En verano te encontré

Capítulo 5

Rosie la noche anterior había llegado unas horas más tarde de mi hora de llegar. Entró a casa e incluso escuché como me nombraba a forma de pregunta para saber si estaba en casa. Se me olvidó por completo avisarle que me había ido con Dae-Hyun. De igual forma preferí hacerme la dormida. Un poco de escarmiento no le vendría mal. Aunque no sé si surgió efectos porque ni ella ni yo nos preguntamos algo referente a eso hoy en la mañana.  

Ella estaba fuera de casa ésta tarde. Paul la vino a buscar y ella se marchó. Gracias amiga yo también te quiero. No sé dónde quedó la frase “Pasar el verano juntas e inseparables”. Solo espero que ella sepa que está haciendo y no salga herida. Me parece extraño que Paul apenas haya intercambiado palabras conmigo y mucho menos hemos compartido a solas algún tema. Sospechoso. 

No me queda de otra más que confiar. 

Estoy sentada en el sofá frente a la televisión de cuarenta y dos pulgadas colgada en la pared azul claro de la sala. Paso los canales sin conseguir nada interesante para ver. 

Una tarde decepcionante. 

En parte la culpa de esto es que mi mente no deja de vagar en Dae-Hyun. Algo entre nosotros no puede suceder. Son mis vacaciones y me iré a finales de verano. El tiempo pasa volando en especial cuando lo pasas bien. Es mi deber darle un fin. Pero cuando le veo me termina confundiendo y termino haciendo todo lo contrario a lo que pienso 

El sonido de notificación de mi celular se abre paso entre el ruido de la tele y mis pensamientos. Lo tomo y desbloqueo con una mano con facilidad sin dejar de cambiar los canales. Leo el mensaje. 

Desconocido: Paso por ti a las 5pm. ¿Está bien? 

No conozco el remitente, ignoro el mensaje. 

Continúo con mi entretenido y emocionante zapping cuando una nueva notificación vuelve a aparecer en la pantalla de mi teléfono cuando aún nohan transcurrido más de diez minutos. 

Desconocido: Deborah... 

Ok, vamos mejorando. Mis amigos, al menos los que tienen mi número saben que estoy de vacaciones. Así que, es alguien que me conoce del cual yo no estaba al tanto y quien sabe de dónde es. Escribo un «¿Quién es?» Justo en el momento que un capítulo de The Big Bang Theory aparece por la tele. Los comentarios sarcásticos de Sheldon me atrapan. Otra notificación. 

Desconocido: Oppa. 

¿Qué? ¿Quién demonios se llama Oppa? ¿De dónde se supone que conozco a alguien que se supone que se llama Oppa?. Esta vez, a diferencia de los dos últimos mensajes me percato que no tiene foto de perfil y en en donde debería ir su nombre solo tiene un punto. Genial no podré saber quién es con tanto misterio. 

Escribo de vuelta un «No conozco ningún Oppa, estás equivocado». Doy por zanjado el tema y aparecer esa persona también acata la señal de que no le respondería nada más de vuelta. 

Sigo viendo a Sheldon con sus ocurrencias por el resto de la hora que le queda al capítulo. 

―Supuse que no estarías lista ―comenta Dae-Hyun a modo de saludo. 

―¿Perdón? 

―Te escribí si las cinco era una buena hora para pasar por ti pero por lo que veo no puedo notar como me escudriña desde el moño desordenado que adorna la parte superior de mi cabeza pasando por mi pijama de flores hasta mis medias disparejas, una de color rosa chicle y otra turquesa. En cuanto me percato de eso le cierro las puertas literalmente en sus narices―. ¡Mi cara no merece este maltrato! 

―Y tú no me advertiste que estarías por aquí, no tienes mi número. 

―¡Oh vamos! Se lo pedí a Rosie y te escribí preguntando si la hora estaba bien para ti ―replica con voz amortiguada gracias a la puerta que se interpone entre nosotros―. ¿Por qué debemos hablar con este pedazo de madera entre nosotros? 

―¡Tú no te llamas «Oppa»! 

―Pero me tú sí que podrías llamarme Oppa. Luego te explico. Insisto, podríamos hablarnos cara a cara y evitarnos alzar la voz alertando a todos los vecinos de Rosie. ―Le abro la puerta sin pensarlo invitándole a entrar―. Gracias. 

―No tardo, iré a cambiarme ―murmuro avergonzada por mi apariencia antes de desaparecer de su vista con rapidez. 

Apenas cierro la puerta de la habitación me deshago de mis prendas con velocidad para buscar cualquier otra cosa más presentable para vestirme. Una camiseta de tirantes azul rey se cruza en mi camino y me la pongo a la vez que intento subirme unos shorts que Rosie dejó esta mañana sobre el colchón de la cama insistiendo que me los probara ―cosa que no hice ya que he estado todo el santo día en pijama―. Creo que no me ha tomado más de cinco minutos cuando ya estoy de vuelta con Dae-Hyun que se ha puesto cómodo en el sofá de espaldas a mi habitación mientras está viendo a Sheldon. 

―Volví ―dijo con la respiración un poco entrecortada. Dae-Hyun gira su cabeza hacia mí dando un escaneo superficial. Una sonrisa comienza a abrirse paso en su cara. ¿He dicho que tiene dos tiernos hoyuelos?  




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