En verano te encontré

Capítulo 3

Siento no haber publicado la buena noticia es que lo más probable es que entre hoy y el viernes habrá otro si la electricidad/internet me dejan

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―¿Qué dices? ―pregunta Rose muerta de la risa― ¿Ahora eres todo un romántico? No me malinterpretes Debbie, tu nombre es lindo, sí y bastante.  Me estoy es burlando de Dae-Hyun. Una nueva faceta sale a relucir, entonces. 

Se me es inevitable carraspear ante la notoria incomodidad que se ha formado en el ambiente, al menos de mi parte y quiero pensar que no soy la única. Me remuevo un poco en el asiento mientras le doy una mirada avergonzada al pobre Dae-Hyun. Recibo de su parte un encogimiento de hombros. Genial, a él no le importa. 

Mientras mi amiga intenta controlar el ataque de risa me percato de la apariencia de Paul. Su voz ronca y profunda va a juego con los tatuajes que le recorren uno de los brazos fornidos, todo su cuerpo había sido trabajado por ejercicio. Poniéndolo al lado de Dae-Hyun la diferencia es muchísimo. No sólo es en cuanto a la contextura física. El cabello rubio y rizado de Paul contra el cabello negro de liso asiático. Además, Paul tenía un aspecto surfero con su camiseta con estampados de palmas y sus bermudas blancas. Eran algo como el Ying y Yang hecho amistad. 

Cuando por fin Rosie se calma, coloca la película. Es una de suspenso. La película trata sobre un poco de ficción y podría atreverme a decir que también un poco de terror, ya que se supone que unas criaturas extrañas nos han aniquilado, sí a casi toda la humanidad. Solo se han salvados las personas que, con suficiente precaución, han deja de hacer cualquier mínimo ruido posible. Lo que hace el ser humano por supervivencia ¿no? En resumen, la película es desarrollada en constante silencio sepulcral en donde todos, o al menos eso creo, estamos viéndola muy concentrados en el desarrollo de la trama. 

La película está llegando al clímax, en donde nuestra concentración es aún mayor. Me doy cuenta que estoy conteniendo la respiración. Ocurre un ruido estruendoso que fuerza un grito de mi garganta de la impresión. Rose no se unió a mi grito. Ella es más miedosa que yo y me extraña que no haya gritado. Cuando veo el motivo, lo comprendo. Esta ocultado su rostro en el pecho de Paul. ¿Qué chiste tiene ver una película de esta manera? Siento la traición de su parte. 

Ah sí, Dae-Hyun se está burlando por lo bajito de mí. Estupendo. 

Al finalizar el filme, Paul nos informa que Rose se ha dormido y la subirá a su habitación. Dos cosas interesantes. Primero, mi amiga en raras ocasiones se duerme en una noche de películas. Mínimo vemos tres películas, de las cuales solo ha sido una y la mitad de Love, Rosie. Segundo, ella solo se queda dormida si está enferma, por lo demás prefiere levantarse a su habitación y acostarse allí. Tiene una rutina de belleza estricta o algo por el estilo; qué sé yo, nunca le he entendido la causa de tanto ahínco. 

El punto es, que aquí hay gato encerrado y esos dos están tramando algo. 

Dae-Hyun y yo nos quedamos a solas en la sala sin nada reproduciendo. Podría decirse que estamos en un silencio, un silencio un poquito incómodo. No mucho. Subo mis piernas encima del sillón, las flexiono para apoyar mi cabeza en ellas aun con la mirada al frente. Sigo sin emitir un ruido de mis labios. 

―¿Desde cuando eres amiga de Rosie? 

―Desde hace dos años ―respondo ante la interrupción del silencio. 

―Así que eres esa amiga misteriosa. A decir verdad, nunca mencionó tu nombre. 

―¿No? ―Me siento un poco desilusionada ante la declaración. 

―Nope. Solo comentaba que tenía una amiga en otro estado y que sería super emocionante aventurarse con ella. ―Dae-Hyun parafraseó a Rosie―. Por lo visto se le hizo realidad su fantasía. ¿Hace cuánto llegaste? 

―¿Es un interrogatorio? ―le pregunto ésta vez dirigiendo mi vista hacia mi acompañante. Al parecer tiene rato viéndome―. Hace dos semanas, aproximadamente. 

―No es un interrogatorio, se llama conocer a alguien y ya que no tienes la iniciativa… La he tomado yo. ―Le doy otro sonido nasal―. ¿Eres de su misma edad? 

―Sí. 

―Dieciocho entonces. Yo tengo diecinueve.  

―Nadie te ha preguntado. 

―Eres increíble ―musita con un tono irónico. 

―¿Qué insinúas? ―replico con algo de recelo. 

―¿Yo? ―pregunta con geste inocente. Le devuelvo una mirada con una ceja enarcada que claramente expresa un «No me jodas»―. No es nada, Deborah. No te preocupes. Solo que intento ser amable y tu solo me das una patada en trasero por decirlo así. ―Noto como Dae-Hyun se levanta del sillón y toma rumbo hacia el recibidor de la casa de Rosie. 

―¿Te vas? ―pregunto de forma apresurada.  Me responde con asentimiento sin dirigir la mirada hacia mí. ―¿Por qué? ¿No esperaras a Paul? 




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