3

Franco

Hay algo más delicioso que la comida en Cartagena, es nadar en el mar a las primeras horas del día y ver el amanecer, la experiencia es alucinante.

Vuelvo hacia la casa, desde hace más o menos un año vivo en otro sector de la ciudad y las oficinas también están en otro sector. Salgo de la casa 1 hora después, al llegar a la oficina ya Laura está, hoy está más contenta que lo normal

- Damiani... ¿Cómo amaneciste? – me acerco y le doy un beso en la mejilla –

- Laura... como todos los días – se sonríe –

- En el mar... - asiento –

- Y tú... hoy estás como – muevo las manos y ella solamente se sonríe –

- Estoy feliz Damiani... mira – me señala su mano y lo primero que veo es un anillo solitario sencillo – me voy a casar

- ¿Te vas a casar?... – me voltea a mirar y me obligó a forzar una sonrisa – ¿Cómo fue la pedida... de la mano?

- Pues... no fue como una pedida como tal, más bien yo encontré la cajita en su casa y no le quedó más remedio – suspira y mis alertas se activan –

- ¿No te pidió la mano como tal? ... - su sonrisa se apaga y piensa por unos segundos –

- No... ay Damiani, tienes razón y ahora ¿Qué hago? – suspiro –

- Aceleraste la situación... igual ese anillo era para ti – vuelve a sonreír –

- Verdad que si... no lo deje que me sorprendiera – asiento con un mal sabor de boca –

- ¿Qué tenemos para hoy? – sale de su letargo y me señala la oficina, caminamos hacia allá –

- Tienes reuniones pendientes, hoy inauguramos la parte de responsabilidad social corporativa, vamos a estar en la zona suroccidental de la ciudad, según mis fuentes tienen preparados un recibimiento – me tapo la cara –

- ¿Es indispensable mi presencia?

- Se que no te gusta, pero si es indispensable, solamente esta vez – nos sentamos –

- Está bien... - me sonríe y se levanta –

- Te aseguro que te vas divertir – nota mi rostro y se carcajea –

- Estoy seguro que si... pero bueno – asiente –

- Salimos tipo 2 de la tarde – asiento –

Se va dejándome con la cabeza enredada, desde mi oficina logro verla conversar con los demás trabajadores, suspiro y saco mi teléfono y le envío un mensaje de texto corto a Donato

- Se va a casar

He perdido la cuenta de las horas de diferencias, creo que es de madrugada, la verdad no sé, me enfrasco en coordinar el próximo semestre de clases, en las entregas de materiales, se me va el tiempo y de pronto escucho que tocan la puerta, levanto la mirada

- Damiani... es hora de almorzar, recuerda que salimos a las 2 de la tarde – asiento y ella frunce el ceño –

- Entendido jefa – entra y cierra la puerta –

- ¿Qué tienes? Normalmente no eres así, tan serio – suspiro y le sonrió –

- Quizás no dormí bien, no te preocupes – asiente, pero por su rostro se que no me cree –

- Ok... vamos al comedor

Me levanto y la sigo, eso también lo implementamos en esta escuela, un comedor para que los estudiantes no tenga que gastar más dinero en almuerzos, ya que acá estudian prácticamente todo el día y he tomado la iniciativa de almorzar con ellos.

Después de 1 hora de camino llegamos al sitio, un barrio colorido, noto que es de muy escasos recursos, para donde miro hay casas de madera, se nota que el alcantarillado es precario o diría que no hay, volteo a ver a Laura y está acalorada por el sol, les sonríe a todos, sus pecas fulguran en su rostro, nota que la estoy mirando y viene hacia a mi

- Lau... hace mucho calor – me voltea a mirar y bufa –

- Me estoy rostizando – nos reímos –

Colocan carpas, sillas y nos llevan hacia allá, ya no estamos en el sol, pero el calor sigue estando presente, nos traen agua y le paso un poco a Laura, el recibimiento consiste en unos niños bailando música local, también nos reciben con regalos, Laura se ha contagiado de la música, mueve los hombros al son de la música, lo hace bien, le sonríe a los niños, de pronto viene a mi mente ese anillo que lleva, dejo que mi mente divague un poco o mucho, pero de un momento a otro ya no estoy en el barrio colorido inaugurando un comedor y biblioteca, estoy en un cuarto oscuro, denso llamado... mente; donde me cuestiono si esto que siento por Laura es sano, si merezco su mirada dulce y su sonrisa genuina, tal vez mi promesa me este afectando, llevo 3 casi 4 años de celibato, sí, eso debe ser... pero su inminente matrimonio me genera ira, ya que el noviecito no se lo pidió, ella vio el anillo y ato cabos... hasta cierto punto la entiendo, está enamorada, pero puedo jurar que él no...

Siento que el teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón y me sacan de la ensoñación que tenía, volteo hacia todos lados y me topo con los ojos de Laura, tiene el ceño fruncido y viene a mi encuentro

- ¿Qué tienes? – niego –

- Nada, simplemente me eleve un poco, hace mucho calor – asiente y me pasa una botella de agua –

- Está bien... en 20 minutos nos vamos

- Ok

Camina hacia los organizadores, conversan un rato, se me acerca una niña de tez morena, con el cabello trenzado y bolitas de colores en las puntas del cabello, me sonríe y me entrega un dulce de la región, le doy las gracias y su sonrisa es como un rayo de sol, en medio de la mortificación de mi mente.

El evento terminó con una muestra de comida típica, es la mejor parte de todo esto, nos dieron para llevar, Laura se acerca cuando vamos saliendo

- Damiani... me voy directo para mí casa, estoy cansada – asiento –

- Está bien, pero ¿te acerco a una estación de autobuses o si lo deseas te llevo a tu casa? – me sonríe –

- No te preocupes, con que me acerques a una estación de autobuses, está bien

Salimos del barrio en total silencio, un silencio cómodo, volteo a verla, esta con los ojos cerrados, los abre de golpe y me sonríe

- ¿Cómo te fue en la luna? – frunzo el ceño –




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.