En un mundo de hombres

Capítulo 6

—Ya sabíamos que iba a pasar, hace dos días que lo hablamos. Lo dijiste, Claudia…

—Solo pensé que podíamos esperar un poco más —dice la pelirroja con los ojos un poco apagados —, entonces podríamos presionar desde dentro, usar el equipo legal de la empresa. ¿No?

Estamos recogiendo las cosas de mi oficina, a últimas instancias nos iremos antes de que nos echen como basura. Muchos pasan cerca, pasan sabiendo que apenas podrían haberme mirado a los ojos hace una semana, y ahora, soy escoria; o al menos así Groove quiere que me sienta, pero no lo hago, me siento más orgullosa que nunca.

—El estado le proveerá un buen abogado a Risa, tenemos el apoyo de la gente, ¿Has visto los titulares? —nos incita Greyson.

—Va… pero, no somos ricos —dice Risa —, “Héroes se levantan contra una empresa machista”, pero ¿Dónde dicen que tendremos sustento?

—No tengo idea… —confieso —No tengo idea de cómo haremos esto.

Apenas puedo centrarme en guardar las cosas, estoy observando a una pelirroja que se tambalea hasta llegar al sofá y ahí quedarse mirando a la nada.

—Mi novio —dice Greyson —me ha dicho que Groove ha ido a ver cómo desestimar una denuncia, incluso ha hablado con algunos policías en privado…

—No puede hacer nada, y el hecho de que haya ido personalmente significa que lo hemos hecho bien, lo logramos. Está desestabilizado —intento hablarles —Vamos, suban la moral, equipo.

—Está desestabilizado, en serio Groove está asustado desde que arrestaron a Milo.

—Desearía que no estuviéramos peor en cuanto a estabilidad 

+

—¿Mamá?

—Vi tu cara en las noticias…

—¿Sí? ¿Viste lo que hicimos?

— ¡Toda España lo ha hecho!

—¿Qué?

—¿Has pensado como esto deja mal a Valerio? El futuro esposo de una insubordinada. Siempre has sido así de egoísta…

—¿Te has puesto a pensar que ayude a una mujer que estaba sola?

—Sola vas a quedar tú.

Ya no quiero esta sensación de someterme ante nadie, ni mesas directivas, ni mi madre.

—Mamá —llamo su atención.

—¿Sí, Cleo?

—Me deslindo de ti —le digo, sintiendo como las lágrimas quieren salir. 

Cuelgo la llamada y vuelvo a dentro, están cabizbajos, aunque sé que no se arrepienten.

—Nos despidieron, nos echaron —digo —, es probable que no podamos conseguir empleo en otra empresa de nuestro campo, e incluso, puede que sea mejor, porque si lo hacemos… entonces tendremos que lidiar con sus jerarquías hechas para mantener el mundo de hombres —miro a Greyson y recuerdo a Valerio —, donde no todos son abusadores en potencia, pero a la vez, así es un mundo de ellos, pero de cualquier hombres, es un mundo de hombres dañinos, esos que buscan herir y aprovecharse de debilidades.

Valerio es quizás la persona menos dañina que he conocido, entonces, él no es de ese mundo. Aún así, no es del mío tampoco.

—No sé a qué quieres llegar —dice Claudia —, pero me está gustando, linda.

¿Quién sí es de mi mundo?

—Soy experta en diseño, tengo un nombre en la industria, Clau es buenísima en recursos humanos, comunicaciones y dar la vista al público, Greyson… es Greyson, tiene conexiones, esa agrimensor e ingeniero civil, tiene y lo admito, visión… Risa… Risa es arquitecta, aunque jamás ha ejercido como tal por tener que escalar desde secretaria.

—¿Estás ofreciendo que hagamos nuestra empresa?

—Es lo que estoy ofreciendo.

—Yo… yo quiero estar —miro tras de mí. Ye-ra me mira fijamente, con la fuerza y ferocidad que siempre he sabido que tendría —Tengo mi licenciatura en administración de empresa, estoy haciendo una especialidad en Marketing… ¿Dónde puedo dejar mi CV?

—¡Elisa! ¡Anna! —se levanta Risa tras unas chicas —¿Qué hacen aquí?

—Vinimos con Ye-ra a despedirnos, pero… escuchamos —dijo una.

—Elisa es arquitecta, Anna es diseñadora de interiores… ¿Dónde podemos dejar el nuestro también?

—Chicas —se levanta el único hombre de la sala —, se están olvidando de algo.

—¿Qué?

—Fondos, trabajos…

—¿Y la empresa extranjera que ha dicho que solo querían estar contigo, Señorita Cleo?

—Shingxu… —recuerdo —¡Una empresa que quiere pasarse a España! ¡Quieren que yo participe en el diseño de su sucursal aquí, su mega sucursal!

—Y si el punto es fondos… tienen dos nuevos inversores —dice la una voz que reconozco… La señora Flores junto a su esposo.

—Ellos nos trajeron a despedirnos de ustedes —dice Ye-ra.

—No hagan de esto el fin, sino, la realidad de un comienzo. ¿Entienden? —dice la señora Flores.

—Elizabeth —inicio —, tendrá su plan de negocios para fin de mes.

Los afligidos ahora son los más felices que he visto en mucho tiempo, los veo saltar de felicidad, hablar de locales que han visto vacíos, de cómo presentaremos y prepararemos todos los pasos para legalizar y tener nuestra propia empresa. Posibles nombres incluso… 

—Rojita —la llamo.

Claudia me sonríe con el poder de saber que me doblegó, que rompió mi agenda, mi entender, mis líneas, mi manera de hacer las cosas, que volvió todo en contra de mí status quo, y aún así, la dejaría hacer todo otra vez.

—Rojita, de no ser por este mundo de hombres no te hubiera conocido.

—¿Vamos por una cervezas donde Bee?

 

 




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